EL Gobierno de Navarra ha financiado con 321.345 euros la rehabilitación de la ermita de San Martín situada en el despoblado de Guerguitiáin en el valle de Izagaondoa. El edificio, que se encontraba en estado de ruina progresiva con hundimiento de la cubierta y agrietamiento de muros, representa un destacado ejemplo del estilo románico rural navarro del que hay otros ejemplos en el valle y data de finales del siglo XII o inicios del XIII.
La ermita de San Martín fue inmatriculada a nombre del Arzobispado de Pamplona por el procedimiento abreviado recogido en el artículo 206 de la actual Ley Hipotecaria, en mi opinión inconstitucional y que debería derogarse. Este permite al diocesano registrar a su nombre sin presentar documento alguno de propiedad, bienes y edificios religiosos que durante siglos levantó y mantuvo el pueblo llano.
Gracias a este procedimiento derivado de la Ley Hipotecaria franquista de 1945, y que la nueva Constitución no fue capaz de enmendar, la Iglesia española se ha hecho propietaria de la mayoría del patrimonio monumental existente, además de otros bienes que no estaban registrados porque eran comunes. Hablo de cementerios, casas curales, tierras de cultivo, viñedos, pastizales, etcétera, cuya valoración representa un monto impresionante y que alguna vez deberá cuantificarse e informar a la ciudadanía.
Sin apenas publicidad, puesto que no se enteraron de estas inmatriculaciones ni los ayuntamientos, alcaldes, vecindario, etcétera, y en la mayoría de los casos ni los propios párrocos, el Estado del Vaticano, un Estado extranjero, se ha hecho propietario de una parte muy importante del patrimonio español, con la complicidad del Partido Popular y la desidia del PSOE. Espero y deseo que en un futuro no muy lejano este patrimonio sea devuelto a su verdadero propietario, el pueblo…, eso si antes no es vendido como está ocurriendo.
En Navarra es UPN quien ha financiado y financia con dinero público numerosas obras de rehabilitación en edificios religiosos imatriculados por el Arzobispado navarro. Resulta escandalosa esta práctica continuada de aportar financiación a la rehabilitación de las propiedades de la iglesias -como en el caso de la ermita de San Martín-, ya que debería ser esta como propietaria de esos edificios quien llevase adelante la conservación y mantenimiento de los mismos.
* Miembro de la Plataforma en Defensa del Patrimonio Navarro
