El combate de las ideas

El proceso hacia el derecho de decidir avanza. Parece ser que Cataluña camina hacia la celebración de un referéndum, que por ahora tiene el apoyo del 78% de la ciudadanía. Sin embargo, y de manera paralela a la evolución del convencimiento que genera la consulta, también aumentan los ataques del Estado contra el proceso soberanista aprobado por el Parlamento de Cataluña con el presidente Artur Mas a la cabeza. Esta semana hemos tenido un buen ejemplo de hasta dónde pueden llegar estos ataques: la amenaza del fiscal general del estado, Eduardo Torres-Dulce de quitar al fiscal jefe en Cataluña, Martín Rodríguez Sol, ha acabado con la renuncia de este último. La actuación del fiscal general es una atentado a la democracia y a la libertad de expresión. Después de todo, Rodríguez Sol tan solo había afirmado que «si no hay solución en Madrid [en referencia a la celebración del referéndum] debe verse qué ámbito de competencias nos queda y qué se puede hacer a través de una ley de consultas «(refiriéndose a la del Parlamento de Cataluña). En fin, la actuación de la fiscalía del Estado es aviso del gobierno de que está dispuesto a todo para impedir que las tesis soberanistas avancen.

 

Ante una ofensiva como ésta, que de momento es light, Cataluña debe reaccionar. Desde Cataluña no se podrá ganar la batalla política si antes no se gana en el terreno de las ideas. Se trata del combate de los argumentos para explicar al mundo entero qué es lo que está pasando y cuál es el proceso democrático que queremos hacer. Esta es la gran cuestión: dar argumentos a favor de la democracia y fijar una estrategia que permita hacer entender a los líderes políticos, de opinión y a la ciudadanía mundial en general que nuestro reclamo es poder decidir sobre nuestro futuro. Ahora, pues, la cuestión es saber cómo hacerlo y con qué herramientas, tanto desde el gobierno como desde la sociedad civil.

 

Y si hablamos de herramientas, hay muchas y muy notables, como las informaciones del Colectivo Emma, el trabajo de las entidades reunidas en la FOCIR, pasando por el boletín In-Transit y la revista Catalán International View. Todas ellas son iniciativas que tienen años de trayectoria y que han contribuido a explicar la realidad catalana en el exterior. Ahora se añaden, como mínimo, dos más. La primera, promovida por la sociedad civil: una web llamado Elclauer.cat, impulsado por catorce entidades soberanistas y coordinado por el amigo Francesc-Marc Álvaro, que pretende dar respuesta a las preguntas que genera el proceso independentista y hacer pedagogía, sobre todo dando respuesta a los interrogantes que puede generar. La segunda, DIPLOCAT (Consejo de Diplomacia Pública de Cataluña), que es una instancia vinculada al Gobierno y que desarrollará una estrategia de diplomacia pública dirigida a la sociedad civil internacional para dar a conocer Cataluña. Sean bienvenidas estas dos iniciativas para que cualquier esfuerzo que se haga en este sentido será, sin duda, útil y generoso con el proceso que vive el país.

 

En fin, como decía al principio, ahora es la hora de las ideas. De las nuestras. Y también es la hora de la estrategia. De la nuestra. Ha llegado la hora de pensar cómo lograr el sueño y hacerlo realidad. Y para eso hay que prepararse. Y eso significa hacer política. Política de verdad, en mayúsculas. Y es que ya lo decía Joan Fuster: «Toda política que no hacemos nosotros, será hecha contra nosotros».

 

http://www.elsingulardigital.cat/