¿Qué fue la “Voluntaria Entrega”?

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“La Voluntaria Entrega de Alava a la corona de Castilla”, por Juan Angel Saenz (Fuente: http://www.arteinformado.com)

(Publicado en la revista “Mentes Inquietas”, Abril 2016)

Para muchos, la llamada “Voluntaria Entrega” habría sido el pacto por el que los alaveses, el año 1200, tras la conquista por el rey de Castilla Alfonso VIII, pasaron a formar parte de ese reino. De esa manera, se daría pábulo a la idea de que la incorporación a Castilla tanto de Álava como del resto de los territorios occidentales del Reino de Navarra en aquella época, fue por pacto y no por conquista militar. Así resulta que los defensores de la soberanía vasca, coinciden con los adversarios de la misma para defender la unión pactada entre las provincias vascongadas, Álava en este caso, y Castilla, suponiendo una independencia originaria de los actuales territorios forales.

Sin embargo, tales afirmaciones carecen de veracidad. Es preciso aclarar que lo que se conoce como “Voluntaria Entrega” no tiene nada que ver con la conquista y anexión llevada a cabo por los castellanos en 1200.

Para muchos vitorianos la “Voluntaria Entrega” no es más que el nombre de una calle de su ciudad, en el barrio de Lakua-Arriaga, que une la actual avenida de Portal de Foronda, con el núcleo de la antigua aldea de Arriaga, entre las calles paralelas de Árbol de Gernika y Juntas Generales. Dicha denominación se hizo efectiva en 1970, por obra del consistorio presidido por Manuel Lejarreta Allende, quien luego fuera Presidente de la Diputación de Álava, entre 1972 y 1977, y procurador en las Cortes franquistas por el tercio municipal, desde 1967 hasta su autodisolución en 1977.

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Calle Voluntaria Entrega, en el barrio vitoriano de Lakua-Arriaga (Fuente: http://www.gasteizhoy.com)

Manuel Lejarreta prologó en 1974 el libro editado por la Diputación, “Álava Medieval”, obra del historiador Gonzalo Martínez Díez, sacerdote jesuita, catedrático de historia del derecho.

En dicho prólogo comenta cómo “se trata también en esta obra del origen y naturaleza jurídica de la Cofradía de Arriaga, su carácter señorial y los vínculos que unían a Álava con los reyes de Castilla, antes y después de 1332”. El citado año es, precisamente, el de la “Voluntaria Entrega”.

Naturalmente, hay una relación entre los acontecimientos de 1200, la conquista castellana de la parte occidental de Navarra, y los de la “Voluntaria Entrega” de 1332, que no es sino la entrega por parte de los señores alaveses, coaligados en la Cofradía de Arriaga, de sus derechos jurisdiccionales al rey de Castilla, a la sazón Alfonso XI.

Vayamos a la historia.

Tras la conquista y anexión del territorio de Álava por parte de Castilla, en 1200, casi toda Álava quedó como tierra de señorío, restando como territorios de realengo los de las villas, Vitoria, Antoñana y Arganzón, que incluía Treviño, que ya lo eran con el rey de Navarra, villas que, por cierto, presentaron grandísima resistencia a su conquista por los castellanos. Las villas de Bernedo, Labraza, Laguardia y San Vicente de la Sonsierra continuaron formando parte del Reino de Navarra.

Los señores alaveses, una vez feudalizados sus señoríos, se esforzaron por demostrar su poderío frente al del rey, agrupándose en la llamada Cofradía de Arriaga, de la que no hay noticias hasta 1258. Posiblemente fue una reacción ante la expansión del realengo, mediante el otorgamiento de fueros de villazgo, por parte del rey Alfonso X.

