La quinta Alemania

El liderazgo de la quinta Alemania en Europa está llamada a fracasar

Epílogo de una reflexión“La quinta Alemania. Un modelo hacia el fracaso europeo” es un libro publicado en un mayo lluvioso, escrito por Rafael Poch, Ángel Ferrero y Carmela Negrete. Y ya en el prólogo Rafael Poch justifica las cinco Alemanias habidas en la historia de la Europa contemporánea. Como  valoración del libro transcribo su epílogo, que viene a ser como la estrofa iterativa de una canción. El libro publicado en Icaria, como verán, merece mucho la pena.

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“La Alemania que se vende como modelo para Europa es un fracaso. Contiene una involución socio-laboral sin precedentes desde la posguerra, con generalización de la precariedad, una caída de la esperanza de vida de dos años para los más pobres registrada en la última década, una de las tasas de natalidad más bajas de Europa, un ancho horizonte de pensiones de pobreza y una tasa de paro considerable.

Este modelo regresivo se impuso en Alemania a lo largo de veinte años. Ahora se impone bruscamente por los métodos más autoritarios y opacos al conjunto de Europa, aprovechando el shock de la crisis financiera.

Los resultados son manifiestamente negativos: más paro y más deuda a causa de una austeridad diseñada para que el sector financiero sobre íntegramente sus desfalcos a costa de las clases medias y bajas europeas.

En Europa el horizonte de esa política mes desintegrador. Nadie quiere formar parte de una Europa organizada sobre esas premisas que eliminan los últimos vestigios de soberanía nacional en Europa, en aras de fantasías reaccionarias supranacionales. El “más Europa” alemán es un nuevo capítulo de esa desposesión soberanista. Las naciones y los pueblos de Europa no van a comulgar con una imposición tan grosera y manifiesta. El liderazgo de la quinta Alemania en Europa está llamada a fracasar: Su peso y poder están muy lejos de ser suficientes para imponer su hegemonía al resto.

Este sistema inviable sólo consigue pasar como “modelo” a causa de la corrupción estructural de los medios de comunicación, que en su gran mayoría están en manos de los mismos intereses oligárquicos que promueven la Gran Desigualdad.

De puertas afuera se promueve un intervencionismo militar en el mundo orientado a la apropiación y control de recursos, es decir, lo que la historia conoce como imperialismo. Una  apuesta por las soluciones de fuerza en las relaciones internacionales y para los problemas globales, siguiendo el desastroso ejemplo de Estados Unidos y de la propia tradición colonial europea, conduce a una catástrofe.

La oposición a las veleidades dominantes de Alemania en Europa no es un asunto de lucha entre naciones, sino un aspecto del largo combate social europeo entre reacción y progreso. Por eso, en cada nación europea los impulsos de la quinta Alemania encuentran eco en los sectores más retrógrados. Desmontar el modelo autoritario-oligárquico europeo pasa por enfrentarse a los impulsos de la quinta Alemania. Así se escribe la historia europea”.

 

 

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