Bolívar se hizo independentista en Bilbao

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Simón Bolívar (julio de 1783, Caracas – diciembre de 1830, Santa Marta de Colombia):“Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción; la ambición, la intriga, abusan de la credulidad y de la inexperiencia de hombres ajenos de todo conocimiento político, económico o civil; adoptan como realidades las que son puras ilusiones; toman la licencia por la libertad, la traición por el patriotismo, la venganza por la justicia”

El caraqueño Simón Bolívar vivió durante un período de trece meses en el país de sus antepasados residiendo en el Casco Viejo de Bilbao. Bolívar estuvo en la capital bizkaína desde el 20 de marzo de 1801 al 29 de abril de 1802, por tanto cuando tenía 17-18 años, según consta en los pasaportes expedidos y conservados en la casa natal del Libertador en Caracas. El historiador Teófilo Guiard, Archivero Municipal de Bilbao a principios del siglo XIX, situó la residencia de Bolívar en el Casco Viejo de Bilbao en un noble edificio de la calle Matadero, calle que desde 1885 se llama Banco de España, y donde una placa puesta en 1983 recuerda la estancia bilbaína del que será llamado “el Libertador” de América.

En el año 2010 la Diputación de Bizkaia concedió una beca al venezolano Alejandro Cardozo Uzcátegui (Mérida 1978) para investigar sobre ese tiempo que el Libertador pasó en nuestras tierras y que ha titulado “El año velado de Simón Bolívar Bilbao 1801-1802”. En este libro Cardozo relata cómo un joven Simón arribó a Santoña y marchó para Madrid donde llegó a principios de 1799. Bolívar hasta entonces destacaba por ser de una familia adinerada de altos funcionarios de la realeza borbónica con títulos de Marqués de Bolívar y vizconde de Cocorote, incluso de adolescente hizo carrera militar en el ejército colonial español.

En Madrid se instaló con “el marqués Gerónimo de Uztáriz, caraqueño y alto funcionario del gobierno español, quien le daría hospedaje, amistad y educación, fungiendo como uno de sus más importantes ―y verdaderos― maestros (tras caer su tío Esteban Palacios en desgracia ante la Corte). En casa de Uztáriz, en el verano de 1800, Bolívar conoció a doña Teresa Rodríguez del Toro, su futura y única esposa. Simón marcha a Bilbao tras los pasos de Teresita por razones familiares, no políticas, el 20 de marzo de 1801, a las diez de la noche, con la intención de casarse. Ahí se hospedó en la casa del caraqueño don Pedro Rodríguez del Toro, hermano del marqués del Toro, futuro general de la Independencia, una familia mantuana con intensos lazos de amistad con el futuro Libertador. Teresita viajó con su padre, don Bernardo, para hacerle compañía a su primo, don Pedro y a su esposa Pilar, quien agonizaba de fiebres terciarias en la villa vasca. El joven Bolívar les acompaña en un gesto de solidaridad con su “nueva” familia en España: los Rodríguez del Toro y los Alayza”. ¿Qué es lo que hizo ese año el futuro libertador en Bilbao junto a su prometida?

En Bilbao el adolescente Bolívar mientras cortejaba a su futura esposa, acudía con asiduidad a las tertulias enciclopedistas que daban Antonio Adán de Yarza Vélez de Larrea y Tavira del palacio Zubieta de Ispaster, formado en el Seminario de Nobles de Bergara, junto a su amigo Valentín Tadeo de Foronda que además de al Seminario pertenecía a la Real Compañía de Filipinas. Ambos estaban relacionados con los enciclopedistas franceses desde su centro neurálgico que tenían en la calle Bidebarrieta del Casco Viejo bilbaíno (hoy una preciosa biblioteca pública), donde se hacían las tertulias ilustradas de la villa a las que acudía son asiduidad el joven Bolívar. Leían en estas tertulias a los grandes autores del enciclopedismo francés como Montesquieu, Voltaire, Rousseau y los clásicos de todos los tiempos. Era Adán de Yarza la cabeza visible de todo aquel movimiento, por lo que fue nombrado Regidor de la villa y condecorado por el mismo José Napoleón por su afrancesamiento durante la invasión francesa de España (1808-1814).

Además de acudir a las tertulias y la realización de diversas gestiones comerciales de su importante patrimonio, Simón Bolívar aprovechó su estancia en Bilbao para hacer unas cortas incursiones por Iparralde (Baiona) y Francia (Paris), con las que completó su pensamiento político. Por tanto, la ilustración de Simón Bolívar y gran parte de su cultura política la adquirió en ese año que estuvo en Bilbao. Bolívar en sus «Escritos políticos» dirá después:” “Es más difícil, dice Montesquieu, sacar un pueblo de la servidumbre que subyugar uno libre. Esta verdad está comprobada por los anales de todos los tiempos, que nos muestran las más de las naciones libres sometidas al yugo y muy pocas de las esclavas recobrar su libertad».

