Se ciega el cauce de la democracia, con riesgo de desbordamiento incontrolado y de violencia. Eso lo conocen muy bien aquellos que, a pesar de su raigambre franquista, se dedicaban hasta hace poco a dar o negar patentes de democracia repitiendo hasta la saciedad que todas las ideas y propuestas eran legítimas, si se expresaban pacíficamente, sin violencia, y siempre que respetaran los DDHH.
Está quedando claro que el Estado y algunos de sus representantes en la CFN y en la Cortes españolas no aceptan que pacífica, ordenada y razonadamente se intente divulgar la verdad de nuestra historia y conquista y se pongan en evidencia las mentiras con que nos han estado intoxicando durante generaciones, tal como se intentaba llevar a cabo hoy por la iniciativa social Nafarroa Bizirik -Navarra Vive- en el Congreso de los Diputados, en un acto suspendido a instancias de PP/UPN, y que lejos de plantear ninguna proclama política tendenciosa, solo pretendía hacerse eco del resultado de las fehacientes investigaciones históricas realizadas por acreditados profesionales en la materia y de reafirmar que, pese a los siglos transcurridos, Navarra y los navarros seguimos vivos y defendiendo democráticamente nuestros Fueros, nuestro derecho a decidir sobre lo nuestro sin perjuicio del legítimo derecho de los otros, tal como lo hicimos en la Gamazada.
Ya son varios los intentos de satanizar y desautorizar esa iniciativa social y cultural en la que colaboramos personas de las más distintas tendencias políticas con el único objetivo de recuperar la verdadera memoria histórica de Navarra y rebatir fehacientemente los festejos y mentiras que nos vienen repitiendo el tándem PP/UPN con motivo del 5º centenario de la militar conquista, a la que ellos se han venido refiriendo como la voluntaria y feliz entrega, anexión o incorporación. Debiera quedar claro que en el supuesto absolutamente negado de que ETA, que nada tiene que ver con la iniciativa, y que además ha renunciado formal y públicamente a la lucha armada desde el 5 de septiembre de 2010, y más propiamente desde el 20 de octubre de 2011, estuviera dando algún tipo de soporte a la misma, ello no debiera ser motivo más que de júbilo para los que perseguimos el cese de la violencia y el terror, al certificar que, además del abandono de la lucha armada, por lo menos en España y hasta ahora, se estaba dando la asunción de modos y vías democráticas para llevar adelante sus iniciativas. No debemos olvidar que en un Estado de Derecho lo que se debe condenar es el terror, la violencia y el delito, los realice quien los realice, y no las siglas de unas organizaciones o sus ideas políticas, siempre que sean respetuosas de todos los DDHHCCPP y se quieran llevar a cabo por medios exclusivamente democráticos.