La Cofradía fue, pues, una creación de los señores alaveses, tras la conquista castellana de 1200, para defender sus intereses, pero siempre estuvo sometida a la monarquía castellana, de hecho su máximo representante fue siempre un personaje de la alta nobleza, como lo manifiesta la crónica de Alfonso XI, escrita durante el reinado de Enrique II de Trastámara (1369-1379), que nos dice que “Et a las veces tomaban por Señor alguno de los fijos de los Reyes, et a las veces al Señor de Vizcaya; et a las veces al de Lara, et a las veces al Señor de los Cameros”

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Ermita juradera de San Juan de Arriaga, en el parque de Arriaga (Vitoria-Gasteiz) (Fuente: http://devitoriaalmundo.wordpress.com)

La creación de nuevas villas y los favores concedidos a Vitoria, que adquirió la centralidad política y económica del territorio alavés, provocaron una situación de crisis en la Cofradía de Arriaga. En 1332, Vitoria se hizo con cuarenta y un aldeas, que completaron el territorio de la Hermandad de Vitoria tal como la conoceremos posteriormente. La riqueza de una villa estribaba en su capacidad para recaudar tributos. Estos eran numerosos y, en su mayor parte, indirectos, como las alcabalas, que gravaban las operaciones de compra-venta. Los señores alaveses fueron conscientes de que su status nobiliario, que les privaba del ejercicio del comercio y del gobierno de las villas, era contraproducente para sus intereses.

En esas circunstancias, los representantes de los señores de la Cofradía de Arriaga se presentarán en Burgos ante el rey Alfonso XI, denominándose “Fijos-dalgo et labradores”, reflejando cómo se contraponían los intereses de la Álava señorial y rural a los de las villas. La crónica nos dice que “dixieron al Rey que le querían dar el señorio de toda la tierra de Alava”. A continuación, el 2 de abril de 1332, el rey se trasladó a Vitoria y, en el campo de Arriaga, “do ellos acostumbran facer junta”, hicieron entrega al rey de sus derechos jurisdiccionales.

Esto, y no otra cosa, es la llamada “Voluntaria Entrega”. A cambio de renunciar a la jurisdicción, los señores alaveses conservaron sus privilegios fiscales y la propiedad de sus señoríos, y pudieron dedicarse a actividades mercantiles, lo que resultó para ellos un negocio redondo. A continuación, muchos de estos señores rurales se trasladaron a vivir a Vitoria. Son los Iruña, Maturana, Eskibel, Abaunza, Adurza, entre otros. La irrupción de estos nuevos habitantes hidalgos, agrupados en el bando de los Calleja, creó conflictos con los antiguos, burgueses o villanos, protegidos por los Ayala, quienes no eran estrictu sensu alaveses, por lo que no habían pertenecido a la Cofradía de Arriaga.

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Escudo de los Calleja (Fuente: http://www.blasoneshispanos.com)

La citada crónica de Alfonso XI, nos dice que “desque fue conquistada la tierra de Álava et tomada a los navarros, siempre ovo señorío apartado”, es decir, distinto al del rey, de donde se deduce que antes, con Navarra, no lo tenía. Es de reseñar como la rapacidad y actitud oligárquica de los señores alaveses, extensiva al resto de sus homónimos vascongados, quienes en 1200 traicionaron a su reino, el de Navarra, a cambio de la obtención de privilegios feudales en sus señoríos, fue capaz de cambiar de forma en 1332 para seguir manteniendo su poder.

Tal proceso habría sido inviable en el Reino de Navarra, regido por el derecho pirenaico, especialmente tras su reestructuración, a partir del reinado de Sancho VI, con la fundación de villas y el desarrollo del régimen de tenencias. Los señoríos navarros no eran hereditarios ni implicaban jurisdicción sobre el territorio, es decir, recaudación de impuestos, administración de justicia y servidumbre.

En Navarra, la jurisdicción pertenecía al Reino.

En conclusión, la Cofradía de Arriaga no representaba los intereses de los alaveses, sino los de sus señores, y la “Voluntaria Entrega” fue un negocio de esta oligarquía desnaturalizada. Aunque algunos se empeñen en ver en dicha institución señorial un trasunto de una supuesta independencia original de los alaveses, la historia nos trasmite la pertenencia de Álava a Navarra.

https://martinttipia.com/2016/06/20/que-fue-la-voluntaria-entrega/