Un rey, tres aviones y una pancarta

Las almas candidato, hay muchas almas cándidas y muchas más que se hacen pasar por cándidas, querían teóricamente una manifestación en Barcelona sin símbolos, que fuera aséptica como el quirófano de un hospital, una propuesta que es irreal, fuera del mundo, la respuesta a un matanza del terror es siempre política, porque es la sociedad colectivamente que responde.

¿Por qué la sociedad catalana en su conjunto, en el momento de mostrar su dolor por los muertos, tenía que esconder sus banderas, su manera de entender el mundo, la posibilidad de mostrar al mundo el dolor por quince personas muertas.

Alguien piensa realmente que no llevar ningún símbolo es un acto apolítico, alguien cree que aquel que se manifiesta sin ningún símbolo está más dolorido por la herida recibida, que el señor o la señora que lo hace con una bandera de su país o con otro símbolo.

Hasta aquí la discusión era dentro de la sociedad catalana, un debate por cómo transmitir de la manera más clara el dolor colectivo, y ofrecer el respeto a nuestros muertos y sus familiares.

Pero en medio de este camino llegó el hombre bandera, el nuevo Rey español, Felipe VI de Borbón, que no es nada más que una bandera, una bandera muy bien pagada, pero al fin y al cabo símbolo indiscutible de la españolidad y de la oligarquía parasitaria española.

Desde el mismo momento que anunció su presencia cualquier debate sobre el sentido apolítico de la manifestación del sábado 26 de agosto estaba cantada, España quería desembarcar en Barcelona, para cobrarse no se sabe qué derechos, intentando ofrecer una imagen «de unidad «en el dolor bajo la bandera del Borbón. Pura pornografía.

La operación seguramente era fruto de la mente privilegiada de aquella «ratita que barría la escalera» que España tiene como vicepresidenta, la que seguramente pensó, vamos a organizar la manifestación de masas a favor de España que no habían conseguido hacer nunca en Cataluña, qué importa si tenemos que utilizar los muertos y el dolor de los otros, el PP es especialista en eso, ¿se ha olvidado el 11 M de 2004?

Por un momento en sus sueños más húmedos lo vieron claro, una masa de gente aséptica, compungida, triste, sin símbolos, todos detrás del Rey Borbón y una única magnifica pancarta que decía «España contra el terrorismo. Gracias, Majestad» la que deberían llevar los leales súbditos catalanes. ¡Todos aquí!, una manifestación de dolor, «apolítica» según los ideólogos de la tercera restauración borbónica.

Para proteger al hombre bandera, el gobierno español organizó tres aviones pagados con dinero público, para traer a toda la clase política madrileña a desembarcar en Barcelona, un grupo entre guardia pretoriana y sicarios para proteger a su hombre.

Todo muy bien planificado, lastima que les faltaba un ingrediente imprescindible, el «populacho» que dicen ellos, ¿tal vez pensaban que les pasaría como con Fernando VII, y que el pueblo de Cataluña saldría detrás del Borbón gritando «Viva las caenas»? Estas cosas sólo pueden pasar o ser inventadas en Madrid.

El resultado final de tan alucinante plan de españolización exprés ha sido un fracaso rotundo, como no podía ser de otra manera, porque aún no han entendido o no quieren entender, que los independentistas no salieron con las esteladas para robar una foto, como han dicho algunos, los independentistas llenaban la calle porque son el pueblo de Cataluña, no tienen necesidad de organizar aviones desde Madrid para hacer guardia al rey borbón.

La fotografía de la manifestación de ayer es multicolor y plural como lo es la sociedad catalana, donde la hegemonía de los que quieren construir la república catalana es muy clara, pero donde tienen cabida otros. Tanto es así, que la imagen del hombre solitario lleno de banderas españolas, preparadas para regalarlas «espontáneamente», ha hecho el pleno en la red, nadie le decía nada, nadie ha hecho un gesto para agredirle, y la inmensa mayoría rechazaba la bandera borbónica.

Todos los símbolos eran permitidos en la manifestación de ayer, también aquellos que les recordaban al Borbón y a Rajoy que comerciar con armas con Arabia Saudita, monarquía teocrática criminal, es incompatible con la lucha contra el terrorismo, una visión que quizás alguien discutirá, pero vista la trayectoria de la casa de los Saud en Arabia parece bastante incontestable su financiación a grupos criminales yihadistas.

La manifestación recogió ayer el duelo de la sociedad catalana en general, con todos sus matices y sombras, la proporción así a ojo era de 25 esteladas por una bandera borbónica, nadie sufrió ningún ataque por llevar la bandera del borbón, les aseguro que si la proporción habría sido inversa, los catalanes con la estelada habrían sido agredidos.

GEOPOLITICA.CAT

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