Las lluvias y seÍsmos están afectando a la peña de Añézcar
El historiador Iñaki Sagredo quiere realizar un estudio sobre los restos medievales
Añézcar. Los restos del Castillo de Sardea han quedado dañados por las intensas lluvias y los seísmos que han afectado a la peña de Añézcar en los últimos meses, hasta el punto de que los desprendimientos en el también llamado monte Ezkidi pueden llevar en un futuro a la desaparición de estos restos. Así lo constató Iñaki Sagredo, historiador y especialista reconocido de castillos medievales de Navarra, en una charla que impartió a los vecinos de Berrioplano ayer en el Centro Cívico María Domínguez de Nuevo Artica. En la ponencia, titulada Castillos de Navarra: Salvemos al castillo de Sardea, Sagredo expuso su idea de estudiar los restos arqueológicos de este castillo, situado en la cima de la Peña de Añézcar, muy próximo a Pamplona, y tan desconocido como importante.
El deterioro del castillo no se debe únicamente a los factores atmosféricos. Parte de los restos arqueológicos fueron utilizados para la construcción de una base para hacer publicidad con el toro de Osborne, que tras un tiempo fue retirado.
Sardea se remonta al siglo XIII, según Sagredo, y tenía una torre principal, de la que actualmente no queda huella, un foso y una muralla. Además del castillo, también está documentado un poblado medieval en sus alrededores, que se constituyó como un sistema defensivo. Según un escrito de la biblioteca de Bayona, el noble García Ximénez de Oriz era el responsable del castillo en el año 1234.
En diciembre de 2012 se envió la solicitud para realizar el estudio arqueológico de la zona. En un principio se iba a actuar sobre el castro de la Edad de Hierro y el castillo en tres puntos distintos. Sin embargo, tras lo ocurrido por los desprendimientos, se concretó el estudio solo en la parte superior del monte.
A la espera del permiso, el equipo arqueológico de la empresa de gestión cultural Larrate será el encargada de realizar la investigación según lo previsto, tras las fiestas de San Fermín. Con la investigación, se quiere rescatar la cimentación del castillo para poder estudiarla; analizar los restos y exponerlos al público; realizar visitas guiadas en la zona donde se encuentra y posteriormente enviarlos al Depósito Arqueológico del Gobierno. Para que quede constancia, también se realizará una documentación gráfica, ya que posibles complicaciones pueden hacer desaparecer los restos.
