¿Planeta azul y corteza ocre?

Difícil adivinar como dentro de algunos lustros lo percibirán los astronautas.

Tal vez para entonces ya lo hayamos contaminado de verdoso cárdeno. Quizás en dos  o tres décadas su piel no pase de un puro y monótono ocre, absolutamente neutro… Quizás…

Odio a los moralistas y filósofos de salón, que en los momentos tan cruciales que estamos viviendo, se ponen a filosofar en tertulias, entrevistas  etc…

–         ¿Oiga que lo suyo es filosofar?

¡Qué filosofías ni mandangas, cuando esto sólo se salva cambiando de pies a cabeza todo el gobierno del mundo!

Pues no, que no me filosofen los vampiros del sistema,  que ya no hay tiempo para engatusar a pijos y diletantes con  estúpidas ocurrencias ontológicas.

¡Ay esos filósofos de estómagos agradecidos, tan lejos del gemido de las hambrunas!

¡Oh esa vanidad y  orgullo de  esos payasos del silogismo cortesano…!

Cuando ya sólo nos queda gritar, luchar, denunciar y si se me apura, la hoguera…

La hoguera por supuesto para los políticos y sobre todo para sus descerebrados electores… , que en definitiva somos los que estamos manteniendo a toda esta canalla que nos organiza el mundo…

Pero no voy a repetir las consabidas soflamas… Que uno mismo acaba por aburrirse a sí mismo.

Lo de Fukushima, con ser tan estremecedor, por ahora es simplemente una herida más en la piel de nuestro mundo, al menos es lo que nos quieren dar a entender.

Tampoco sabemos cuantas heridas más de este calibre, podremos soportar, así en la tierra como en el cielo. Porque entre unos y otros estamos corrompiendo el cielo que respiramos, hasta envenenarle el azul y romperle su ozono.

Mi admirado Solís se preguntaba en uno de sus jugosos artículos: “¿A los dirigentes mundiales, les interesa realmente el hombre?”

Y que si no le interesa el hombre no le interesa el mundo…

Claro que les interesa. Pero eso sí, exclusivamente como fuerza motriz. Mientras tal fuerza sea necesaria para colmar la ambición de monopolios y oligarcas…

Evidentemente la fuerza motriz del mundo, que como tal fuerza, es la rapiña de banqueros, monopolios y políticos…

En este sentido me decía coloquialmente un amigo, buen humanista él, “¿Que coño hacen las religiones y su Dios por el hombre? ¡Que a este paso se nos comen el mundo!

Que en definitiva, en esto estriba la disparatada organización de esta tierra, que la inmensa mayoría viva manipulada, esclavizada o muriéndose al servicio de una minoría tan privilegiada como criminal.

Como vulgarmente se dice, para que unos pocos ganen mucho, unos muchos han de ganar muy poco o nada…

Y que nunca se sabrá que justificación tienen los unos para vivir esclavizando a los otros. ¡En virtud de que ley…¡

Que eso es el capitalismo, esa dictadura de unos pocos que  sin ningún miramiento  nos lleva a unos muchos al caos…

Los pocos que en su derroche energético, absolutamente irracional ni se plantean un uso respetuoso de energías renovables no contaminantes.

Y por supuesto, los mismos que negociarán hasta la extenuación con las venenosas energías fósiles y las peligrosa e incontrolable energía nuclear. Que nada les impide comprar todos los científicos que sean menester, para encaminar y disfrazar sus criminales y destructivos propósitos.

Que hoy se compra todo: ingenieros, jueces, políticos, integridades…

Por eso, dejar en manos de un ser tan arrogante como el hombre, una fuerza como la atómica que no acaba de controlar -por mucho que los bien pagados del stablishment prediquen su seguridad y excelencias-, es como dejarle a un caco, vigilando una joyería…

Al capitalismo, nunca le ha importado la vida del planeta, ni la de sus habitantes.  Su único objetivo es el lucro y a través de él, el control de las riquezas (granos, energía, tecnología etc…) y del armamento.

