Notas cruzadas sobre la situación política que proyectan encuestas GESOP y CIS

Como decía hoy en un artículo el compañero Pere Cardús, cuando se acercan unas elecciones se desata una locura por el tema encuestas. Él lo intentaba explicar por esta fascinación tan humana de predecir el futuro, de anticipar qué pasará.

Lo cierto es que las encuestas no nos pueden decir nunca qué pasará. No sustituyen ni la realidad ni, mucho menos, una realidad futura. No me cansaré de repetirlo. Si están bien hechas las encuestas nos sirven para tener una aproximación a una cierta percepción social, en un momento dado, y sobre los temas de los que la planteamos.

 

Los que me seguís ya sabéis que mi análisis de las encuestas la centro siempre en tres ejes:

– las evoluciones que nos muestran

– su transparencia, es decir, que nos permitan analizarla con todos los datos o al menos las principales que la integran, y no únicamente los que «alguien» nos quiere dar

– su coherencia con otras encuestas que tengamos al alcance

Desde el punto de vista de la encuesta del GESOP del mes de diciembre que hoy jueves día 7 ha publicado EP, sólo se cumple uno de los requisitos «intrínsecos»: nos permite ver una evolución mensual de la situación política. Vuelvo a lamentar que no sea más transparente, como lo era hace un tiempo, y sólo nos aporten una parte muy rácana de la información.

Dicho esto, creo que tiene algo muy importante: nos permite observar una evolución mensual. De modo que vale la pena que nos fijemos en ella. Además, como resulta que recientemente hemos conocido otras encuestas, como la del CIS, que analicé en el último post, es muy interesante identificar discrepancias y situar así las zonas de sombra que tenemos sobre lo que puede estar pasando.

 

«Puigdemont atrapa a Junqueras». La estable solidez de un voto independentista en fase de «redistribución» interna.

Este (‘Puigdemont atrapa a Junqueras’) es el titular de portada de EP para resumir los resultados de la encuesta GESOP de este diciembre. Y esta es una de las claves y datos más relevantes de la encuesta. Permitidme que me cite. En el anterior articulo mío publicado en este blog, analizando el CIS, decía:

«Hace sólo un mes, de cada 3 antiguos votantes de Juntos por el Sí, 2 habían decidido votar a ERC y sólo 1 a Pdecat. Ante la negativa de ERC a la lista unitaria que pidió el Presidente que se configurara, el Presidente planteó una lista absolutamente singular, conocida como la «lista del Presidente», y que tomó como «marca» Juntos por Cataluña. de eso no hace ni 15 días. Pero en estos 15 días ya se está viendo su impacto monumental. La encuesta del CIS está hecha entre los días 23 y 27 de noviembre, muy pegada a que se conociera la noticia de esta nueva propuesta electoral, y a pesar de ello, ya recoge su impacto, y se ha pasado de una distribución 2- 1 a un 39,7 (ERC) vs un 35,3 (JxCat). El diario «el Español» publicó hace unos días una encuesta propia realizada entre los días 27 y 30 de noviembre, es decir, comenzaron su trabajo de campo el mismo día que el CIS finalizaba el suyo. No podemos comparar los datos, pero sí la magnitud del efecto Puigdemont, dado que este diario está haciendo una encuesta mensual. Hace apenas un mes ERC tenía una intención de voto del 31,1% y Pdecat del 10%. Un mes después, 15 días después del surgimiento de esta nueva opción política que encabeza Puigdemont, su lista tiene un 19% de intención de voto y ERC un 23,1%. En tan sólo un mes, y con tan sólo 15 días «de vida», un +9 y un -8.

Habrá que estar atentos a cómo evolucionan los datos, a través de otras encuestas de las que seguro que se publicarán, p.ej. GESOP del mes de diciembre».