Simón Bolívar aprovechó ese año para visitar junto a su pariente Pedro Antonio Bolívar de Munguía el árbol de Gernika, símbolo de las libertades vascas y donde se reunían las Juntas Generales de Bizkaia. Estas Juntas Generales tuvieron su réplica después en las similares Juntas Criollas que gobernarán los territorios alzados contra el imperialismo español. El caraqueño relata en una carta la emoción que le produjo visitar el pueblo de sus antepasados, la Puebla de Bolibar de cuya casa Rementeria salió hacía 5 generaciones Simón Bolívar “el Viejo”.

Simón Bolíbar «el Viejo» Bolibar (1532-1612 Caracas) pertenecía a los Rementeria (“errementari” significa herrero en euskera), una rama segundona de la familia Bolíbar o Bolíbar-Jáuregui (palacio), familia noble que tenía su casa-torre solariega en La Puebla de Bolibar cerca de la villa de Markina en la comarca de Lea-Artibai. Bolibar significa en euskara “molino en la vega” de “boli, bolu, borin” molino e “ibar” vega, pero el patronímico de su familia era Ochoa. El apellido de su familia era por tanto Ochoa de Rementeria de Bolíbar-Jáuregui, pero en aquel entonces no existían reglas fijas para la configuración y transmisión de los apellidos por lo que el padre de Simón Bolíbar “el Viejo” intercambió Rementeria por Bolíbar-Jáuregui, quizás por ser este apellido de mayor prestigio.

El bizkaino Bolívar “el Viejo” llegó a Venezuela en 1588, donde fue escribano público del cabildo y secretario de la Real Audiencia de Indias. Simón Bolívar “el Viejo” logró que por primera vez que Venezuela exportara mercancías a España de forma legal y en 1589 logró que se instalara en América el Seminario Tridentino de Santa Rosa, el cual se convertirá en la Real y Pontificia Universidad de Caracas en 1721, que el propio Libertador en 1827 y siguiendo la obra de su antepasado, denominó Universidad Central de Venezuela. Aunque el hecho más destacado del primer Bolívar sea probablemente sus gestiones con la corona española y el logro de que Caracas se convirtiera en la capital de la provincia de Venezuela. Fue este primer Bolívar el que cambió la segunda “B” del apellido por la “V”, tal como actualmente se escribe. Los siguientes Bolívar también ocuparon altos cargos coloniales.

El caraqueño Simón Bolívar “el Libertador” abandonó la capital bizkaína para casarse con su prometida Teresa Rodríguez del Toro en Madrid en mayo de 1802 y en julio volvió a Caracas. Regresará a Europa tras la muerte de su esposa al año siguiente y viajará por Francia e Italia entre los años 1803-1805 instalándose en un París donde Napoléon I Bonaparte se proclamaba Emperador. Un 15 de agosto del año 1805 en el Monte Sacro de Roma, ante su maestro de escuela el también caraqueño Simón Rodríguez, proclamó su intención a la que consagró su vida: “¡Juro delante de usted; juro por el Dios de mis padres; juro por ellos; juro por mi honor, y juro por mi Patria, que no daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español!”.

De su estancia en Bilbao a Simón le quedaron las enseñanzas de los ilustrados vascos que tuvieron por tanto un papel fundamental en las ideas del Libertador de América y le ayudaron a crear los equivalentes americanos de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País Vasco y del Seminario de Bergara para la introducción de las ideas ilustradas en América, a los que el Libertador dio el nombre de “Sociedad de Amantes del País” y la “Escuela de Minería”.

Simón recibió el nombre de “el  Libertador” en el año 1813: «Yo no soy Napoleón ni quiero serlo; tampoco quiero imitar a César, aún menos a Iturbide (proclamado emperador de México y de origen nabarro). Tales ejemplos me parecen indignos de gloria. El título de Libertador es superior a todos los que ha recibido el orgullo humano. Por tanto es imposible degradarlo».

Los días y años de la independencia de los países bolivarianos fueron:

República bolivariana de Venezuela el 5 de julio de 1811

Colombia 7 de agosto de 1819

Ecuador 24 de mayo de 1822

Bolivia 6 de agosto de 1825

Panamá se separa de Colombia el 3 de noviembre de 1903

 

Perú 28 de julio de 1821

Hoy dos Estados americanos llevan un nombre en euskera gracias a Simón Bolívar: Bolivia y la República Bolivariana de Venezuela. En Europa hay otro Estado independiente con nombre en euskera: Andorra, y otros dos Estados lo llevaron: la corona de Aragón (que incluía los países catalanes) y Baskonia-Nabarra, hoy sojuzgadas por el imperialismo español y francés.

“La imprenta es la artillería del pensamiento”, Simón Bolívar, Libertador de América.