Discurso de Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat

VILAWEB

Redacción

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha puesto una fecha para la culminación del proceso independentista: la segunda quincena de septiembre del año que viene, cuando se convocará un referéndum sobre la independencia de Cataluña en caso de que no haya acuerdo con el Estado español. Puigdemont ha insistido en perseverar en el acuerdo con el gobierno español para que el referéndum se haga de forma pactada. Pero esto no alterará los plazos de la hoja de ruta, por lo que a finales de junio de 2017 estarán listas las estructuras de Estado y se habrán aprobado las leyes de desconexión con el Estado español. O referéndum, o referéndum. Perseguiremos el acuerdo en todo momento, pero al final de la legislatura estaremos preparados para subir el último escalón antes de proclamar la independencia’, dijo Puigdemont.

Ha anunciado que encargará al vicepresidente del Gobierno, Oriol Junqueras, que emprenda la arquitectura de la consulta y dejará en manos de Romeva su organización.

Puigdemont ha pedido a la CUP que no le apoye en la cuestión de confianza esta semana si después no piensa aprobar el presupuesto. ‘Aconsejo que quien no tenga intención de aprobar los presupuestos mejor nos ahorre tiempo y no me otorgue la confianza. No hay confianza sin presupuesto’, dijo en su discurso en el parlamento.

Puigdemont ha propuesto iniciar una ‘cadena de confianzas’ que llegue hasta la independencia, incluyendo todas las etapas de la hoja de ruta, así como los presupuestos. Una cadena de confianzas, continuó, ‘que involucre a todos, que no excluya a nadie y que no prescinda de nadie’.

 

 

LA VANGUARDIA

Las diez frases del discurso de Puigdemont

JAUME PI

Carles Puigdemont convocará un referéndum sobre la independencia en septiembre. Pase lo que pase y sea pactado o no con el Estado. Así lo ha anunciado este miércoles el presidente de la Generalitat durante el discurso sobre la cuestión de confianza a la que se somete esta semana. Puigdemont ha dejado frases muy significativas sobre el rumbo de su Govern de Junts pel Sí en los próximos meses.

– «Si el Parlament me retira la confianza, iremos a elecciones y será legítimo. Si el Parlament me otorga su confianza, pido que se respete del mismo modo”

– «Debemos transitar de excepcionalidad a excepcionalidad hasta la normalidad final”

– «Les pido que nos demos confianza mutuamente, poder culminar este proceso y decirle al mundo que vamos en serio”

– «Si alguien mañana me da la confianza pero no aprueba los presupuestos, le pido que no me la otorgue”

– «El tránsito de la post autonomía a la pre independencia se hará con las máximas garantías y seguridad”

– «La fórmula ideal es un referéndum pactado con el Estado. Tantas veces lo hemos pedido, tantas lo han rechazado. ¿Debemos descartarlo? No, nosotros no”

– «Para negociar con ETA, se reunieron al menos en dos ocasiones; para negociar con nosotros, no quere ni sentarse en la mesa”

– «Esto es real, no somos un rebaño de gente crédula y adoctrinada como pregonan los medios ‘dependentistas’”

– «O referèndum o referèndum”

– “Si no hay referéndum pactado, estaremos a punto para un referéndum durante la segunda quincena de setiembre de 2017”

 

 

ELNACIONAL.CAT

Puigdemont garantiza un referéndum el próximo septiembre como muy tarde

Marta Lasalas

«O referéndum, o referéndum». Esta es la síntesis de la propuesta que el president, Carles Puigdemont, ha dibujado esta tarde en el hemiciclo del Parlament a la hora de concretar los últimos pasos de la hoja de ruta independentista. «Como mucho, convocaremos un referéndum para la segunda quincena de septiembre del año que viene», ha anunciado además de señalar al vicepresident, Oriol Junqueras, como responsable de poner en marcha la arquitectura para hacerlo posible.

