Apretando tornillos

Iruñea, 2010.03.02

¿Qué pasa cuando un tornillo se pasa de rosca?:  Que el tornillo se vuelve «loco», y ya no sujeta aquello para lo que estaba previsto, pudiendo ocasionar un «desaguisado» en aquello que el que está manejando el destornillador pretende sujetar.

¿Qué pretende el gobierno del reino de España con tanto apretar y apretar el tornillo, con tanta represión, tanta detención, con tanta medida contra el colectivo de pres@s polític@s, familiares y amistades?

Tras la imposición de los cacheos a los familiares, incluyendo la amenaza velada de desnudos integrales, para acceder a las visitas «vis a vis» (sin cristales ni rejas de por medio, para quien no esté acostumbrado a la terminología de la cárcel), medida contra la cual llevamos luchando ya más de cuatro meses, con una nueva medida han apretado un poco más el tornillo: En aquellas cárceles en las cuales el colectivo de pres@s estaba agrupado en un mismo módulo ha habido un drástico movimiento y el colectivo, además de estar dispersado a cientos de kilómetros de sus domicilios ha sido dispersado dentro de la misma cárcel en distintos módulos.

¿Qué supone para l@s pres@s? ¿Qué supone para las familias y amistades?

El régimen penitenciario español afirma que «…el interno es sujeto de derecho y no se halla excluido de la sociedad, sino que continua formando parte de la misma. En consecuencia, la vida en prisión debe tomar como referencia la vida en libertad, reduciendo al máximo los efectos nocivos del internamiento, favoreciendo los vínculos sociales…» (Art. 3 del Reglamento Penitenciario). Una vez más, con esta arbitraria medida, incumple su propia normativa, pues este nuevo aislamiento no contribuye a reducir esos efectos nocivos del internamiento. Al contrario, al separarse del resto del colectivo se pretende aislar a las personas, aún más de lo que están, de su medio natural, e intentando romper esos vínculos sociales que en principio debería de favorecer. Es decir, castigo sobre castigo.

Para familias y amistades supone dificultar más aún las visitas y hacerlas más gravosas para su economía. Al ser diferentes los módulos en los que están ingresados, las visitas también son a distintas horas y distintos días (de viernes a domingo, según módulos, en el caso de Almería), imposibilitando la organización de transportes colectivos, y dificultando el traslado de aquellas personas que no poseen medios propios de transporte ni capacidad económica para recurrir a transportes públicos, o los horarios y disponibilidades de éstos no concuerdan con las necesidades creadas…

Pero volviendo a las preguntas iniciales: ¿qué se pretende con tanto apretar el tornillo? Todo el mundo sabe que en este país se está montando una «estantería» con mucho futuro. ¿Vamos a permitir que manos ajenas intervengan apretando tornillos hasta que uno de esos tornillos se pase de rosca y la estantería se vaya al garete? Sabemos que el tornillo es de una calidad extraordinaria y que por mucho que aprieten lo único que conseguirán será doblar el destornillador, destornillador que por mucho que se empeñen en sacarle brillo sabemos que no pasa los controles de calidad necesarios. Que es, como se suele decir habitualmente cuando es de baja calidad, un destornillador de mercadillo.

 

Hamaika garelako… bil gaitezen.

 

 

 

Terminado de redactar este escrito he tenido conocimiento de la sentencia, condenatoria por supuesto, contra Arnaldo Otegi. ¿Otro cuarto de vuelta del destornillador?