Somos navarros

Estamos en el año 2008 y pese a las continúas invasiones, ocupaciones e imposiciones que ha sufrido los territorios del Reino de Navarra, aún y mal que les pese a españoles y franceses, quedamos navarros. Muchos pensarán, y eso es debido principalmente a la falta de información o información engañosa con la que se nos muestra la historia de Navarra, que todos los navarros somos españoles, ocultando con ello a los navarros del norte del Pirineo, que en la actualidad son, por la misma imposición político-militar, franceses.

Los franceses, al igual que los españoles, continúan ocultando y menospreciando la historia de los navarros, sobre todo de aquellas tierras en las que mantienen su ocupación militar. Así con el arma de la ocultación, intentan cimentar el olvido entre los navarros del norte del Pirineo, con la única y clara intención de mantenerlos dominados.

Una de las mayores armas de esos imperios, el español y el francés, es la manipulación de la historia que realizan sobre los pueblos invadidos y más si cabe sobre los navarros. Pretender conseguir, ante todo, la pérdida de cualquier referente histórico-político en esos pueblos ocupados, manteniendo así la dominación económica para el beneficio de su imperio a costa de los estados invadidos.

Españoles y franceses nos hablan continuamente de conquista, como si Navarra fuera una mujer, u hombre, al que consiguieron enamorar. Desde siempre, es decir, de toda nuestra vida, tanto franceses como españoles ocultan malintencionadamente, para asombro de otras nacionalidades, las continúas agresiones militares que sufrió nuestro Estado, el reino de Navarra.

La política educativa existente en el reino de España y en la república de Francia está pensada para ocultar la existencia del Estado navarro o en su defecto menospreciar la organización política que crearon los navarros. Realmente, al menos en este caso, ocultar es lo mismo que negar las continuas ingerencias sobre Navarra, las incansables agresiones militares y políticas que llegan hasta la actualidad, incluso han realizado a lo largo de la historia, una asimilación de los fueros navarros como si fueran suyos, sin olvidarnos del primer ejército profesional del Estado de Navarra, que han llegado a convertirlo en un mero batallón de infantería, eso sí, el más antiguo del Estado francés.

A pesar de todas estas imposiciones militares, políticas y culturares, aún quedamos ciudadanos que queremos ser políticamente navarros. Esto es debido al trabajo realizado por nuestros historiadores, que han tenido que soportar desde el desprecio, pasando por la censura, hasta los insultos de los historiadores españoles y franceses, y todo por decir la verdadera historia del Estado de Navarra.

Quedan cuatro años para el V centenario de la invasión y ocupación sufrida por la Navarra reducida, pero no debemos olvidar otras agresiones y ocupaciones militares sufridas por nuestro territorio, como las ocurridas en los años 1054, 1063, 1076, 1134, 1176, 1199, 1200, 1204, 1463, la ya mencionada del 1512, 1521, 1620, hasta llegar al año de la revolución francesas, 1789 y al de la mal llamada Ley Paccionada, 1841.

Hoy ya somos muchos los que conocemos cuál es nuestro gentilicio político. Cada día somos más los que sabemos que ese gentilicio no es ni español, ni francés. Tenemos muy claro lo que somos en materia política; por ello, afirmamos que somos navarros.

Es el momento de unirnos, empezando por los diferentes agentes políticos con sus respectivas ideologías, sumados a los agentes sociales y por supuesto los culturares, sin olvidarnos de nadie, porque esa es la única manera de alcanzar nuestro objetivo, que no es otro más que recuperar la soberanía de nuestro Estado, el de los navarros.

Sabiendo muy a las claras que tanto españoles como franceses se unirán para negarnos nuestro derecho legítimo y democrático. Teniendo claro que somos únicamente nosotros, los navarros, los que deseamos, queremos y necesitamos por motivos económicos, políticos, sociales y culturales, recuperar la independencia de nuestro Estado, es decir, de Navarra.