Puigdemont ha reiterado que su Govern no renuncia a buscar un referéndum pactado con el Estado, pero ha dejado igualmente claro que una negativa desde Madrid no frenará el objetivo secesionista.

«Trabajaremos con la voluntad de hacer un referéndum acordable con el Estado, en todo momento, pero si llegamos al final de la legislatura y no ha habido ninguna respuesta positiva en este sentido, estaremos preparados y a punto para subir el último peldaño antes de proclamar de manera efectiva la independencia de Catalunya», ha explicado.

No sólo eso. Puigdemont ha señalado al vicepresidente Junqueras como responsable de emprender la arquitectura de un referéndum que se tendrá que organizar a través de la conselleria de Raül Romeva. «Un encargo que apelará a todo el Govern y del que todo el Govern asume la responsabilidad que le corresponde», ha remachado.

 

 

NACIÓ DIGITAL

Carles Puigdemont, el debate de la cuestión de confianza

Adrià Costa

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha certificado su compromiso con la convocatoria de un referéndum vinculante para completar el proceso soberanista. Este ha sido el mensaje central de su discurso en la primera jornada del debate de la cuestión de confianza , cerrada con los aplausos de los diputados de Juntos por Sí (los escaños de la CUP la reacción ha sido más tibia). «La resolución de la demanda catalana se hará de esta manera: o referéndum o referéndum», expresó Puigdemont. Lo ha repetido dos veces, de una forma clara y concisa. También ha concretado la fecha de la consulta a la ciudadanía: la segunda quincena del mes de septiembre.

El Gobierno asumirá de forma inmediata el encargo planteado por el presidente, siempre que Puigdemont supere la cuestión de confianza. De hecho, en su intervención, ha detallado que será el vicepresidente del Ejecutivo, Oriol Junqueras, quien tendrá la máxima responsabilidad en el diseño de la arquitectura del referéndum mientras que el consejero Raül Romeva encargará de los trabajos para gestionar la participación en la consulta. «Con ello culminaremos la legislatura», remachó.  «No debemos ser nosotros quienes decidimos descartarlo [el referéndum pactado]» Puigdemont ha arrancado la cuestión de confianza destacando el componente «excepcional» de la legislatura. Excepcional, dijo, por «mandato plebiscitario» del 27-S, por la investidura a última hora, debido a que la CUP tumbara los presupuestos y por la convocatoria de este trámite parlamentario inédito. «Hemos cubierto con creces la dosis recomendable de excepcionalidades», resaltó el presidente de la Generalitat, que ha llamado a construir una «cadena de confianzas» con los anticapitalistas hasta culminar la legislatura a través de un referéndum vinculante para el última quincena de septiembre de 2017, momento en que el país estará «preparado» para ser un Estado. Esta iniciativa la adelantó Nació Digital el pasado viernes . «O referéndum, o referéndum», ha resaltado. ¿Cuál es la validación idónea del proceso? «El mecanismo más claro es un referéndum acordado con el Estado. Todos sabemos que tantas veces que lo hemos pedido, tantas veces nos lo han negado. Pero no hay que descartar. Vengo a decir que no debemos ser nosotros quienes decidimos descartarlo «, consideró el presidente hacia el final de su intervención, donde ha aprovechado para cargar contra los partidos españoles por no querer hablar con los independentistas y» encontrar un camino de solución «. Ha sido especialmente duro con el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, y su mensaje amenazador con el independentismo. En un discurso claramente comprometido con la independencia – «Este es es mi compromiso, para que nadie tenga ninguna duda», expresó el Parlamento-, Puigdemont ha detallado que el estado propio es «un horizonte factible, necesario e irreversible». «Es el resultado de una voluntad popular que no da marcha atrás», subrayó, al tiempo que indicó que la oferta de referéndum pactado «no caduca». «Los fundamentos del proceso se mantienen intactos. A finales de julio aprobaremos las leyes y convocaremos a los ciudadanos a las urnas para que permitan la declaración de la independencia. encargaré al vicepresidente Oriol Junqueras que emprenda la arquitectura de un referéndum a través del cual se devuelva en Cataluña su soberanía «, destacó. Raül Romeva encargará de la participación en este referéndum.

