Primer bloque de viviendas español Passivhaus

El estudio navarro VArquitectos concluye en Pamplona el primer bloque de viviendas de casi nulo consumo energético levantado en España

Con el calor que genera un secador de pelo bastaría para calentar dos de las 29 viviendas construidas en el barrio de Soto de Lezkairu (Pamplona) por el estudio de arquitectura compuesto por German Velázquez Arteaga, Silvia Mingarro y Sara y Germán Velázquez Arizmendi (VArquitectos) .

Los 29 pisos de poco más de 75 metros cuadrados, repartidos en siete plantas, se calientan con menos de 10W el metro cuadrado. Por eso este bloque de vivienda ha recibido el certificado estándar Passivhaus que avala que su consumo energético es prácticamente nulo gracias, fundamentalmente, a un buen aislamiento. ¿Cómo se consigue un buen aislamiento?

Por fuera: la envolvente que dibuja el exterior del edificio no es solo un acabado, también funciona como aislante térmico. Así, en este edificio, la cobertura continua del exterior del edificio no está interrumpida ni por la cubierta ni por la planta baja. La fachada ventilada de aluminio está reforzada con 12 centímetros de lana de roca que, en su lado exterior, está colocada sobre un rasero hidrófugo que cubre un muro de ladrillo macizo. Por dentro: también en el interior el aislamiento está reforzado con lana mineral que esconde el pladur.

Entre las partes: un programa de cálculo decide la ubicación de los puentes térmicos para que el aislamiento permita que en cualquier punto del interior la temperatura mínima sea de 17 grados. Las terrazas no está apoyadas en la estructura interior (el forjado está cortado para evitar la continuidad) para aislar térmicamente esas zonas.

En las ventanas: el triple vidrio también refuerza el aislamiento. Lo hacen también las cintas herméticas que refuerzan la unión entre las piezas.

Los componentes del estudio VArquitectos insisten en el cálculo conjunto de cada una de estas medidas. “No se puede plantear un grosor de aislamiento sin haberlo calculado de acuerdo con los otros acabados como un determinado vidrio. Un proyecto certificado Passivhaus debe analizarse en todos sus parámetros, permitiendo definir las calidades y espesores precisos”. A partir de ese cálculo, cualquier volumen geométrico puede ser un edificio energéticamente pasivo. “No tiene sentido construir ahora edificios que no estén ya en esos parámetros, porque su vida útil va a ser mínimo de 75 años y estaríamos creando edificios obsoletos. Los edificios de consumo casi nulo, rehabilitados o de nueva construcción, son un paso necesario en la reducción de las emisiones a la que se ha comprometido la Unión Europea.

Su próximo reto: el bloque de viviendas sociales de 27 plantas que ya están construyendo en el Barrio de Bolueta, en el sur de Bilbao. En febrero de 2018 estarán listas las 171 viviendas que ocuparán el edificio Passivhaus más alto del mundo.

Precio por metro cuadrado, según arquitectos: 1.400 euros.

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