En mis manos la nota de prensa que la Comisión de Igualdad de Baztan dio tras el batzarre de Elizondo que aprobó la colocación de las esculturas de los paqueteros dedicados al contrabando, he apreciado la manipulación de objetivos que se hace en ella, tergiversando los hechos. La nota se saca tras la aprobación del batzarre, diciendo «que de nuevo se quiere colocar» las esculturas, cuando hay una aprobación formal y unánime.
Y se deriva aludiendo a lo pedido (el año 2011), cuando la aprobación actual se realizó a conformidad con el donante y con el escultor. La primera deducción pues es que ni la causa de la mujer ni ninguna causa se puede defender desde la falsedad y la mentira.
Pero si en la nota de prensa se dice defender la igualdad de la mujer, flaco servicio se hace a la causa y a quienes realmente la defienden, más aún cuando se programa desde la base de las leyes existentes y programadas por el Estado y el Gobierno de Navarra, para aplicarlo contra una creación cultural que se atiene a la realidad de lo que fue el contrabando.
Quien pensaba que iba a leer y a quienes, basar la defensa de los derechos de la mujer desde las proclamas del Gobierno de Navarra (2010) «aún en vigor», -que dicen- se refuerza con la Ley Orgánica para la Igualdad del Estado, que propone «acciones positivas necesarias para corregir las situaciones de desigualdad en la producción y creación intelectual artística y cultural de las mujeres».
Independientemente de que la nota otorga a las Administraciones Públicas, «corregir la falta de igualdad de oportunidades», su confianza en las palabras cortesanas españolas y sus panegíricas lisonjas, arremete contra el homenaje a los paqueteros del contrabando, con una acusación genérica: «las mujeres han sido sometidas a un segundo plano históricamente, socialmente, culturalmente, económicamente y en otros espacios… para luego en el día a día, nos sorprenden situaciones como la que estamos viviendo en relación a las esculturas… no podemos seguir permitiendo situaciones como ésta en nuestros pueblos, no solo porque la ley nos ampara sino porque creemos en la justicia social…».
Y la pregunta que me asalta es qué tiene que ver la reivindicación de derechos de las mujeres con la erección de unas esculturas a la memoria de quienes portaron a sus hombros por el monte del valle de Baztan toneladas de género a todos los confines del Estado.
Al frente de dicha Comisión de Baztán, se halla la señora alcalde del valle, Garbiñe Elizegi, y el tema adquiere mayor dimensión, cuando en sesión plenaria el grupo de Bildu que dirige dicha señora consiguió con sus votos rechazar la donación, estando ya colocadas las esculturas, «La Comisión de Igualdad publicó un escrito que algunos lo tomaron como algo personal… Nosotros estamos a favor del escrito de la Comisión de Igualdad y nos parece lamentable haber perdido esta ocasión a favor de la paridad… Nosotros votaremos la no aceptación».
De todo ello puede deducirse que la alcaldesa de Baztan y el grupo que dirige actúan con más caras que posaderas, dadas las incongruencias de lo que dicen defender y lo que realmente hacen. La defensa de la mujer mediante esta clase de manifiestos de charlotada representan más a actos públicos de teatro que trabajar en favor de la igualdad de derechos.
