Derecho Pirenaico: Una nueva vieja manera de entenderse

Agurain acoge la primera jornada sobre derecho pirenaico, un sistema ecuánime de democracia participativa

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El director de la jornada que tiene lugar hoy en Agurain, Fernando Sánchez Aranaz. (Alex Larretxi)

aunque pueda sonar a eco del pasado remoto, en realidad su influencia se extiende hasta la actualidad. Se aprecia la filosofía que lo vio nacer en los movimientos cooperativistas o en el modo en el que se organizan las comunidades para aprovechar el rendimiento de las tierras comunales. Se ve su huella en la creación de las ikastolas, en las cooperativas y en los concejos. Es el Derecho Pirenaico, una forma de entenderse entre iguales que constituye el eje de muchas de las manifestaciones de la actividad socioeconómica de este entorno. Una manera de entender la vida que hunde sus raíces en la historia pero que mira al futuro con planes de permanencia y crecimiento. Para informar sobre su origen, dar a conocer su situación actual y explicar su potencial de proyección, un grupo de expertos se reúne hoy en la Zabalarte Etxea de Agurain con la intención de abordar todas estas cuestiones a lo largo de la primera Jornada de Derecho Pirenaico, un evento patrocinado por DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.

Historiadores, catedráticos y especialistas en derecho forman parte del grupo de ponentes que hoy se aproximará a la figura del Zuzenbide Piriniarra, o Derecho Pirenaico, desde diferentes puntos de vista. La presentación de la jornada tendrá lugar a las 9.45 horas en Zabalarte -calle Mayor número 8- y correrá a cargo del alcalde de Agurain, Iñaki Beraza; del catedrático en Derecho e Historia medieval José Luis Orella; y de Fernando Sánchez Aranaz, director del evento. A continuación, se les unirán el historiador Mikel Sorauren, el experto en Derecho Comunal Félix Rodrigo Mora, y el especialista en las legislaciones históricas del Pirineo oriental Jaume Ranyer, para iniciar un coloquio que se extenderá hasta las 12.30 horas. Además de tratar sobre el Derecho Pirenaico y sobre el Derecho Público contenido en este marco, dedicarán una mirada al Derecho Consuetudinario en Navarra y al Constitucionalismo en Andorra.

Las jornadas caminarán de la teoría a la práctica. Finalizado el coloquio, varios especialistas locales representados por el responsable de UAGA Iñigo Domaika, el presidente de la Asociación de Concejos, Javier Argote; la portavoz de Auzolan, Jasone Mitxeltorena, y Aitzol Altuna, de la fundación Nabarralde, ofrecerán una visión más concreta y práctica del Derecho Pirenaico a través de ejemplos actuales. Tras la pausa para la comida, los participantes retornarán a una mesa redonda a la que se sumará Koldo Martínez Garate en representación de Nabarralde, e Iñigo Larramendi, de la asociación Martin Ttipia, que actuará como moderador.

Tributo de las tres vacas Como su nombre indica, el Derecho Pirenaico nació en los territorios pertenecientes al célebre sistema montañoso. Se aplicó desde las fuentes del Garona, en el valle de Arán, hasta las del Ebro. En todo el territorio que abarca desde el propio Ebro hasta el Loira en el norte. Un escenario excepcional que hace de los Pirineos su eje vital. Aunque se ha popularizado la idea de que la cordillera representa una frontera o un obstáculo natural, el director de la jornada, Fernando Sánchez Aranaz, recuerda que “los montes siempre han sido lugares de encuentro para la gente”.

Buen ejemplo de ello, que además sirve para ilustrar a la perfección lo que representa el Derecho Pirenaico, es el conocido Tributo de las Tres Vacas. Una ceremonia que vincula a los vecinos del valle francés de Baretous con los del navarro del Roncal. Ambos se reúnen en el punto llamado Piedra de San Martín cada 13 de julio para que los franceses entreguen tres vacas a los navarros. Con este ritual, se comprometen a mantener la paz y prolongan un antiguo sistema que regula el uso de los pastos y el agua para abrevar. Aunque se desconoce en qué momento se produjo el intercambio por primera vez, se considera el tratado en vigor más antiguo de Europa ya que, al menos, cuenta con 640 años de antigüedad. Se denomina tributo, pero no representa vasallaje alguno y se trata de un acuerdo entre iguales.