 

Carles Puigdemont, el debate de la cuestión de confianza

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha certificado su compromiso con la convocatoria de un referéndum vinculante para completar el proceso soberanista. Este ha sido el mensaje central de su discurso en la primera jornada del debate de la cuestión de confianza, cerrada con los aplausos de los diputados de Juntos por el Sí (en los escaños de la CUP la reacción ha sido más tibia). «La resolución de la demanda catalana se hará de esta manera: o referéndum o referéndum», expresó Puigdemont. Lo ha repetido dos veces, de una forma clara y concisa. También ha concretado la fecha de la consulta a la ciudadanía: la segunda quincena del mes de septiembre.

El Gobierno asumirá de forma inmediata el encargo planteado por el presidente, siempre que Puigdemont supere la cuestión de confianza. De hecho, en su intervención, ha detallado que será el vicepresidente del Ejecutivo, Oriol Junqueras, quien tendrá la máxima responsabilidad en el diseño de la arquitectura del referéndum mientras que el consejero Raül Romeva se encargará de los trabajos para gestionar la participación en la consulta. «Con ello culminaremos la legislatura», remachó.

 

«No debemos ser nosotros quienes decidamos descartarlo [el referéndum pactado]»

Puigdemont ha arrancado la cuestión de confianza destacando el componente «excepcional» de la legislatura. Excepcional, dijo, por «mandato plebiscitario» del 27-S, por la investidura a última hora, debido a que la CUP tumbó los presupuestos y por la convocatoria de este trámite parlamentario inédito. «Hemos cubierto con creces la dosis recomendable de excepcionalidades», resaltó el presidente de la Generalitat, que ha llamado a construir una «cadena de confianzas» con los anticapitalistas hasta culminar la legislatura a través de un referéndum vinculante para el última quincena de septiembre de 2017, momento en que el país estará «preparado» para ser un Estado. Esta iniciativa la adelantó Nació Digital el pasado viernes. «O referéndum, o referéndum», ha resaltado.

¿Cuál es la validación idónea del proceso? «El mecanismo más claro es un referéndum acordado con el Estado. Todos sabemos que tantas veces como lo hemos pedido, tantas veces nos lo han negado. Pero no hay que descartarlo. Vengo a decir que no debemos ser nosotros quienes decidamos descartarlo», consideró el presidente hacia el final de su intervención, donde ha aprovechado para cargar contra los partidos españoles por no querer hablar con los independentistas y «encontrar un camino de solución». Ha sido especialmente duro con el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, y su mensaje amenazador con el independentismo.

En un discurso claramente comprometido con la independencia -«Este es es mi compromiso, para que nadie tenga ninguna duda», expresó en el Parlamento-, Puigdemont ha detallado que el Estado propio es «un horizonte factible, necesario e irreversible». «Es el resultado de una voluntad popular que no da marcha atrás», subrayó, al tiempo que indicó que la oferta de referéndum pactado «no caduca».

«Los fundamentos del proceso se mantienen intactos. A finales de julio aprobaremos las leyes y convocaremos a los ciudadanos a las urnas para que permitan la declaración de la independencia. encargaré al vicepresidente Oriol Junqueras que emprenda la arquitectura de un referéndum a través del cual se devuelva a Cataluña su soberanía», destacó. Raül Romeva se encargará de la participación en este referéndum.

 

Estructuras de Estado

Puigdemont ha confiado en que la unidad popular «no dará marcha atrás», y ha señalado que hace falta «pragmatismo», «política» y «democracia» para «alcanzar el horizonte» de convertir Cataluña en un Estado. El presidente ha señalado tres prioridades: construir las estructuras necesarias para garantizar el éxito de la independencia, preparar las leyes de desconexión y tener un mecanismo democrático para validar el proceso en las urnas.

