Navarrísimos o españolísimos

En la campaña electoral, el paciente ciudadano puede soportar todo tipo de ceremonias. La de la confusión ética, deontológica, política… Y en cualquier caso, el más insospechable caos y fornicio lingüístico.

En el viejo reino vascón de Navarra -Navarra es mucha Navarra- el caos parece poco y se amalgama con el paroxismo. Hasta ahora podían convivir conceptos como navarro y navarrista.

Hasta ahora, en la concepción de navarro, podíamos vernos representados los hijos de Aitor o vasconavarros , y los que, sin más connotaciones, se sentían simplemente navarros.

Y luego estaban los navarristas, unionistas y voceros de la Navarra -oximoron, paradoja o desquiciamiento histórico y mental…- foral y española. Pero eso sí, todos, de alguna forma podíamos reclamar nuestra porción de navarros.

Y héteme aquí que los navarristas, tan osados como chulescos, ahora se nos presentan como los poseedores de la quinta esencia navarra. Debía parecerles tan poco la cualidad de navarrista, que ahora apelan al superlativo absoluto: navarrísimos. Y a los demás que nos aspen… Como si el resto de los navarros fuéramos meros advenedizos, míseros pedigüeños de alguna sobra foral.

Evidentemente, como ciudadano navarro, denuncio tal intento de tratar de confiscarnos toda la esencia navarra. ¿Qué hay tras esa pretensión del navarrísimo? Sin duda, pienso, toda una lucha histórica y fratricida por desmantelar, la lengua, cultura, patrimonio e instituciones del pueblo navarro.

Pero los caminos que han conducido hasta este “navarrísimo”, para cualquier buen patriota navarro, son tan humillantes como lacerantes.

Empecemos por la criminal invasión de Navarra que el católico falsario encomendó al Duque de Alaba. Continuemos –prescindimos por el espacio de tantos amargos tramos de nuestra historia- con las carlistadas. Dramática contienda en la que los peseteros-isabelinos, bajo el mando de otro felón, el Espartero ese, arrasaron toda Vasconia.

No tengo la menor duda de que de tal calaña, la de estos peseteros “liberales”, surgió la progenie del franquismo fascista.

Estirpe del fatídico Mola y de un carlismo tan descastado como genocida, que dio amparo a los asesinos de ese movimiento que cobijo a los Del Burgo, Aizpún, etc.

Pues eso, Del Burgo, Aizpún, furibundo antivasquismo, navarrismo, corrupción visceral… Los amos del chiringuito de la transición.

Esta y no otra es la casta que en previsión de una estrepitosa debacle, ahora oculta su españolísima enjundia y anuncia a la rosa de los vientos su navarrísimo elan vital…

¡Ya tienen redaños el fulano, el zutano y el mengano! La mengana, por cierto, como las ratas de barco, parece barruntar el naufragio, y de momento se va, bastante bien nutrida, a sus soledades.

Claro, que ya veremos, porque la peña es la peña… Siempre terriblemente confusa y en su caso teledirigida y bastante reacia al cambio…

Esperemos que lo de navarrísimo no sea suficiente sustrato para tapar tanto clientelismo con la corte, tanto desfalco del tesoro público, tanta ruina y abandono… Pro salute patriae… es decir “aberriaren osasunaren alde…