Montserrat Guibernau: «No basta con la declaración de independencia»

La catedrática de ciencias políticas de la Queen Mary University de Londres considera que lo que es «imprescindible» es «el reconocimiento internacional»

La tarea diplomática y política de Cataluña en el exterior es «imprescindible» para lograr la independencia. Es la opinión de la catedrática de ciencias políticas de la Queen Mary University de Londres, Montserrat Guibernau, que cree que hay que buscar apoyos políticos dentro y fuera de la Unión Europea para conseguir un Estado propio de pleno derecho. «No basta con una declaración de independencia. Lo que se necesita es el reconocimiento, porque ésta es la base de las relaciones internacionales en el mundo de hoy», asegura Guibernau. La catedrática cree que ahora es el momento «de invertir al máximo» en diplomacia exterior porque ya «se ha internacionalizado la problemática de Cataluña». El debate independentista generado en Cataluña a raíz de la manifestación de la Diada y de la convocatoria de elecciones anticipadas para el 25-N ha sido noticia destacada en algunos de los principales medios de comunicación de todo el mundo, algunos de referencia como el ‘Financial Times’ , el ‘New York Times’, ‘The Guardian’, la BBC o Al Yazira. Pero por la catedrática catalana establecida en el Reino Unido, Montserrat Guibernau, lo importante no es sólo llegar a las cabeceras más prestigiosas, sino entrar en los despachos de los primeros ministros y presidentes más importantes del mundo. Y aunque a través de los diarios el mensaje catalán empieza a llegar a la Casa Blanca, el 10 de Downing Street, el Elíseo o la cancillería alemana, hay que «invertir al máximo» en diplomacia directa.

 

«Es una tarea imprescindible», asegura Montserrat Guibernau, entrevistada por la ACN. «En estos momentos se ha internacionalizado la problemática de Cataluña. El deseo de Cataluña a decidir su futuro político no puede ser ignorado tras la manifestación del 11 de septiembre, y no puede ser porque, además, a medios de comunicación de Estados Unidos y de diferentes países de la Unión Europea, de todo el mundo, se habla de Cataluña y se reconoce esta situación «, destaca la catedrática.

 

Un proceso que no se improvisa

 

Según ella, es necesario ir más allá y «buscar el apoyo de estados-nación, porque estos cuentan». «Esto es un proceso que no se improvisa», destaca Montserrat Guibernau que cree que hay que buscar apoyos «allí donde se puedan obtener» ya sea dentro o fuera de la Unión Europea. Y es que, de hecho, Guibernau ve difícil que la Unión de los 27 reconozca en bloque una Cataluña independiente tras un referéndum.

 

«La Unión Europea está formada por Estados, que son los que la financian, los que ponen las normas y los que han escrito la legislación que la constituye. Por tanto, y en principio, la Unión Europea lo que hará será apoyar a España como estado miembro «, admite la catedrática. Según Guibernau, la primera decisión de Europa será preguntarse «qué dice España?». «Si España no reconoce, la Unión Europea no reconocerá», predice esta académica, que aún así asegura que «una unión que se define como democrática tampoco puede ignorar la voluntad del pueblo catalán como nación integrada».

 

¿Quien iría con Cataluña ?

 

El proceso entre una declaración de independencia y el reconocimiento internacional «es una situación que en este momento no se puede prever», según Guibernau, especialmente si el Estado español no permite el referéndum y lo tilda de ilegal. «Habría países que podrían solidarizarse con Cataluña, y países que no. Sería difícil que la Unión Europea respondiera de manera conjunta, porque incluso cuando se produjeron las declaraciones de independencia de los países de las antiguas repúblicas soviéticas, no Fue la UE como entidad la que las reconoció, sino que ellas se declararon independientes, pasaron unos días, nadie las reconocía, luego un país reconoció y al día siguiente un par más y así de forma progresiva «, explica Guibernau .

 

«Es muy, muy importante que Cataluña obtenga algún tipo de reconocimiento internacional. Sin el reconocimiento internacional no se puede hacer nada porque una de las normas para la creación de un nuevo Estado es que éste sea reconocido por los demás», reconoce la catedrática. Por ello, es contundente al avisar de que «no basta con una declaración de independencia, se necesita el reconocimiento porque es la base de las relaciones internacionales en el mundo de hoy». Guibernau admite que puede haber un período inicial de incertidumbre justo después de una declaración de independencia o referéndum pero que políticamente, y especialmente a nivel internacional, «es muy difícil negar la voluntad de un pueblo, ignorarla completamente».

 

Guibernau no se atreve a predecir qué estados podrían estar más dispuestos a reconocer una hipotética Cataluña independiente. «Tendrá que ver el color de los gobiernos, pero también con los intereses que puedan tener, ya sean geopolíticos, o económicos», destaca. «Los estados-nación miran por su propio interés, y también en el caso de decidir a quién apoyan o no, dependerá de su interés», añade Guibernau. «El altruismo, desafortunadamente, no es muy elevado en estos ámbitos, pero sí es cierto que en los momento en que se defiende la democracia, hay algunas situaciones que no se pueden ignorar», concluye.

 

La reacción del Estado español

 

Como experta en naciones sin Estado, Montserrat Guibernau es una de las voces más prestigiosas del mundo académico para comparar el proceso de Cataluña con el que vive Escocia dentro del Reino Unido. «La diferencia es abismal», reconoce. «Cuando el gobierno escocés dice que quiere convocar un referéndum, Londres dice ‘bueno, miraremos a la legislación como podemos acomodar este referéndum’ y nadie cuestiona si se podrá hacer o no», destaca Guibernau, que señala que el debate entre Londres y Edimburgo se centra en «cuál será la pregunta a formular o la fecha».

 

«Cuando se habla de un referéndum en Cataluña, el Estado responde diciendo que los referendos no están contemplados en la constitución española, y punto. Y es cierto . Por tanto, un referéndum sería ilegal «, admite esta catedrática, que cree que la tradición democrática de siglos del Reino Unido influye en la capacidad de adaptarse de Londres y la rigidez de Madrid. La ilegalidad -o alegalidad- del referéndum catalán, sin embargo, no debería ser necesariamente un impedimento, según Guibernau, que cree que una consulta sería más determinante que una declaración unilateral de independencia desde el Parlament.

 

«Si un referéndum no es legal, pero tienes un índice de participación alto, bien superior al 50%, y la población se decanta a favor de iniciar este proceso hacia la autodeterminación, tienes mucha más solidez y mucha más fuerza que con una declaración del Parlamento», asegura. «Sería un acto democrático en el que se reflejaría totalmente la soberanía popular», añade.

 

Con todo, Guibernau tiene dudas sobre si el gobierno español de Mariano Rajoy «se toma en serio las medidas que se han tomado hasta ahora en Cataluña». «No sé hasta qué punto piensan que es una posibilidad real que salga una mayoría a favor de iniciar este proceso de autodeterminación de Cataluña», destaca. «Es posible que lo subestimen todo porque, desde el poder, a veces se está poco acostumbrado a negociar y más acostumbrado a dar órdenes o mandar». Pero una actitud inflexible de Madrid, según Guibernau, podría ser contraproducente para los intereses españoles. «Sería bueno, evidentemente, que hubiera una reflexión y que hubiera un punto de encuentro. Sería mucho mejor, sobre todo para España», destaca.

 

* Catedrática de ciencias políticas de la universidad Queen Mary de Londres

 

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