«El mariscal Pedro de Navarra defendía un Estado con territorialidad, independiente de Francia y de Castilla»

Pedro esarte escritor e historiador

El mariscal Pedro de Navarra protagoniza la tercera entrega de la colección editada por Pamiela y DIARIO DE NOTICIAS, que llegará mañana a los kioskos. Escrito por Pedro Esarte, el libro aporta datos que ponen en evidencia las versiones erróneas e interesadas de la ‘historia oficial’

Pedro Esarte, con uno de sus numerosos trabajos anteriores entre las manos.

La historia del mariscal Pedro de Navarra presentaba, según afirma, numerosas lagunas, pero sobre todo duele la versión que se pretende ‘oficial’ sobre la que es, sin duda, una de las principales figuras históricas del Reino de Navarra. ¿Cómo describiría el papel del Mariscal en el proceso de conquista y en los intentos de recuperación, sobre todo en el de 1516?

El Mariscal estuvo presente en todos los momentos claves. Conocía al rey Fernando desde los intentos matrimoniales de los príncipes; intentó evitar la invasión en negociaciones directas, que no dieron resultado porque dicho monarca ya tenía previsto ocupar el reino; después de la invasión, el 31 de agosto de 1512 (fecha en la que se presupone juró), pretendía todavía arreglar un apaño a la baja, tal como recoge Anglería. Pedro de Navarra fue más un diplomático que un guerrero, que después ejercitó funciones con el rey de Francia y en el Papado.

Pedro de Navarra ha sido un ‘referente’ para historiadores, navarros de a pie e incluso artistas como Joxe Ulibarrena, quien dedicó toda una serie de creaciones al emblemático mariscal. Al margen de su importancia histórica, se ha hecho especial hincapié en sus valores y su carisma. ¿Cómo definiría al personaje? ¿Qué significó su figura para los navarros de la época?

Pedro de Navarra mantuvo un carisma humano que fue su referencia para quienes le conocieron; se revela en todos sus actos, en los que hizo frente a las cuestiones más comprometidas y delicadas. Nadie le disputó su distinción y fue el máximo exponente de la defensa del Reino. Su entrega total la mostró los días 6 y 7 de diciembre de 1512, cuando reunió a todos los capitanes, para redactar el Poder de la entrega de los castillos para que no hubiera procesos contra ellos, hizo heredero a su hijo y él emigró al exilio asumiendo toda la responsabilidad.

En el libro se aportan datos que solventan ciertas polémicas sobre el Mariscal, como las circunstancias de su muerte. ¿Cómo aconteció la misma? ¿Se suicidó o lo ‘suicidaron’?

A mí no me cabe duda de que lo suicidaron, y más cuando está demostrado que el asesinato («ajusticiamiento») fue una política normal del irascible y vengativo Carlos I, llevada a cabo tanto personalmente como en masa. Pero el lector podrá apreciarlo completamente en el cúmulo de hechos, exhaustivo y concreto al caso estudiado, y que llevan a deducirlo.

Otra cuestión polémica fue el supuesto juramento de fidelidad de Pedro de Navarra al rey Fernando El Católico. ¿Se produjo realmente?

Mi opinión es que no. En su propia declaración de 1516, admite haberlo hecho, aunque no especifica lo que juró y reclama los testigos de 1512, para que explicaran que lo hizo bajo presiones. Pero en cualquier caso, si lo hizo, no tenía ningún valor pues al mismo tiempo se mantuvo en que sostenía el juramento a su rey (navarro). El documento no pasó de ser un borrador, no fue firmado y el mariscal reclamó la declaración de los testigos que asistieron, sin ser atendido en ello, para demostrar que había sido forzado.

¿Qué sucedió con su testamento? ¿Cuál era la importancia de este documento para Navarra?

Después de hacer el balance de la existencia del testamento y de la correspondencia, ni uno ni la otra aparecen. Si alguna cosa podía haber dado cuenta del estado anímico del mariscal y sus miedos a ser ajusticiado, eran los citados documentos. Pero la manipulación de hechos queda totalmente aclarada en el análisis de los testimonios.

¿Por qué la figura de Pedro de Navarra se ha visto envuelta, como pocas, en tantos despropósitos históricos de versiones y crónicas erróneas?

Fue el hombre, en palabras de Cisneros, capaz de levantar Navarra una y otra vez. Su voluntad queda probada a prueba de sinsabores. Ni una versión quedó hecha para dar luz a lo ocurrido, lo que revela que se silenció por expreso y superior ejercicio de la monarquía en todas las épocas.

Fiel a los reyes de Navarra hasta su muerte, lo que le acarreó 6 años más de prisión, ¿el mariscal fue la cabeza visible de lo que ahora podría denominarse como una ‘conciencia nacional’?

Aquí es donde se mantiene, desde el lenguaje oficial, que eran lealtades feudales que no pueden ser trasladas al presente. Nadie niega que hubiera dichas lealtades, cómo las hay en el presente, cuando tenemos un rey «no responsable de sus actos», erigido por su ascendencia goda y nombramiento del genocida del 36. Pero Pedro de Navarra defendía un Estado en el que el rey era sujeto de responsabilidad ante la institución de las Cortes, un Estado con territorialidad, un Estado independiente de Francia y de Castilla-Aragón, etc.

¿Cuáles fueron la claves para que el Mariscal no llevara a buen puerto la recuperación de Navarra?

El mariscal, como él mismo declaró, contó con la sublevación interior, cómo no podía ser de otra forma, dado el pequeño bagaje militar que llevaba. El hecho constituye otra prueba más de que en cuestión institucional, no había diferencias entre los navarros, puesto que tenía el placet de Francés de Beaumont, e incluso el del propio conde de Lerín. Pero la superioridad del Ejército castellano y lo curtidos que estaban Cisneros y Villalba en intrigas militares, quedó demostrada en la forma de actuar asumiendo sus fuerzas en la desconfianza a todos los naturales de Navarra. Nuevo rasgo del mariscal, que asumió todas las responsabilidades sin comprometer a nadie.

 

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http://www.noticiasdenavarra.com/2012/10/13/ocio-y-cultura/cultura/el-mariscal-pedro-de-navarra-defendia-un-estado-con-territorialidad-independiente-de-francia-y-de-castilla