Cuaderno de vacaciones

He aquí unos ejercicios de verano para que la entrada al nuevo curso político no nos coja oxidados

Me ha parecido refrescante preparar unos ejercicios de verano para que, al volver de vacaciones, la entrada al nuevo curso político no nos coja oxidados. Y para hacerlo más entretenido, propongo una necesaria y urgente revisión crítica del bello poema ‘Itaca’ de Konstandinos P. Kavafis, popularizado aquí por Lluís Llach. Un poema, sin embargo, machacado por las metáforas político-marineras a que el mismo poema incita, pero sobre todo por las que se han derivado posteriormente de manera abusiva. ‘Itaca’ servía para consolarnos cuando el horizonte de la soberanía parecía inalcanzable, pero leído ahora podría parecer que justifica lo que los aficionados a la tradicional automortificación catalana llaman ‘procesismo’. (Consejo: que el nuevo Partido Demócrata Catalán no cite nunca más ‘Itaca’ si quiere ser creíble). Nota: para los ejercicios hay que emplear la traducción completa de Carles Riba.

 

EJERCICIO 1.

Coloque en la historia del independentismo catalán los dos versos iniciales del poema que comienza diciendo: «Cuando salgas a hacer el viaje hacia Itaca / debes rogar que el camino sea largo». Tenga en cuenta a la hora de responder que a pesar de la insistencia en la idea de que la travesía «es preferible que dure muchos años», y que hay quien hace poco que se ha subido a la barca, hay quienes ya hace años y años que navegan y hay muchos que han dejado la vida. Es decir, en ningún caso utilice estos versos van en contra del «Tenemos prisa, mucha prisa» de Heribert Barrera con el que muchos comulgamos.

 

EJERCICIO 2.

Kavafis recurre a la mitología griega para hacer referencia a los peligros que puede haber durante el viaje. Se trata de los Lestrigones -un pueblo de gigantes devoradores de hombres, en definitiva, unos genocidas-, los cíclopes -otros gigantes de un solo ojo en la frente, violentos y de vida atormentada-, y de Poseidón, dios del mar y con poder para convocar tormentas y hacer maldades con su tridente. En este caso, se trata de encontrar cuáles serían los lestrigones, los cíclopes y el Poseidón de este último tramo de navegación hacia la independencia. Pueden ser ministros, sí, pero también asociaciones, medios de comunicación y organizaciones políticas.

 

EJERCICIO 3.

Sin embargo, Kavafis advierte que todas estas amenazas no se interpondrán en nuestro camino «si el pensamiento se te mantiene alto, si una / emoción escogida / te toca el espíritu y el cuerpo a la vez». Y además añade que no la encontraremos «si no los llevas contigo dentro de tu alma, / si no es tu alma la que los alza delante de ti». Pongan, pues, tres ejemplos de «pensamiento alto y emoción escogida» inalcanzables a los peligros -personas, organizaciones o eventos-, y pongan tres ejemplos -también de personas, organizaciones o eventos- que delaten los peligros que se llevan dentro del alma.

 

EJERCICIO 4.

Mucha atención al final del poema. Kavafis afirma que no hay que hacerse ilusiones. «Rico de todo cuanto habrás ganado en el camino», dice. No puedes esperar que Ítaca te dé riquezas: «Te ha dado el bello viaje». Una resignación muy catalana que no deberíamos aplicar a nuestro caso. Por el camino, a nosotros, nos han asaltado los piratas. Y si Ítaca es pobre, es porque ha sido objeto de depredación, desde fuera y desde dentro. Seguro que no tendrá dificultad en nombrar cinco «riquezas» que será razonable obtener con la independencia.

 

EJERCICIO 5.

Kavafis termina el poema así: «Sabio como te has hecho, con tanta experiencia, / ya habrás podido comprender qué significan las Ítacas». En el caso del largo viaje del catalanismo, ¿sabrías decir -más allá del obligado pragmatismo social- qué deberíamos haber comprendido? Si no estás seguro de la respuesta, copia cien veces la paráfrasis inspirada en aquella respuesta de Bill Clinton a Bush padre: «Es la dignidad, estúpido».