«A finales de junio de 2017 tendremos a punto las estructuras necesarias para actuar como un Estado dentro de la Unión Europea. Estaremos preparados para hacerlo de manera ordenada, sin saltos al vacío y con garantías sobre la viabilidad económica del nuevo Estado», resaltó el presidente, que ha apuntado que el país estará «preparado» para «desconectar de España con garantías».

Puigdemont ha insistido en que se está trabajando en todas las leyes necesarias para que el Estado catalán pueda asumir las «nuevas funciones» propias, tales como la seguridad, las telecomunicaciones, la justicia, el reconocimiento internacional, la diplomacia, las estrategias sobre tratados a los que habría adherirse, la protección social, la energía, las infraestructuras, los centros de investigación, la pesca o los seguros agrarios. «Los ciudadanos tendrán a su disposición toda la información sobre las estructuras de Estado», afirmó el presidente para referirse al momento en el que los ciudadanos tengan que validar el proceso de desconexión.

 

Mensaje a la CUP para validar los presupuestos

Puigdemont ha detallado que los nueve meses de legislatura han estado llenos de turbulencias. «De excepcionalidad a excepcionalidad hasta la normalidad final», apuntó el presidente. «Hoy les propongo que empecemos una cadena de confianzas, que no se acabe mañana y que continúe hasta que Cataluña sea un Estado independiente de pleno derecho», remachó. Puigdemont ha expuesto que se compromete «a trabajar con una complicidad y una coordinación mayor» con los grupos que le otorguen la confianza.

Tras detallar las medidas que no se han podido aplicar por el hecho de tener que prorrogar los presupuestos -desde el incremento de los recursos para atender la pobreza o la ley de la dependencia hasta el aumento de los usuarios de la renta mínima de inserción-, el presidente advirtió a la CUP de que un sí a la cuestión de confianza debe ir acompañado de la validación del nuevo proyecto de presupuestos. Su mensaje ha sido claro y contundente: «O aprueban presupuestos o haré uso para convocar elecciones». La sentencia de Puigdemont ha generado ruido de fondo en la cámara.

 

Reunión del grupo parlamentario

Antes de comenzar el debate, el presidente ha reunido al grupo parlamentario para informar a los diputados de Juntos por el Sí de la actualización de la hoja de ruta, y también se encontró con su predecesor, Artur Mas. A lo largo de las últimas semanas, en las citas semanales de la cúpula de la coalición ha habido «debate intenso», según varias fuentes conocedoras del contenido, sobre la idoneidad de apostar por el referéndum. Puigdemont les ha anunciado la voluntad de convocar una consulta vinculante para culminar el proceso en otoño de 2017.

El último encuentro de la dirección de Juntos por el Sí se produjo el lunes por la tarde, y fue más apacible que los anteriores, durante los que Germà Bel, independiente, se posicionó claramente en contra del referéndum unilateral. La reunión del Gobierno de ayer fue «corta y apacible», según las fuentes consultadas por Nació Digital.

«Algunos querrán aprovechar la oportunidad para que se detenga la legislatura y vayamos a unas elecciones, o para enviar a la papelera de la historia un proceso que ha vuelto a demostrar su capacidad de movilización. no me asusta ningún escenario», apuntó Puigdemont, que ha querido» quitar dramatismo «a que mañana no supere la cuestión de confianza». Pero si la mayoría del Parlamento me renueva la confianza, pido que sea respetado por parte de aquellos que hubieran preferido otra decisión», agregó posteriormente.

 

Calendario apretado

La cuestión de confianza se cerrará mañana con la votación sobre la continuidad de Puigdemont. La próxima semana también será decisiva: el miércoles arranca el debate de política general, que deberá concretar aún más la hoja de ruta a través de las resoluciones que se aprobarán en relación al mecanismo para validar el proceso en las urnas.

Tras el debate de política general arrancará oficialmente la negociación con la CUP por los presupuestos, que son una de las piezas claves de la legislatura. Los anticapitalistas Esperan un gesto de Puigdemont para desatascar la situación.