Excepción

Esta semana se recuperará el Parlamento disuelto a golpe de 155. Conviene recordarlo siempre que sea necesario: estamos en un estado de excepción consecuencia de un golpe de estado. Se suprimió el autogobierno catalán de forma ilegal a partir del 20 de septiembre de 2017 y nos encontramos bajo un régimen inconstitucional. La aplicación e interpretación que se ha hecho del artículo 155 es abiertamente inconstitucional. En una democracia real, el TC efectuaría un control de constitucionalidad y corregiría los abusos. En España, el TC ha recibido un recurso contra el 155 pero ha decidido paralizarlo hasta que se deje de aplicar. ¿Se entiende el alcance de esta supresión del estado de derecho? El gobierno español puede aplicar un artículo de forma abusiva durante todo el tiempo que quiera y la justicia no intervendrá. ¿Esto significa que si la aplicación del 155 fuera indefinida, el TC nunca se pronunciaría? El sistema de controles cruzados entre los poderes del Estado, dinamitado.

Paralelamente, son los jueces españoles quienes decidirán quién puede ser diputado, quien puede ser presidente, e incluso el alcance de su actuación parlamentaria. Con el exilio y el encarcelamiento de parlamentarios electos, bajo acusaciones fantasiosas de delitos inventados, se condiciona de forma determinante el nuevo Parlamento. Hay diputados que han tenido que condicionar el sentido y las limitaciones de su actuación parlamentaria futura, para tratar de recuperar la libertad.

El estado de excepción no se acabará hasta que Cataluña sea independiente. Hay que tenerlo claro y entender que esto condicionará toda la actuación política. El autogobierno se ha suprimido y no se recuperará. El nuevo gobierno autonómico no tendrá el control de las finanzas, el nuevo Parlamento no podrá aprobar ninguna ley de una cierta trascendencia, las competencias en educación y seguridad serán recentralizadas, los medios públicos se debilitarán hasta perder su función. Sólo nos queda un camino, pero serán necesarias nuevas estrategias y nuevos liderazgos.

EL PUNT-AVUI