El crecimiento imparable de la energía eólica

Juanjo Gabina

El sector de la energía eólica registró, en 2009, unas tasas de crecimiento que fueron impresionantes. Y todo ello se logró a pesar de la crisis financiera mundial y en contra de las predicciones de diversas organizaciones. Las previsiones sobre su futuro son espectaculares y, mucho más los serían, si los lobbies del petróleo, del carbón y del gas natural no estuvieran influyendo, de manera tan torticera y ruin, en las decisiones de los gobiernos.

Por otra parte, el hecho de aumentar la conciencia de los beneficios económicos, sociales y ambientales de la energía eólica impulsará la inversión en nuevos parques eólicos. Además, suponiendo que la situación financiera mundial mejorara sustancialmente en un futuro próximo —siempre con respecto a la situación actual— es muy probable que muchas otras regiones del mundo más serían capaces de recaudar los fondos necesarios como para acelerar el desarrollo de la energía eólica en sus propios países.

Otro factor positivo será la función de apoyo de la Agencia Internacional de las Energías Renovables, IRENA, que fue fundada en enero de 2009 y que llegará a ser más operativa a lo largo de 2010. IRENA que cuenta ya con 143 países miembros contribuirá a la difusión mundial de know-how y servirá como grupo de presión para garantizar un mayor equilibrio en los procesos de toma de decisiones internacionales, tales como las negociaciones sobre el cambio climático de la ONU.

Por un lado, las Naciones Unidas no pudieron llegar a ningún acuerdo razonable sobre el cambio climático en la COP 15 celebrada en Copenhague, en diciembre de 2009. Esta conferencia podría haber logrado acuerdos que, a su vez, hubieran posibilitado crear incentivos a la inversión en tecnologías limpias como la eólica. Sin embargo, hasta el momento, y por otro lado, las inversiones en energía eólica se realizan sólo de manera marginal en base a las contribuciones de la financiación del carbono. Los fondos adicionales que se debaten actualmente podrían aportar incentivos adicionales y aumentar, así, las tasas de crecimiento de la energía eólica, principalmente, en los países en vías de desarrollo.

Se puede esperar un mayor crecimiento, de manera especial, en los mercados de la energía eólica más importantes de China —con su recientemente implementado sistema de primas ‘Feed-in-Tariff’, en Estados Unidos —con marcos de apoyo cada vez más favorables tanto a nivel federal como también a nivel estatal— en Alemania, España e India y en muchos a otros países de Europa, especialmente en Europa del Este. Lo mismo podríamos decir de otros muchos países asiáticos y latinoamericanos. Igualmente, se espera que se desarrollen importantes proyectos de energía eólica en algunos países africanos —especialmente, en Sudáfrica que cuenta con el régimen de primas ‘Feed-in-Tariff’— y en el norte de África.

Otro factor de éxito de la energía eólica, a menudo descuidado, se refiere a los modelos de propiedad comunitaria. Estos modelos vuelven a ganar fuerza y se espera que contribuyan sustancialmente al crecimiento futuro de la energía eólica en muchas regiones del mundo, mediante la movilización de ayudas económicas y sociales adicionales para la tecnología eólica. Se pueden encontrar nuevos e importantes ejemplos en el Reino Unido —en particular, en Escocia—, en Canadá, en Australia, así como en el sur de África y en muchas otras partes del mundo.

En base a la aceleración de las tasas de crecimiento que se conocen actualmente y que se prevé que crezcan en años posteriores —sobre todo a medida que los precios de los hidrocarburos fósiles vayan aumentando— la Asociación de la Energía Eólica Mundial —‘World Wind Energy Association’, WWEA— eleva sus expectativas con respecto al crecimiento futuro de la capacidad eólica mundial. A finales del año 2020, WWEA pronostica que, por lo menos, estarán instalados 1,9 TW de capacidad eólica, a nivel mundial.

 

Publicado por Nabarralde-k argitaratua