Pues ya tenemos estos datos del GESOP, y efectivamente, confirman plenamente la tendencia que apuntaba en el análisis: una de las claves de estas elecciones será el más que evidente «efecto Puigdemont» . De hecho, y como ya se podía intuir, en menos de un mes Puigdemont ha situado la lista de Juntos por Cataluña empatada con la de ERC, con un 17,1% y 17,4% de intención directa de voto.

La encuesta GESOP está hecha entre el 29 de noviembre y el 2 de diciembre. Recordemos que la del CIS estaba hecha entre el 23 y el 27 de noviembre. Hasta alrededores del 18-19 de noviembre no se supo que el Presidente se presentaba y la marca y la lista (integrantes) de su candidatura. El efecto Puigdemont se percibe en lo que señalaba: a medida que nos alejamos de esta fecha, la opción política generada ex novo por el Presidente, es más conocida, superando la desventaja de competir contra otras opciones totalmente consolidadas y conocidas y va sumando apoyos.

El mes de octubre no se sabía nada sobre cuáles serían las fuerzas políticas que concurrirían a unas hipotéticas elecciones. No es correcto establecer una línea de crecimiento desde aquel 8% que tenía de intención de voto el Pdecat, porque la lista del Presidente es muchísimo más y cubre un espacio mucho mayor que la propuesta de Pdecat. Pero si lo tenemos que mirar en términos de cómo se dividía el voto de Juntos por el Sí, podemos ver claramente que ERC ha pasado del 22,1 de intención de voto directa en octubre al actual 17,4, mientras que el espacio que en octubre sólo cubría Pdecat y ahora cubre la lista del Presidente (el espacio no-erc) ha pasado del 8% al actual l7,1%.

La propuesta de ERC ha perdido 5 puntos, pero el espacio que ocupa la lista del Presidente ha ganado 9 puntos. Es evidente que está movilizando voto de JxSí que antes podía estar en la indecisión, a la vez que capta un creciente voto de ERC que quiere asegurar el retorno de Puigdemont como Presidente.

 

La encuesta del GESOP también nos permite valorar la fortaleza del voto independentista:

La intención de voto directo a JxCAT y ERC -sumados- es del 34,1%, que GESOP proyecta a una intención de voto estimado, también sumado, del 39,8% (20,5 a ERC y 19,3 a JxCat). Juntos por el Sí tuvo un 39,4% del voto el 27S. O sea, prácticamente clavado.

Si a esto le añadimos que los votantes de JxSí son los de mayor fidelidad de voto (74,7%, repartidos entre JxCat y ERC), las perspectivas para ERC y JxCAT son muy buenas. Además, este espacio que ocupó JxSí es el que tiene una menor fuga de voto decidido hacia otras formaciones: en este GESOP de diciembre sólo un 7,9% de sus antiguos votantes (el mes de noviembre era 3 puntos más alta, del 11%).

GESOP no nos informa de hacia dónde va este % de voto que pierde JxSí, pero en el CIS vimos que se lo reparten, por este orden, CUP y PSC y Comunes (estos dos con porcentajes muy poco significativos. Esto implica que entre los antiguos votantes de JxSí se ha reducido la fuga de voto (en 4 puntos) y el número de indecisos, que se situaría en el 17,4%. el comportamiento de los indecisos acaba reproduciendo el patrón de distribución de voto del resto de su ‘target’, que ya han decidido su voto, por lo que todo hace pensar que alimentará mayoritariamente la lista del Presidente, que es la que ha logrado movilizarlos de acuerdo a los datos comparados con octubre, pero también la de ERC.

¿Quién le gustaría que fuera Presidente? o nuestro particular «de donde soy o de donde vengo» electoral…

Cuando el encuestador pregunta al encuestado ¿quién cree que ganará las elecciones? el encuestado intenta objetivar su respuesta, y responde a partir de la información que tiene, y en los últimos años siempre se apuntaba a ERC como ganadora de unas eventuales elecciones al Parlamento. Y la información es un proceso que penetra lentamente en los diferentes niveles de la sociedad.

