V Centenario de la conquista de Navarra

TAN solo quedan dos meses para el mes de julio de 2012, para que se cumplan 500 años desde que el Ejército castellano aragonés pusiera en marcha el asalto final en aquel largo proceso de conquista que tres siglos antes inició contra la Corona navarra. Si entonces fueron Vitoria y el resto de territorios navarros más occidentales, ahora le tocaría su turno a toda la Alta Navarra. Como resultado de veinte largos años de conquista, el Reino de Navarra quedaría reducido a sus territorios al norte de los Pirineos, cuya pervivencia se alargaría en el tiempo durante cien años más.

Con el doble objetivo de conmemorar el V Centenario de la Conquista y reflexionar sobre las consecuencias que aquellos acontecimientos tuvieron en la Navarra de entonces y en la de hoy, hace cuatro años se puso en marcha la Iniciativa 1512-2012 Nafarroa Bizirik, un movimiento social que aglutina a miles de personalidades y agentes de los ámbitos más variados, además de 100 ayuntamientos de toda la geografía vasca. Nuestra iniciativa quiere ser, pues, un espacio donde confluyan los distintos campos de investigación, políticos, sociales y culturales, una verdadera plataforma para la reconstrucción de nuestra identidad como navarras y navarros de pleno derecho.

Si cuando hablamos de recuperación de memoria, lo más frecuente es conmemorar unos hechos donde se resalta lo positivo y se omite todo aquello negativo, en casos como el nuestro se da la peculiaridad que lo negativo llega a constituirse uno de los momentos fundacionales de la memoria. Es el caso de los acontecimientos de 1512 o la derrota de Amaiur en febrero de 1522, donde 500 años después una parte significativa de este pueblo exige el resarcimiento por aquel sufrimiento del pasado y las consecuencias que han tenido en nuestro presente.

Frente a quienes niegan la propia conquista, o quienes reivindican la bondad de la misma, nuestra iniciativa tiene claro que no hay conquista alguna que celebrar, y mucho menos por parte del pueblo conquistado. Una conquista es un acto violento, que produce daño y sufrimiento, no tiene nada que ver con la libre adhesión. Quien defiende lo contrario no hace sino una lectura interesada de la historia para justificar el actual estatus político institucional y su actitud sumisa ante sus conquistadores.

Quienes, por el contrario, somos conscientes del largo proceso de aculturación impuesto tras esas distintas fases de conquista, tenemos claro que hemos de contribuir en la labor de recomponer una conciencia crítica, de devolver alguna esperanza y de reanimar la capacidad de acción colectiva en estas tierras. Para ello, no es suficiente con la importante aportación que están realizando los agentes dedicados a la enseñanza e investigación de las ciencias sociales, sobre todo en la Historia. En efecto, la confluencia con los movimientos sociales y populares es condición sine qua non para que todo ello pueda llegar a ser una realidad.

Con este objetivo hemos realizado un sinfín de conferencias, publicaciones y movilizaciones sociales a lo largo y ancho del viejo Reino bajo el lema 500 años de conquista: La memoria que no pudieron destruir. Y con el mismo objetivo vamos a acudir al Congreso español en Madrid. Para dejar claro que, 500 años después, un sector importante de este pueblo sigue sin renunciar a ser dueño de su pasado, de su presente… y de su futuro. Porque la Iniciativa 1512-2012 Nafarroa Bizirik es, en efecto, memoria, historia y reflexión; pero también reivindicación de la soberanía arrebatada.

 

http://www.noticiasdenavarra.com/2012/05/26/opinion/cartas-al-director/v-centenario-de-la-conquista-de-navarra