Héctor López Bofill: «el Estado sólo ofrece un proyecto de dominación»

Nº. 12 JUNTOS POR CATALUÑA EN TARRAGONA

Vecino de Altafulla, aunque nacido en Badalona en 1973, López Bofill se ha sumado a la candidatura liderada por Puigdemont después de haber pasado por ERC y haber liderado Solidaridad Catalana

Después de haber pasado por dos partidos diferentes, ¿qué le ha llevado a aceptar un puesto ahora en JxCat?

El presidente Puigdemont es la persona que me inspira más confianza, creo que es el político más coherente de todo el espectro parlamentario. Para alguien como yo que tiene una larga trayectoria en el independentismo, los actos que ha hecho en los últimos meses no pueden hacer nada más que despertar admiración. Y cuando desde el exilio en Bruselas se planteó que formara parte de la lista, la verdad es que me sentí extremadamente honrado.

Puede sorprender, sin embargo, que no prefiera ERC, donde ya militó.

El proyecto del presidente Puigdemont es un frente patriótico. Es un proyecto transversal, de ideologías muy diversas, con un objetivo común. Me parecía que esta opción era más amplia que cualquier otra.

¿Qué opina, pues, de la división en tres candidaturas independentistas?

Es difícil de decir desde una perspectiva técnica y política si hubiera convenido una lista unitaria o si ya está bien tres listas. Creo que debería haber dibujado un frente patriótico con las otras opciones que se presentaban, pero esta pregunta habría que hacerla a las otras opciones, que han sido las menos dispuestas.

¿Cómo ve la evolución del independentismo?

Es excepcional ver el apoyo abrumador que está suscitando el proyecto de creación de una República Catalana entre los ciudadanos y no puede hacer nada más que provocar entusiasmo. Tampoco me ha sorprendido la visceralidad con la que ha reaccionado el Estado español.

Es profesor de derecho constitucional en la UPF. ¿Cómo ve la interpretación que se ha hecho de la Constitución con la aplicación del 155?

Desde la sentencia del Estatuto, la interpretación que se está haciendo me parece una aberración. La Constitución ofrece muchas opciones, y el Tribunal Constitucional ha terminado blindado en la opción más integrista del nacionalismo español. Podría haber habido espacio para otras visiones que podrían haber conseguido al menos un diálogo político. Y llega hasta el punto del artículo 155, que en mi opinión es inconstitucional en su aplicación.

¿Tarragona vive de verdad al margen del independentismo?

Esto no es verdad si hablamos de la demarcación de Tarragona. En su conjunto, la resistencia al proceso que se pueda producir se encuentra muy localizada en territorios más bien concretos, pero el conjunto se encuentra en primera línea. Es verdad, sin embargo, que seguramente Salou y algunos otros territorios de la costa tienen un comportamiento más similar al del área metropolitana de Barcelona.

Estos últimos meses están marcados también por múltiples denuncias por delitos de odio. Precisamente, usted está procesado por unos tweets desde hace meses…

De hecho, el 12 de diciembre tengo que ir a declarar. Tenía la citación en octubre y la suspendieron y pensaba que quizás lo dejarían en latencia, pero parece que ha sido el integrarme en la lista del presidente, lo que la ha reavivado. Esto me parece una monstruosidad como ciudadano y jurista. Estamos llegando a unos límites que nos hacen cuestionar que estemos en un Estado democrático. Ni mis tweets son constitutivos de delito alguno, ni ninguna de las expresiones que se están prohibiendo. Todas estas actuaciones represivas no pasarían un estándar europeo, y evidencian la deriva autoritaria que están sufriendo las instituciones centrales del Estado.

¿Qué errores no se deben repetir, si se vuelve a producir mayoría independentista?

No creo que se cometieran errores, al contrario, se adquirieron compromisos que se cumplieron. Lo que creo es que teniendo en cuenta las amenazas por parte del Estado y el hecho de que estén tratando un proceso pacífico y democrático como un acto criminal, nos obliga a adoptar otra estrategia. No puede ser otra que trabajar para construir otro Estado, hacer efectiva la República, pero sin expresarlo de manera tan reiterada como se hizo la anterior legislatura. Es decir, si hemos hablado continuamente de hojas de ruta, es evidente que en una situación de intensificación del conflicto no puedes ir avanzando cuáles serán tus próximos pasos. Más trabajo y menos declaraciones.

¿Estamos olvidando otros temas por culpa del proceso?

No, porque todos los temas están vinculados al proceso. Si tenemos un déficit de infraestructuras es porque somos un realidad nacional que el Estado español no quiere que se desarrolle. Si no tenemos suficientes recursos es porque estamos sufriendo un déficit fiscal abrumador. Es un proyecto de bienestar y ahora ya diría de libertad en torno a la idea de República contra un proyecto de dominación, que es el único que ofrece ahora el Estado español.

EL PUNT-AVUI