Escocia no es Turquía

Durante los últimos días, del mundo anglosajón los catalanes hemos recibido tres alegrías. Primera: el Parlamento británico ya debate las condiciones y las implicaciones de una posible Escocia independiente, hasta el punto que este mes de octubre ha publicado un informe sobre el tema.

 

Este informe, que ha escrito el profesor de Oxford Graham Avery, director general honorario de la Comisión Europea, se refiere a la manera de integrar un Estado escocés en la UE. El informe dice que si los escoceses han sido ciudadanos de la UE durante cuarenta años, y lo quieren seguir siendo, difícilmente se les debería hacer salir y volver a entrar, como si fueran parte de un país que nunca ha formado parte como Turquía. Esta opinión ha sido defendida por el comisario Almunia, que hasta hace pocos días decía que «no era claro que ciudadanos europeos con derechos adquiridos (y moneda en el caso catalán) pudieran ser despojados de un día para otro, en caso de secesión de un territorio de un Estado ya miembro de la UE, como si nada». Segunda: en medio de la campaña del miedo y de las amenazas que PP y PSOE lanzan contra los catalanes en caso de una hipotética independencia, incapaces como son de ofrecer nada positivo a los catalanes para que continúen dócilmente aceptando el centralismo madrileño, de Gran Bretaña nos llega un artículo publicado en The Economist el pasado 3 de noviembre.

 

En el semanario más influyente del mundo se dice que «una España ultradependienet de la UE con respecto a rescates y a intervenciones no podrá vetar una Escocia independiente dentro de la UE». Tercera: The Wall Street Journal ha hecho un artículo durísimo contra el sistema bipartidista español, en el que dice que en España las reformas son ineficientes y que el presidente español Mariano Rajoy tiene unas maneras excesivamente diletantes de hacer política, por cuanto aplaza al máximo la toma de decisiones urgentes, hasta el punto de compararlo con un líder del partido comunista chino. El artículo «España rescatada pero no salvada» da incluso nombres y apellidos de políticos españoles de PP y PSOE que son presentados como ejemplos de mediocridad y amiguismo. Un servidor, que hace tiempo que va diciendo y escribiendo cosas parecidas, se siendo muy reconfortado de ver que los medios internacionales más influyentes del mundo también opinan de la misma manera. El mundo es infinitamente más grande que la burbuja mediática madrileña.

 

 

http://www.eltemps.cat/article/826/Escocia-no-es-Turquia