BIA, Foster y el metro

BIA

La Delegación en Bizkaia del Colegio de Arquitectos Vasco-Navarro (COAVN), organiza entre el 24 y 28 de septiembre el primer congreso Urban Generation Forum, con unas jornadas sobre la Regeneración Urbana en la ciudad consolidada. Auspician la llegada de 300 expertos de todo el mundo, cifra jamás conseguida ni en acreditados congresos mundiales. Para ello se cuenta con dinero público del Ayuntamiento de Bilbao y Diputación de Bizkaia, 125.000 y 100.000 euro respectivamente que justifican todo derroche con la falacia del retorno por el supuesto impacto económico que en este caso será inapreciable conocida la realidad, apenas unos inscritos. Lo que conduce a la sospecha de mera rentabilidad política.

Hecho interpretable como una retribución por el complaciente silencio mantenido en los últimos años por la Delegación colegial, ante las reiteradas irregularidades e ilegalidades arquitectónicas cometidas y se manifiesta en la denominación del congreso que obedece a parámetros turísticos, Bilbao-Bizkaia Architecture y su acrónimo BIA. El que paga ma

En su presentación en dos periódicos locales los titulares publicados fueron: «Los arquitectos vascos buscan nuevas oportunidades» (“Deia”,19.03) y «los arquitectos vizcaínos reivindican su profesión» (“El Correo” 19.03), nada que ver con el lema del foro, y continúa, el objetivo de esta plataforma es «promover internacionalmente a los profesionales de este territorio» y que el colectivo de arquitectos pueda «hallar nuevas oportunidades de trabajo». Es como si la prensa hubiese adivinado la intención de todo este exagerado montaje de finalidad personalista, Se trata de organizar un grandioso acto pagado, con 225.000 € para que determinados arquitectos puedan recibir encargos. Con estas premisas cualquier gremio profesional queda facultado para organizar unas jornadas de reflexión sobre la falta de trabajo, hacer sus debates y demás actos con cena de lujo, entrega de un trofeo y pedir dinero público para sufrajar los festejos.

Es evidente la falta de previsión y precipitación de este acto, el año próximo hay elecciones y se notaría demasiado que es un gasto electoral del PNV. Asimismo sorprende la autocomplacencia corporativa, creerse que son exclusivamente los arquitectos los autores de la regeneración urbana es un error. La carencia de tradición y rigor cultural de la entidad convocante, las escasas ponencias y falta de inscripciones por los abusivos precios auguran un fracaso que se trataría de ocultar, por lo que las subvenciones peligran.

El metro y Foster

El 5 de agosto Deia publica: ”Los arquitectos de Bilbao premian a Norman Foster por su visión futurista. El experto inglés será galardonado por apostar por la transformación de la capital vizcaína. Norman Foster regresará a Bilbao para recoger el primer galardón Bilbao Bizkaia Architecture (BIA) por su contribución a la regeneración urbana de la villa (…) La capital vizcaina también sabe lo que es el efecto Foster, ya que fue el arquitecto británico quien ideó (sic) el proyecto de Metro Bilbao y el original diseño de sus estaciones.” Este premio es una condición política supra colegial impuesta para que exista un acto relevante como noticia rentable.

El ferrocarril metropolitano, Metro Bilbao, es la obra que tiene el mayor respaldo social por su funcionalidad, pero también padece un apreciable e importante olvido demasiado generalizado de su génesis que por parcial, sino ofensivo, no es tolerable.

Mary Bowman arquitecta entonces del amplio equipo de Foster Associates, para el proyecto del Metro, ya hace años declaró: “El metro de Bilbao es un ejemplo evidente de la manera en que arquitectos e ingenieros combinan sus habilidades para llevar a cabo la creación de un sistema de transporte público” y más adelante afirma, “En 1988, cuando Foster and Partners tomó parte en el proyecto por primera vez, el trazado de la línea, la posición de las estaciones y la configuración de las cavernas y los túneles ya habían sido determinados, tras varios años de estudio, por el Gobierno Vasco.” Y continúa, ”En nuestra idea propusimos expresar la forma creada por la ingeniería, en vez de cubrirla con revestimientos. Creemos que por este concepto de utilizar la ingeniería como generadora principal de la forma de las cavernas y de los cañones de acceso, se le adjudicó el concurso a Foster & Partners.” Más evidente no puede estar por la autoría, exclusivamente, de la arquitectura e imagen del Metro.

Un metro bajo la ría

La concepción del trazado, geotecnia, diseño y desarrollo de la obra, especialmente las numerosas soluciones a variados problemas de la perforación de galerías y túneles sumergidos en los pasos subfluviales del Arenal-Ripa, Olabeaga-Deusto y Erandio-Barakaldo, sus profundidades y pendientes, son hazañas de la ingeniería. La excavación en caverna previendo una entreplanta distribuidora en la estaciones, sus recorridos subterráneos, la resolución de los accesos e implantación de distintos tipos, escaleras tradicionales, automáticas y ascensores en el contexto urbano, son decisiones muy acertadas de las ingenierías y de Imebisa (Ingeniería Metro Bilbao, dependiente del Departamento de Política Territorial y Transportes) que los proyectaron, realizaron y controlaron. Foster Associates interpreta y reviste lo que la ingeniería le proporciona, enfatiza la forma.

El error del grupo de arquitectos que organiza el congreso es gravísimo al evidenciar una superficialidad de análisis y carencia de rigor con el urbanismo de la villa. El premio, BIA Price se quiere entregar en una opípara cena (90 euros por cubierto) en el Guggenheim, cuyo alquiler sin el 21 % IVA, azafatas y demás complementos, es de 6.360 euro si lo paga el Ayuntamiento como Socio Protector o 9.060 si lo contrata el Colegio, pero con los fondos públicos recibidos. Se busca notoriedad política del PNV y autopromoción de la Junta ya que Foster y su esposa garantizan una rentabilidad iconográfica. Denigrante. Una inmoralidad política, social y cultural. El adecuado nombre de este montaje BIA es “Bajo Índice de Autoestima.”

Conclusión

Se debe exigir la suspensión de este erróneo galardón. Al valorar la obra del metro, demasiados, se han quedado en la superficie. Es una inadmisible ligereza conceder a Norman Foster el mérito del Metro de Bilbao y despreciar a todos los que hicieron un trascendental trabajo previo, además 19 años después. Se debe conocer este imperdonable olvido y hacérselo saber. Por respeto a otros técnicos Foster debería declinar un reconocimiento personalista que por ser tan parcial es sumamente injusto.

Este premio fruto de la frivolidad constituye, además de una injusta consideración a sus autores y coautores, una manipulación de la historia de la obra pública en Bilbao, una usurpación de la propiedad intelectual, y un intolerable fraude cultural