Pero cuando este mismo encuestador a este mismo encuestado le pregunta «¿quién le gustaría que fuera Presidente?» la respuesta del encuestado es totalmente subjetiva, personal, es él, no es lo que él sabe… y eso es lo que explica uno de los datos más interesantes de la encuesta: la mayoría, un 30,6%, responden que «Puigdemont».

Recuerden que «sólo» un 17,1% de los encuestados habían dicho votarían la lista del Presidente. por lo tanto, para llegar a este 30,6% que dicen querrían fuera Puigdemont el Presidente, hay que sumar un 13% de votantes de otras opciones. Insisto en que aquí no se pregunta «quién cree será el Presidente», sino «quién le gustaría que fuera el Presidente».

Visto de otro modo: ERC tiene una intención de voto directa del 17,4%, pero sólo un 13,8% de los encuestados dicen que les gustaría que Junqueras fuera el Presidente. Un mínimo de un 4% de votantes de ERC prefieren ver a Puigdemont de Presidente, aunque por ahora no le votan.

Es un dato que señala también con mucha claridad que estamos, para todo este colectivo de antiguos votantes de Juntos por el Sí, en un espacio en el que se están produciendo muchos movimientos, y tenemos datos suficientes para pensar que seguirán produciéndose.

Es evidente que la gran mayoría del electorado independentista quiere ver a Puigdemont de Presidente: los que lo votan, obviamente, pero también muchos otros que ahora mismo votan otras opciones. Y quisiera enfatizar este «ahora mismo». ¿Qué impacto puede tener en votantes que ahora mismo dicen que votarán ERC, pero que querrían que el Presidente fuera Puigdemont, declaraciones como las que ayer hicieron desde ERC abriéndose a formar gobierno con los Comunes (y por tanto, no pactando con JxCAT, no teniendo a Puigdemont de Presidente)?

No lo sabemos. Lo iremos viendo los próximos días. En todo caso lo que es seguro es que este 30% que quiere ver a Puigdemont de Presidente está modificando su intención de voto para asegurarse de que esto sea así. El efecto Puigdemont podemos decir, pues, que es el desplazamiento de voto de otras formaciones y de la indecisión hacia Juntos por Cataluña, ante la ausencia de una lista unitaria y ante la seguridad que tienen los votantes de que sólo el voto a Juntos x Cat garantiza Puigdemont como candidato a Presidente.

 

C’s/PSC/PP/Comunes. El camarote de los Hermanos Marx en la casa del 155 y equidistantes

De la encuesta GESOP lo que a mí me ha llamado la atención es la diferente proyección de voto que efectúa el PSC, hasta el punto de situarlo empatado con Ciudadanos, mientras que el CIS otorgaba a C’s una ventaja de 6,5 puntos sobre el PSC.

Es evidente que en todo este bloque del tripartito del 155 y el satélite equidistante de los Comunes está pasando algo. Pueden estar moviéndose las cosas. Y lo que es más divertido, en muchísimas direcciones.

En el análisis del CIS vemos que C’s tenía una gran fortaleza porque tenía una altísima fidelidad de voto (que también tiene en la encuesta GESOP, del 72,5%) y porque se convertía claramente el voto útil del unionismo, hasta el punto que, según el CIS, más del 40% de los votantes del PP habían decidido votar Ciudadanos, y sólo un 30% seguía votante PP.

Estos datos chocan con los datos GESOP, que otorga al PP una fidelidad de voto del 50% y con sólo un 26,9% de antiguos votantes que ha decidido votar a otro partido.

 

El CIS señala una fidelidad de voto al PP 20 puntos inferior a la del GESOP. Y eso es mucho.