También es buen ejemplo el del Quinto Real, localizado en otro enclave fronterizo navarro de 2.500 hectáreas. Se trata de un acuerdo por el que los vecinos de Baigorri, en Francia, pueden aprovechar el bosque y los pastos de esta zona. “Todo ello en base a que el Derecho Pirenaico es consuetudinario, es decir, que nace de la costumbre. Ello no es obstáculo para que, con el paso del tiempo, pueda llegar a quedar plasmado en leyes como el Fuero General de Navarra”, apunta Sánchez Aranaz.

Una de las claves para comprender la relevancia del Derecho Pirenaico es su forma de hacer las cosas, “de abajo arriba”. Justo al revés de otros sistemas mucho más conocidos y extendidos. “En el Derecho Germánico -señala el director de la jornada-, la sociedad es como una pirámide y quien está en la cúspide es el jefe. Éste es el origen del feudalismo. El Derecho Romano, por su parte, se basa en la propiedad privada y viene a ser como el Germánico, pero en lugar de situar en la cima al más fuerte coloca al que tiene más propiedades o más dinero”. El sistema Pirenaico toma como base la casa, el concejo, y desde ahí avanza hacia arriba. Ello hizo posible que, por ejemplo, el mantenimiento de la monarquía navarra fuera un proceso más o menos selectivo. “Aunque el candidato a rey fuera el hijo del rey anterior -expone Sánchez Aranaz-, antes de coronarse debía jurar el fuero y ser admitido por los representantes del pueblo, cosa que no existía en ningún otro lugar, me atrevo a decir, del mundo”.

Tras un sinfín de guerras, conquistas, anexiones y cambios territoriales, el Derecho Pirenaico aún es apreciable en detalles como el sistema que ordena el aprovechamiento de las tierras comunales. “No son públicas. No son del Ayuntamiento, del Estado ni de la Diputación. Son de los vecinos de un pueblo. Si un vecino se va a vivir a otro pueblo, pierde el derecho sobre esas tierras y, paralelamente, si llega un vecino nuevo, adquiere los derechos. Lo importante es la casa, no la persona que vive dentro de la casa”.

Plan Ibarretxe En la actualidad, se observa la huella del Derecho Pirenaico en ámbitos sorprendentes. “El Plan Ibarretxe distinguía nacionalidad y ciudadanía. Por poner un ejemplo, esto es como cuando dicen que un jugador brasileño se nacionaliza español. No es así, ya que él en realidad seguirá siendo brasileño toda su vida. Lo que hace es adquirir la ciudadanía española. Eso es Derecho Pirenaico puro”. Los concejos también deben su origen al Derecho Pirenaico ya que “parten de la misma filosofía de hacer las cosas de abajo hacia arriba”.

Avanzando por esta misma senda, se llega al polémico asunto de las herencias. “Todavía hay lugares en Bizkaia y en la Navarra foral donde se conservan leyes privadas distintas a las generales”, apunta el director. Nuevamente, Derecho Pirenaico. Tampoco es casualidad que la mayor cooperativa del mundo se ubique en nuestro entorno. En realidad, el movimiento cooperativista toma su sentido de la filosofía que emana del Derecho Pirenaico. “Viene a ser lo mismo que la propiedad comunal, pero aplicado a la empresa”, agrega.

Las ikastolas, nacidas al margen de unas leyes educativas que no contemplaban el euskera y promovidas por la ciudadanía, son otro ejemplo de organización inspirada en el Derecho Pirenaico. “En la antigüedad -explica el experto-, la manera en que se hacían las cosas variaba de un valle a otro, y es porque los vecinos se organizaban a su manera. No había nadie que, desde arriba, llegara y les dijera lo que tenían que hacer”.

El objetivo de la jornada, además de estudiar el fenómeno y difundirlo, consiste en “aprender cosas que nos sirvan para el futuro”. Para entender cómo pueden aprovecharse las enseñanzas de este Derecho, Sánchez Aranaz retoma el ejemplo de los concejos. “Se ha conseguido, gracias a que ACOA apretó al Parlamento Vasco, que la Ley de Administraciones Locales haya incluido el sistema de concejos de Álava. La meta es que las leyes sean lo más acordes posibles con la teoría, puesta al día, del Derecho Pirenaico. Que la filosofía influya en los legisladores actuales, porque creemos que para la inmensa mayoría es mucho mejor hacer las cosas de esta manera, de abajo a arriba. Se trata de una democracia participativa, no sólo representativa”.

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