Balanzas fiscales ocultas en nombre de la unidad de España

Algún día, cuando Cataluña sea libre, la historia dejará constancia de las barbaridades que los diferentes gobiernos españoles han llegado a decir para mantenerla sometida y encadenada. Esto será cuando dejemos atrás esta etapa de reafirmación catalana y de despecho español y podamos hablar de tú a tú, de Estado a Estado, completamente liberados del lastre que supone la actual política española. Mientras tanto, tenemos que convivir con personajes que, por su idiosincrasia, parecen surgidos de la pluma catalanofóbica de Quevedo.

Este es el caso de Cristóbal Montoro, ministro español de Hacienda y Administraciones Públicas, que ha defendido la ocultación de las balanzas fiscales porque, según él, «en vez de racionalizar el debate, provocan el enfrentamiento» y son utilizadas para avivar el independentismo. Es decir, que la expoliación de Cataluña debe mantenerse oculta, ya que hacer difusión despertaría aún más a la sociedad catalana y no racionalizaría el debate. Claro, ya se sabe, no conviene que el expoliado sea consciente de la magnitud del expoliacio que sufre. De lo contrario, dice basta. Por ello, Montoro, se saca de la manga una metodología cocinada por la FAES que no sólo rompe la metodología internacional sino que no reconoce a Cataluña. Y es que si no hay catalanes, no hay expolio. En otras palabras: se trata de que los catalanes no puedan decir que son expoliados, dado que Cataluña, como tal, no existe. Me pregunto si ya conocen este método, todos los rateros del mundo. Se llama invisibilización de la víctima y consiste en borrar la identidad de alguien antes de vaciar su cartera. Sin identidad, obviamente, no puede haber denuncia. La unidad de España todo lo vale. Incluida la ocultación de la verdad.

Pero, mira por donde, hay una pequeña contradicción. Nos la muestra el mismo Montoro al afirmar que Cataluña «es la gran exportadora» del Estado -el 25% son ventas catalanas- y que «saldremos de la crisis porque Cataluña nos sacará». Incluso se atreve añadir que a los catalanes se nos deben hacer ver «las ventajas de pertenecer a España (!) ¿Quiere decir que no es más bien al contrario, señor Montoro? ¿Quiere decir que no es precisamente la pertenencia a España, lo que supone un grandísima desventaja para Cataluña? ¿No cree que son los españoles, no los catalanes, quienes deben saber cómo quedará España con la independencia de Cataluña? ¿Por qué les esconde la firme solvencia de un Estado catalán y la quiebra espectacular de España? Silencio. Montoro prefiere la mentira, la mentira sobre la que se ha escrito la historia imposible de España.

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