Para el capitalista, el ser humano no significa mas que un elemento más de la cadena de  producción.

El capitalismo sea del signo que sea, es sinónimo de guerra, destrucción de la sociedad y del medio.

Es decir, no puede vivir sin mantener guerras, aunque un día de guerra contra Gadafi –al que no pararon cuando se le pudo parar- baste para quitar el hambre durante días a todo Sudáfrica…

Y en este orden de cosas, no creo que muchos duden de que este enemigo de la humanidad, haya colonizado no solo la OTAN, sino la propia ONU –caso de que alguna vez no lo estuviera-. Una colonización de nidos de víboras…

Bien, esta es una más de todas las radiografías o síntesis que podemos hacer de este mundo de nuestros pecados.

Así estamos.

Obamas, Camerones, Sarkozys, Berlusconis, Zapateros…  Cierto que no pasan de una cuadrilla de funambulistas, bravucones de Zumosol, engreídos napoleoncitos, mamarrachos sexuales, pusilánimes más cortos que la nariz de un virus etc…etc…

Ni más ni menos, son fieles representantes –imágen y semejanza- de las respectivas sociedades a las que representan.  Nos parecen auténticos esperpentos. Nos da pánico -¡mira que somos hipócritas!- haber dejado en sus manos las grandes decisiones del mundo.

Pues hermanos, ¡atémonos los machos! Sus plantillas están cortadas en los módulos de nuestra sociedad, según nuestros parámetros, apetencias y ambiciones. Y es lo que hay…

Así es que….

Desde el neolítico, el ser humano ha mantenido un proceso ininterrumpido de crecimiento o desarrollo de intensidad variable.

Es incuestionable –lo dicen científicos, etólogos y naturalista- que este crecimiento va a devorarnos.

Nos quedan dos alternativas: Dentro de nuevos planteamientos ceñidos a un decrecimiento controlado, uno que supone un viacrucis: replanteamientos del consumo, sentido del ser humano en el universo, producción solidaria etc…

O un inequívoco cataclismo. Caso de seguir moviéndonos en las actuales coordenadas de consumo, explotación, guerras, destrucción ambiental etc…

Cierto que nuestra estupidez sólo nos mueve o motiva cuando nos ahoga el tsunami, nos arruina la guerra o nos envenenan las radiaciones…

Cierto que uno mismo no tiene ninguna certeza de ser más catastrofista que realista… Allá cadauno con su cadaunada….

Yo por si las moscas, como dice el profesor Guillermo Almeyra, quitaría al capital la posibilidad de hacer guerras contra los pueblos y contra el medio ambiente…”

Y añadiría. Le quitaría la posibilidad de generar estas crisis que nos hunden en la miseria y en la desesperanza. Y la posibilidad de generar el hambre monopolizando los alimentos. Y  la posesión de la ciencia y de la Tecnología, para que no estén en manos de irresponsables… ¡Tantas cosas le quitaría!

Lo que si estuviera en mi mano sin duda le quitaría con toda la legitimidad que pueda emerger de la voluntad de los  ciudadanos, es la posibilidad de especular y de almacenar el dinero procedente de todas sus macabras gestiones….

– Pero oiga señor, dígame usted ¿cómo se les para?

–  Pues mire Usted, uno desde su pequeñez como habitante de un pequeño pueblo de lo que llamamos Euskalherría, no es ningún oráculo. Me encantaría que ninguna instancia extraña a nuestro pueblo, me introdujera en ciertos berenjenales –como guerras, Natos etc…- tan ajenos a nuestros intereses como pueblo… Y como ser humano, lo único que puedo decir, es que  si hay que contar con mi firma para “voltear” toda esta amalgama “socio-política-económica-criminal”, que se cuente. ¡Oiga! ¿Dónde hay que firmar?

 

Publicado por Nabarralde-k argitaratua