Gernika 2012, el derecho a recordar y reivindicar

EL próximo 26 de abril de 2012 se cumplirán 75 años del bombardeo de la villa de Gernika, un genocidio programado por los sublevados fascistas españoles dirigidos por el criminal militar Francisco Franco (1892-1975). Esta tragedia de trascendencia universal solo ha podido ser recordada en libertad, artísticamente en el exilio con el mural Guernica de Pablo Picasso (1881-1973) en 1937 y con motivo del 50º aniversario en 1987, quedando como testimonio tangible más reconocido el monumento escultórico Gure Aitaren Etxea, majestuosa obra de Eduardo Chillida (1924-2002) inaugurada justo un año después. En todos estos años han existido otras diversas y valiosas creaciones artísticas e históricas.

Por tanto, este año 2012 debe ser rememorado en Euskal Herria con la mayor solemnidad posible mediante un programa de actos de relevancia cultural, calidad expresiva y dignidad colectiva. La crisis económica jamás podrá ser la excusa para imponerse a la autoestima del pueblo vasco y relegar la conmemoración de uno de los momentos más relevantes de su propia historia de espíritu y trascendencia universal.

Asimismo, simultáneamente se ha conocido una grave amenaza para manipular dicho acontecimiento por parte del ilegítimo gobierno rapiña del PPSOE. El presidente de este fragmento de Euskal Herria, Francisco Javier López, conocido como Patxi, y su sanedrín pretenden imponer una serie de actos descontextualizados para intentar contrarrestar su rotundo fracaso político y personal.

El 26 de julio de 2011 dicho gobierno regionalista aprobó constituir, con una dotación de 30.000 euros, la Fundación 2012 Fundazioa, sin ánimo de lucro económico pero sí de rentabilidad de una imagen arruinada, para organizar unas actividades en el que declaran Año Internacional de las Culturas por la Paz y la Libertad, primera agresión lingüística, con conceptos ambiguos y un presupuesto de cinco millones de euros, a repartir y gestionar por los afines a su indefinida ideología, con extraños actos y personajes peculiares. Se programa, en realidad contraprograma, coincidiendo con el aniversario de la masacre de 1937 a la que evasivamente aluden como «lo sucedido en Gernika». Una mera copia de Gernikako Kultura eta Bakearen Nazioarteko Jardunaldiak que desde 1991 se vienen celebrando anualmente organizadas por Gernika Gogoratuz y que en este serán las XXII jornadas con el titulo Sentido y tiempo de la memoria.

Para revestirse de una imagen de espectáculo popular intentan contratar a la actriz estadounidense Susan Sarandon, persona comprometida en la defensa de los derechos sociales, entre los que está la autodeterminación de los pueblos. Alguien, personalidades del ámbito cultural, artístico y universitario deben advertirle de quiénes quieren lograr su participación. Además, aprovechando el entorno geográfico de Gernika, mezclando conceptos y pretendiendo descaradamente rentabilizar políticamente el entorno, el medio ambiente circundante y su patrimonio cultural en todas sus facetas piensan en una Bienal de Arte y Naturaleza de Urdaibai, Sentido y Sostenibilidad, ahora denominado Urdaibaiarte vinculando «arte, pensamiento, territorio, naturaleza y ciudadanía» en relación con la Reserva de la Biosfera. Tratan de capitalizar la no construcción del Guggenheim bis y el mantenimiento de la Colonia Infantil de la BBK en Sukarrieta, que responde a una acertada y amplia exigencia popular y de numerosos artistas. Nada en cambio se dice -en realidad se huye cobardemente, despistando con tan absurdos festejos populistas- de la legendaria reivindicación Guernica Gernikara.

La repercusión universal del topónimo Gernika es debida mayoritariamente, salvo en la historia y su influencia literaria, al mural de Picasso y todas las posteriores creaciones poéticas, literarias, musicales, pictóricas, escultóricas, o cinematográficas. A pesar de ello, la villa históricamente ha sido muy desagradecida con el genial artista. Como única referencia oficial está el nombre de una calle, anteriormente Fernando el Católico, junto a Eriako Lorategiak (Ferial), instaurado en 1981 con motivo del centenario de su nacimiento donde, desafortunadamente, el rótulo de una cafetería con esta denominación es la muestra más visible en la villa. Una descortesía que hace ya muchos años debía haberse corregido y un desafío social de enorme responsabilidad que de modo perpetuo y con dignidad suficiente deberá asumir la villa. Este honorífico compromiso representativo ante la humanidad reside en su Consistorio. Es por tanto el actual alcalde de Gernika Josemari Gorroño, como sucesor a la vez que en recuerdo al entonces alcalde José Labauria, quien en colaboración con Gernika Batzordea, entidad depositaria de la historia y la memoria del bombardeo, ya hace tiempo debería haber iniciado contactos y creado una amplia y eficaz comisión celebrativa a la que muchas personalidades de diversos ámbitos e instituciones incluso internacionales hubiesen contribuido. Como el tiempo apremia parece oportuno hacer una serie de sugerencias.

Desde una consideración celebrativa como espectáculo público son posibles variadas modalidades de representación, incluso con programas especiales en los medios audiovisuales. Pictóricamente parecería oportuno, previa cesión de sus propietarios, una exposición temporal en Euskal Herria Museoa de Gernika del Tríptico de guerra (1937), un óleo sobre lienzo compuesto por El éxodo, El frente y La retaguardia, que se pretendió sustituyese a la obra de Picasso, de Aurelio Arteta (1879-1940), artista que impresionado por la destrucción y desolación de la masacre creó otras varias delicadas y estremecedoras obras como Evacuación de un pueblo (1937-38), Maternidad. Bombardeo (1936-37), Pasaron por Guernica los invasores (1937) y la acuarela Víctimas del bombardeo (1937).

