Elisenda Paluzie: «El coste de la independencia sería menor que el de ahora»

De observar a concretar

Desde que Elisenda Paluzie sigue de cerca la evolución económica catalana y la conducta social del país, la economista ha observado que se ha pasado de justificar por qué se quiere la independencia a concretar las cuestiones económicas que tendrá que afrontar una Cataluña independiente.

«Si España no quiere reconocer la independencia y veta a Cataluña para entrar en la UE deberíamos hacer limpia y empezar de nuevo»

«Un estado es el monopolio de la fuerza y la recaudación de los impuestos»

«Tenemos una tasa de importaciones muy alta con países de Europa, lo que la UE lo sabe»

«Hay que cambiar la caja de las pensiones»

Elisenda Paluzie es la autora del libro ‘Podemos! Las claves de la viabilidad económica de la Cataluña independiente. La académica y decana de la Facultad de Economía y Empresa de la UB, Elisenda Paluzie, (Barcelona, 1969), de raíces en Olot y fuertes convicciones soberanistas, ha publicado ¡Podemos! (Rosa de los Vientos, 2014), que ya va por la segunda edición. La eminente economista, en palabras de Joan Hortalà, presidente de la Bolsa de Barcelona y autor del prólogo, ha escrito un libro de referencia que pretende mostrar argumentos sólidos sobre las cuestiones que más preocupan; aquellas que el país tendrá que afrontar después de la independencia.

– ¿Qué motivación le llevó a escribir este libro?

– En 2002, cuando aún éramos muy pocos los economistas que abordábamos la viabilidad económica de una Cataluña independiente, organicé un curso en la Universidad Catalana de Verano de Prada (Conflent) sobre los costes y los beneficios de la independencia de Cataluña. Desde entonces, he seguido dando charlas por todo el país en torno a este tema; en paralelo al debate que se generó en torno al Estatuto, la celebración de las consultas populares y las manifestaciones soberanistas de los últimos años, hechos y acontecimientos que han influenciado mi discurso. Y quería que todo lo que había dicho quedara recogido en un libro.

– ¿Qué pasaría si el Estado no reconociera la independencia y no negociara la deuda con Cataluña?

– Que la deuda que tiene la administración estatal seguiría siendo del Estado. Así, si no quiere reconocer la independencia y veta Cataluña para entrar en la UE, deberíamos hacer limpieza y empezar de nuevo, sin repartir los activos y los pasivos de España. Entonces, nos quedaríamos solamente con la deuda de la Generalitat, que sería del 29% del PIB; es decir, unos 57.000 millones de euros.

– Usted habla del «beneficio histórico» en caso de que haya una negociación.

– Es una de las tesis. Esto haría que Cataluña se quedara con la deuda española en proporción con lo que el Estado ha gastado en nuestra casa. Así, si España sólo hay gastado el 11% del total del gasto discrecional de los presupuestos generales, nos quedaríamos este porcentaje de la deuda. Por lo tanto, la deuda resultante sería del 70% del PIB, como en los Países Bajos.

– ¿Y según el PIB?

– Nos tocaría pagar el 102%. A pesar de ser una deuda alta -la más alta- sería menor de lo que tenemos ahora, ya que pagamos al Estado el 19,5% de los impuestos que se generan. Es decir, en estos momentos asumimos una deuda del 105%. Los costes de la independencia, por tanto, serían menores de los que tenemos actualmente.

– ¿Será fuerte económicamente Cataluña con la independencia?

– Un estado es el monopolio de la fuerza y la recaudación de los impuestos. Por lo tanto, si la política es fuerte y recauda todos los impuestos, una Cataluña independiente tendrá suficientes ingresos como para ser económicamente viable.

– ¿A la UE, le interesa Cataluña?

– Cataluña es un contribuyente neto a la Unión Europea. Tenemos una tasa de importaciones muy alta con países de Europa y eso la UE lo sabe. Además, no hay ningún tratado de la UE que tome posición sobre la independencia de un territorio de un Estado miembro. Me extrañaría que, en el actual momento de crisis económica, la UE quisiera dejar de lado un territorio como Cataluña.

– Hablando de Europa, usted dice que le gustaría un modelo como el nórdico para Cataluña. ¿A qué se refiere?

– En los países del norte de Europa hay una clara combinación de eficiencia y equidad, lo que no da tratos de favor a ninguna empresa o estructura de poder, sino que provoca que todas las empresas, sean grandes o pequeñas, se beneficien económicamente.

– Los jubilados temen por lo que pueda pasar con sus pensiones.

– El actual sistema español de pensiones es de reparto, no de capitalización; por lo tanto, habría que cambiar la caja donde las empresas ingresan las cotizaciones sociales. Con este dinero se pagarán las pensiones.

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