¿Cómo es que se «ligan» tan poco los datos de las dos encuestas? Una explicación podría ser que estén cambiando cosas, pero choca con que el trabajo de campo de las dos encuestas casi se solapa. De modo que dudo mucho de esta posible explicación. Otro posible enfoque que lo explique es porque el CIS, por el volumen de su muestra (3.000 vs 800 de GESOP), ha podido afinar más en el comportamiento de partidos, como el PP, a la cola del arco parlamentario. Y eso es lo que creo ha pasado. Pero veremos…

El segundo elemento sobre el que quería llamar la atención en este magma del 155 es que la frontera entre C’sy PSC es posiblemente la más transitada de todo el mapa político. De acuerdo con el CIS, un 10,8 de antiguos votantes de Ciudadanos el 27S ahora quieren votar PSC, mientras que un 11,8% de votantes de PSC quieren votar C’s. Como vemos, es una frontera con mucho movimiento, y en las dos direcciones. ¿Podría ser que este PSC, servil mamporrero del PP y C’s en la aplicación del 155, haya podido frenar fuga de voto hacia C’s y recupere voto que se le marchó? Habrá que seguirlo de cerca.

Finalmente, junto a la hostia atómica que vaticiné para el PP, los datos del GESOP ratifican lo que ya vimos con el CIS: el otro gran damnificado será el planeta equidistante de Comuneslandia. Con el CIS vimos que sólo tenían un 39,1% de fidelidad de voto. Pues el dato parece consistente y… a la baja: la encuesta GESOP sólo les da un 37,9% de fidelidad. Y señala GESOP que un 43,5% de sus antiguos votantes el 27S ya ha decidido votar otra opción. No estamos hablando de indecisos. Estamos hablando de antiguos votantes que tienen decidido votar otras fuerzas. Y es también, este dato del GESOP, coherente con los datos del CIS, que señalaban que los Comunes perdían un 3,5% hacia JxCat, un 8,6% hacia ERC, un 7% hacia Ciudadanos, un 17, 1% hacia el PSC y un 3,3% hacia la CUP, que suman casi un 40% de voto decidido y en direcciones totalmente opuestas.

Es otra de las situaciones de gran volatilidad que podemos observar en estas elecciones. ¿Qué pasará con los Comunes? ¿Dejarán la equidistancia entre un buen resultado y un mal resultado para pegarse una leche electoral cósmica, acompañando así en el batacazo al PP?

 

En resumen: cómo están las cosas en 4 inputs:

– Fortaleza del voto indepe: tanto las fuerzas que han salido de Juntos por el Sí como la CUP conservan los apoyos que obtuvieron el 27S. Ni se crece ni se retrocede.

– Enorme proyección en intención de voto del «efecto Puigdemont». En poco más de 15 días de existencia la lista del Presidente se ha situado al mismo nivel que ERC en intención de voto. En este periodo ERC ha perdido 5 puntos y Puigdemont ha ganado 9. No se aprecia que JxCat tenga techo (seguirá creciendo), empujado por este 30% indepe que quieren ver a Puigdemont de Presidente.

– En el bloque del tripartito del 155 hay un lio de cojones.  Aunque C’s parte como la fuerza más sólida y que concentra el voto unionista, estamos viendo una promiscuidad electoral creciente en ambas direcciones entre votantes de Ciudadanos y del PSC.

– Finalmente, el estupendismo equidistante del planeta Comunes parece haber entrado en un agujero negro electoral, perdiendo votantes absolutamente en todas direcciones y hacia todas las propuestas electorales, desde JxCat a la CUP y desde PSC hasta C’s. Excepto al PP, hacia todas partes.

Esto es todo por ahora. Nos espera una campaña muy intensa, porque hay una volatilidad muy alta en las intenciones de voto, que se están redistribuyendo. Y creo que estaremos así hasta el mismo día de las elecciones. Veremos, en futuras encuestas, cómo evolucionan las cosas.

Una última cosita: recuerden siempre que esto sólo son encuestas. Nos cuentan cosas si las sabemos leer. Pero no son ninguna foto y mucho menos la foto de una realidad futura.

RACÓ CATALÀ