O quizá con un planteamiento más amplio es la ocasión de mostrar toda la creación artística, al menos la de autores vascos, relativas al Guernica y Gernika, reuniendo como se ha hecho en este entrañable museo de la villa, coincidiendo con el aniversario, anual y sucesivamente desde 2008, las obras de Remigio Mendiburu (1962-1990), Nestor Basterretxea, Jorge Oteiza (1908-2003) y José de Ramón Carrera. Asimismo, es interesante que se muestre el boceto del cartel Pomozte Baskickym Detem (Ayuda a los niños vascos) 1937, de Oskar Kokoschka (1886-1980) adquirido en 1984 por Bilboko Arte Ederren Museoa. Lo mismo con los carteles que en los sucesivos aniversarios se han ido creando. También podía haberse sugerido a las galerías de arte que ofrecieran alguna exposición vinculada.

Musicalmente, con la interpretación de algunas de las diversas obras creadas en todos estos años, algunas inéditas en Euskal Herria. El pionero (1938) poema La Victoire de Guernica de Paul Éluard (1895-1952) conocido mediante el poeta vasco Juan Larrea (1895-1980) será la referencia para muy diversas creaciones artísticas posteriores, la obra para piano (1938) de Paul Dessau (1884-1979), la pieza orquestal (1966) de Leonardo Balada, la canción (1968) interpretada por Joan Baez, y creaciones vascas populares tituladas Gernika como el desgarrador (Lekeitio 4) de Mikel Laboa (1934-2008) en su versión solista (1972) y coral orquestal (1999) la cantata fúnebre (1976) de Pablo Sorozabal (1897-1988), la ópera (1985) de Francisco Escudero (1912-2002), en coincidencia con el centenario de su nacimiento. Cinematográficamente, además de los diferentes conocidos documentales locales, al menos están datadas 17 películas además de la notoria de Alaine Resnais y Robert Hessens (1950).

En 2009, la compañía de danza Aukeran, dirigida por Edu Murumendiaraz, presentó en la villa el espectáculo de baile tradicional y contemporáneo Gernika, danza sobre lienzo y en la conmemoración del pasado año se estrenó la obra teatral de calle con versos y cantos populares locales Gernika Sutan de Edorta Jiménez y el grupo Maskarada con dirección de Carlos Panera que se repetirá en este con mayor empaque. Especialmente interesantes son dos creaciones musicales de las que no existe grabación alguna por lo que sería la ocasión para su difusión general: La Victoire de Guernica (1965) de Luigi Nono (1924-1990) que se interpretó en Musikaste de Errenteria (1987) en el 50 aniversario y el Oratorio Gernika estrenado en Bilbao (1990) de Gorka Sierra.

Asimismo, era o quizá todavía es, la ocasión para institucionalmente haber encargado o convocado un concurso, que es más democrático, de una obra musical en estilo contemporáneo del siglo XXI entre los compositores actuales, bien de ámbito universal o vasco. Del mismo modo sería interesante como recurso habitual un ciclo de conferencias. Actos que pudieran repetirse en los días siguientes, viernes, sábado y domingo en las capitales vascas. Para una adecuada difusión y repercusión parece interesante solicitar a Unesco, mediante Unesco Etxea, la Celebración de Interés Universal.

Desde un punto de vista urbanístico ha sido una oportunidad perdida no haber actuado con la previsión suficiente para lo que fue, además de una acción de terrorismo programada, la destrucción de una población, un urbicidio, se hubiese convertido al cabo de estos 75 años en una posibilidad de original urbanismo creativo con carácter cultural patrimonial. El amplio espacio existente entre el bello edificio de la fábrica de armas Astra y el búnker o refugio situado en el otro extremo del solar, por sus respectivos significados, bien podía haber sido objeto de una convocatoria de ideas para transformarlo en una plaza singular. Quizá el emplazamiento idóneo para la escultura Gernika que está finalizando Nestor Basterretxea.

Un memorial en el que meditar y perpetuar el recuerdo de todas las ciudades del mundo bombardeadas y hostigadas en la historia. Lógicamente Hiroshima y Nagasaki, pero también Barcelona (1937-38), Warszawa (1939), Coventry (1940), Rotterdam (1941), Hamburg (1943), Oradour-sur Glave (1944), Dresde (1945) Halabja en Irak (1988), Sarajevo (1992-96), Kabul…

Sin embargo, la apatía celebrativa es preocupante y pone en duda la solvencia, soberanía y sensibilidad de nuestra nación. Es muy entrañable pero sumamente simple la clásica ofrenda floral, el tañido de las campanas y la visita de algún representante de ciudades hermanadas. Es dolorosa esta absoluta falta de verdadero interés por la programación de unos actos de relevancia representativa y repercusión social que nos muestra como una sociedad de escasa autoestima.

Jamás la crisis económica podrá ser la excusa para olvidarse de una conmemoración de espíritu y trascendencia universal. ¿Qué legado creativo material, cultural, artístico contemporáneo en sus diversas modalidades va a quedar de este señalado 75 aniversario como testimonio de una identitaria conciencia colectiva? ¿Habrá que esperar otros 25 años hasta el centenario para una digna y universal conmemoración? ¿Con qué autoridad moral pueden reclamar el Guernica unas instituciones presididas por la abulia? ¿Todavía no nos hemos dado cuenta qué, como ya exigía Oteiza, Gernika debe ser y representar, en todos sus variados significados, el renacimiento cultural del pueblo vasco?

Publicado por Nabarralde-k argitaratua