El voto que busca UPyD

Las declaraciones llamativas a las que nos va acostumbrando el diputado populista Toni Cantó están motivando muchos comentarios en las redes sociales. En muchos casos, lo califican de payaso, descerebrado o imbécil rematado por sus exabruptos sobre destruir con bombas la Televisión Valenciana, la ausencia de derechos de los animales, o el desprecio de la violencia contra las mujeres.

 

Yo no creo que lo sea. No creo, de ninguna manera, que sea un retrasado o un imbécil, por mucho que sus comentarios puedan invitar a atribuirle calificaciones por el estilo. Creo, más bien, que a pesar de ser un actor mediocre, tiene un conocimiento de la profesión y de la escena, que lo califica perfectamente para intentar alcanzar en la política, el protagonismo que no le han dado sus facultades artísticas, quizás un poco demasiado justitas.

 

Creo, en cambio, que el olfato de su jefe de filas, que hace más de treinta años que vive exclusivamente de la política, ha detectado perfectamente cierto aroma de final de ciclo. Durante 35 años, los dos partidos beneficiarios de la operación de maquillaje del franquismo, que se llamó -pomposamente- transición democrática, han hecho lo imposible para mantener el personal en un estado de ignorancia y de indiferencia, que les ha resultado claramente beneficioso. El sistema ‘ahora tú, ahora yo’, que les ha llevado a ser cada vez más parecidos entre sí, puede estar caducando ahora mismo. Y esto abre un espacio político que, tradicionalmente, el populismo ha tratado de ocupar.

 

Para aprovechar las (nefastas) consecuencias del bipartidismo prácticamente monocolor del PP / PSOE, que, convertidos en maquinarias de selección inversa, han acabado por saturar al personal con políticos mediocres e incompetentes, abriendo así el melón del recambio posible. En estas circunstancias, el populismo se esforzará en captar un voto que podríamos llamar (perdóneseme el barbarismo) ‘voto garrulo’. Una especie de votantes atraídos por proclamas estridentes, tópicos adocenados, propuestas simplistas y declaraciones «antipolíticas». Recordemos que el mismo Franco decía aquello de «haga como yo, no se meta en política». En perfecto paralelismo, Rosa Díez carga -de cuando en cuando- contra los «políticos profesionales», obviando que ella misma es la decana.

 

Creo que es este el sector en el que partidos como UPyD pretenden captar, con declaraciones como las del ‘figura’ Toni Cantó, que pasa de despreciar Cataluña, o a todas las autonomías, a ridiculizar a los animales, y a todos aquellos que no están a favor de torturarlos públicamente. De vez en cuando se les puede ir la mano y dar un paso en falso, como cuando se han burlado de las mujeres maltratadas. Quizás concluirán que esto no les aporta votos, y ya no seguirán más en la misma línea.

 

No es necesario, sin embargo, pensar por ello que son imbéciles o que no saben qué hacen ni qué dicen. Entiendo que es una estrategia bien calculada para alcanzar una notoriedad y una presencia pública que les permita colocar su mensaje simplista. Si queremos empezar a preocuparnos de ello, basta con que miremos a nuestro alrededor y nos preguntemos cuántos votantes garrulos conocemos. Hablo de personal capaz de tragarse que el déficit económico es culpa de las autonomías, que la mala imagen de España la provoca el independentismo, o que todos los políticos son iguales. ¿Encuentra pocos de este tipo?

 

http://www.suay.cat/2013/02/el-vot-que-busca-upyd.html