Los Condes de Lerin (y III)

El IV conde de Lerin, Luís V de Beaumont, fue la fortuna más importante del siglo XVI, en las cinco merindades que permanecían ocupadas por tropas españolas. Tras la invasión castellana, su padre, enemigo colérico y tenaz del Estado de Navarra, fue recompensado por el Falsario con la restitución de unos bienes que le habían sido requisados por la corona navarra, tras enfrentarse a los monarcas Catalina I de Foix y Juan III de Albret.

Luís V de Beaumont recibió del emperador Carlos I de España el nuevo título de chanciller mayor del reino de Navarra. Pero más sangrante para los navarros es que también se le otorgara, por parte española, el título de condestable de Navarra, tras la muerte de su padre en el año 1530. Esta última hidalguía proviene del primer tercio del siglo XV, para designar al antiguo alférez del reino independiente, y su principal obligación era la de portar el estandarte real navarro. Esta función lo convertía, junto al mariscal de Navarra, en uno de los nobles más importantes del Estado soberano, siendo uno de los brazos de los caballeros navarros, del cual la familia Beaumont había sido desposeída por alta traición.

El IV conde de Lerin jamás portó el estandarte real de Navarra. En cambio se mantuvo fiel a su señor, el emperador español, facilitando la labor de los virreyes extranjeros, en unas cortes navarras ilegítimas, que permanecieron en la ocupada Iruñea. En esa ciudad, en 1548, Luís V de Beaumont compró cuatro casas adyacentes a la suya en la calle Mayor por 3000 ducados, y fue ésta la primera compra de los condes de Lerin en el último siglo, ya que sus antecesores siempre utilizaron la violencia contra los navarros para lograr sus nefastas ambiciones de poder y adquisición de nuevas posesiones, de manera ilícita.

Las buenas relaciones que mantenía la casa de Lerin con la de Alba, ambas grandes de España, permitieron concertar el matrimonio entra Brianda de Beaumont y Diego de Toledo. Luís V de Beaumont, no pudo asistir a esta boda de alta alcurnia española, ya que encontró la muerte un año antes.

Así, en 1565, la casa de Lerin entronca con la de Alba. Diego de Toledo, tras su matrimonio con la V condesa, recibe el título de conde de Lerin e incluso el de condestable de Navarra, jure uxoris. El emperador Carlos I de España, como regalo de bodas a esta pareja española, mandó construir el castillo de Gorraiz.

Así el hijo de ambos, Antonio Álvarez de Toledo, tras la muerte de sus progenitores, recibe el título de VI conde de Lerin, condestable de Navarra, entre otros títulos nobiliarios, por parte materna, a los que habría que unir el de duque de Alba y otros por vía paterna. Antonio Álvarez de Toledo llegó a ser nombrado mayordomo mayor del rey de España, consejero de estado y virrey de Nápoles, siendo una de las personas más importantes de su época en el imperio español, mientras florecía el humanista Estado de Navarra al norte del Pirineo.

Tanto el título de conde de Lerin como el de duque de Alba de Tormes, no se dividieron con el paso de los siglos, y recaen actualmente en la misma persona, Cayetana Fitz-James Stuart.

Para conocer un poco más la relevancia que tuvo para el imperio español la participación en la invasión y ocupación de Navarra, no hay más que mirar ciertas cenas que se realizan en el palacio de Oriente, residencia principal de los reyes de España, donde asisten personalidades extranjeras. A ellas a veces son llamados los grandes de España, y ocupan sitio en el besamanos frente al personal de la casa real y en los banquetes, precediendo a los secretarios de estado.

Según José Antonio Urbina, los grandes de España son iguales entre sí y se relacionan por su antigüedad en el título y en caso de igualdad por la antigüedad de la creación del título. Esté título fue creado por el emperador Carlos I de España en el año 1520, siendo reconocidos por primera vez como grandes 25, entre ellos el duque de Alba, encargado de realizar el listado, y el conde de Lerin.

A pesar que el título de duque es per se grande de España, es de destacar que en las recepciones en las que son invitados las 400 grandezas de España, Cayetana Fitz-James Stuart no tenga preferencia entre sus iguales por el título de duquesa de Alba, sino por un título creado por un rey del Estado soberano de Navarra, concretamente en 1425, como regalo de boda a una hija natural. Este título es el de condesa de Lerin.

Iruñea, octubre de 2008

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