Y más concretamente la conquista militar de Navarra/Euskal Herria por Castilla y Aragón, es lo que ahora vienen pidiendo algunos al ver negada por la investigación histórico científica su artimaña falsificadora de la Historia oficial con su cacareada libre anexión o voluntaria unión a Castilla con que se nos ha venido intoxicando por generaciones desde la escuela.
Se dice ahora que por tratarse de unos hechos -normales- o generalizados en aquella época así como por el tiempo transcurrido, que lo que corresponde es contextualizarlos y olvidarlos pues lo que importa es solucionar lo que hoy realmente preocupa a los navarros. Y se podría estar de acuerdo si quienes lo dicen así lo aceptaran con todas sus consecuencias, o si eso mismo que dicen ahora lo hubieran aplicado sus antecesores durante los más de 800 años transcurridos desde el primer expolio, los 499 de la sangrienta Conquista o los 172 de la reducción de nuestro Estado soberano a provincia. Largos siglos en los que nos estuvieron imponiendo manu militari su voluntad y su falaz versión histórica contra la de muchos navarros de esas generaciones que reclamaron en su momento sin ningún éxito sus fueros y libertades en guerras carlistas, matxinadas y movilizaciones (Gamazada, Estatuto de Estella).
Todos los colectivos humanos tenemos derecho a conocer la verdad de nuestra historia y a que nadie nos imponga su particular e interesada visión, ni su voluntad, y también a decidir democráticamente nuestro futuro político sin merma del mismo derecho de nuestros vecinos. Derecho, autodeterminación, que nada tiene que ver ni con los resultados de ningún otro tipo de elecciones que insidiosamente se quieren extrapolar como sucedáneos, ni con cualquier tipo de imposición o limitación previa en un sentido u otro, fuera la que fuere. Y eso sí que hoy como ayer continúa siendo demandado democráticamente por importantes colectivos políticos de varios herrialdes navarros y de algunas de sus mas importantes instituciones aunque desde el poder del Estado se empeñen en ignorarlo.
Autodeterminación que debe ser libre y con igualdad de oportunidades para todos; con cabida para todas las opciones que se quieran presentar y que de ninguna manera debe sujetarse a limitación unitarista o independentista, ni de ningún otro tipo, y que debe incluir el compromiso de la aceptación de resultados sean los que fueren y el respeto a todos los DDHHCCPP.
Además resulta chocante que a la vez que se muestra ese desmesurado afán desdramatizador, se dediquen tantos medios públicos y tanta parafernalia para celebrar desde el poder el 5º centenario de la anexión por Castilla queriendo aparentar como si ese fuera el sentimiento festivo y espontáneo de todos los navarros, en la misma línea con que nos han hecho celebrar ignoradamente nuestra fiesta mayor el 7 de julio fecha de la Anexión. Cuando lo coherente con la razonable voluntad de los navarros podría ser la organización de unos austeros aunque decorosos actos de rememoración o duelo por la invasión y conquista, reivindicando la versión cierta de la historia; y de honra y respeto a los defensores de nuestras libertades Patrias en Noáin y Amaiur o al leal y ejemplar Gran Mariscal Don Pedro de Navarra, tal como sin ningún dramatismo lo hacen cada año las Instituciones de la Nación Catalana y todos sus grupos políticos el 11 de Setembre ante la estatua del Conseller en Cap Rafael de Casanova que luchó hasta caer herido defendiendo la soberanía de Catalunya frente a quienes les redujeron con las armas en nombre de Felipe V, y también con los Decretos de Nueva Planta que arrasaron con los Fueros de la Corona de Aragón; o los castellanos con su gobierno al frente el día de San Jorge en Villalar honrando a los Comuneros Bravo, Padilla y Maldonado que dieron su vida en el cadalso por defender sus libertades frente a los contrafueros del emperador español.
Desdramaticemos sí, pero en todos los sentidos y después de recuperar y dejar clara nuestra verdadera historia tanto en lo positivo como en lo negativo. Desdramaticemos también el ejercicio de la verdadera democracia de abajo hacia arriba y acomodándonos todos a los usos y costumbres de esta época que nos ha tocado vivir escuchemos lo que hoy no paran de decirnos muchos ciudadanos navarros de toda Euskal Herria que reclamamos el derecho a decidir democráticamente por nosotros mismos lo que solo a nosotros nos incumbe e interesa y acatemos los resultados, que esos son los principios básicos de la democracia, esos y muchos otros más tan desconocidos como la verdadera participación económica y política de todos con igualdad de oportunidades.
