¿Acoso a las ikastolas?

En estos últimos tiempos se viene observando un cierto y preocupante desinterés por las ikastolas, por parte de grupos de los cuales pensábamos que serían sus defensores.

Por ejemplo: en las reivindicaciones habidas en favor la de Escuela Pública Vasca (¿cómo, sin un Estado Vasco?), no se hace ninguna referencia a la importante y decisiva aportación de las ikastolas; vamos, como si no existieran ni hubieran existido. Esta actitud de ocultación, negacionismo y de no reconocimiento de su labor (que en otros ámbitos causa asombro y admiración y que no es debidamente valorada en nuestro entorno), nos parece más propia de los enemigos y detractores del euskera que de quienes se manifiestan como sus protectores.

Otro ejemplo: Desde la Mancomunidad de Sakana y del Ayuntamiento de Alsasua,  en la campaña de prematriculación infantil correspondiente al próximo curso, se presenta la opción del modelo D argumentando, entre otras cosas pero de manera destacada, la calidad demostrada y la experiencia adquirida lo largo de 30 años de existencia, lo que deja fuera a las ikastolas que acumulan más de 50 años de vida. ¿Es que no son las ikastolas del interés de estas dos instituciones? ¿O no estamos interpretando bien el mensaje?

El parlamentario foral por Nafarroa Bai Xabier Lasa en un artículo titulado “Matricular en el modelo D”, publicado el día 08.03 en el Diario de Noticias de Navarra, concluye: “Y también quisiera mandar un ánimo especial a los padres y a las madres de la Ribera y la zona no vascófona que matriculan a sus hijos e hijas en ikastolas ante la imposibilidad de hacerlo en colegios públicos…” O sea, que la razón no es el proyecto educativo de la ikastola y así, en el momento en que la red pública posibilitara la matriculación en uno de sus centros, las abandonarían.

Antes de seguir adelante quiero manifestar todo mi respeto, en muchísimos casos admiración y en bastantes mi cariño, hacia las personas que ejercen su labor docente en otros centros. Excelentes profesionales y mejores personas entregadas en cuerpo y alma a su tarea con incuestionable (al menos por mi parte) legitimidad, a quienes lo último que quisiera es herir en sus sentimientos.

Ahora vamos a tratar de distinguir entre las dos opciones.

Las ikastolas fueron creadas desde la iniciativa popular, puesto que la institución escolar existente (tanto privada como pública) no satisfacía las necesidades y las demandas de un sector importante del conjunto de la colectividad del País Vasco, que consideraba al euskera como núcleo sustancial de su identidad. Las escuelas entonces existentes eran un instrumento de aculturización y colonización. La ikastola frente a ello nació como alternativa educativa que surge asumiendo dentro de su proyecto educativo las características que definen fundamentalmente la existencia de un pueblo, tales como su lengua y su cultura. Pretende formar personas que estando abiertas a otros países y pueblos lo hagan desde su propia personalidad, desde una comunidad cultural que tiene su propia idiosincrasia. Partícipes de la cultura occidental  y abiertas a la cultura universal, las ikastolas tienen una sustancia educativa específica que se refleja en sus símbolos, mitos y ritos; en sus costumbres, tradiciones e historia; en su forma de relacionarse con el mundo material, de comunicarse y de organizarse, de interpretar la vida, es decir, que se refleja en el espíritu y el genio del Pueblo Vasco.

Las ikastolas, por el hecho de ser creadas  por la iniciativa popular, por transmitir, desarrollar y potenciar la lengua y la cultura vasca, por su funcionamiento, forma de gestión y servicios que prestan, por su no pertenencia a organizaciones políticas, sociales y/o religiosas, sino únicamente a su comunidad educativa (padres, madres, alumnado y personal docente y no docente), aspiran a ser el origen y fundamento de la Escuela Publica Vasca.  (Para lo cual se me hace evidente que habrá que contar con un Estado Vasco) “La Ikastola. Carácter y estructura” de EHIK

No nos vamos a detener en detallar su evolución en materia específicamente educativa, ni en presentar los numerosos reconocimientos por parte de diversas organizaciones que se ocupan de la materia y que avalan el alto grado de cualificación de las ikastolas, entre otras cosas, por falta de espacio.

En cuanto a los Colegios Públicos, además de la experiencia de quienes nos educamos (¿) en las escuelas del nacional-catolicismo, de las que han desaparecido algunos de los símbolos que las identificaban, pero en los que no observamos ningún cambio en lo que nos afecta a la ciudadanía vasca, contamos con las referencias de destacadas personalidades de la vida intelectual española, entre las que vamos a seleccionar la de Juan Sisinio Pérez Garzón, Catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Castilla-La Mancha, en su trabajo “España: De nacionalismo de Estado a esencia cultural”, incluido en el libro “El nacionalismo español”, publicado en Octubre de 2007, dirigido y coordinado por Carlos Taibo, profesor de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid. Nos dice: “Del periodo de la primera mitad del siglo XIX, ha quedado un legado en la forma de que la idea de lo español consiste en un mismo espíritu primordial amasado durante siglos. Ese pueblo español, definido como colectividad nacional por los liberales tenía que contar con un único Estado, cuanto más centralizado mejor para domeñar las tendencias centrífugas del carácter individualista del español. Así pasó a proclamarse desde las instituciones públicas, desde el Estado y desde instancias como la escuela […]. Hubo, por tanto, desde las décadas centrales del siglo XIX dos modos enfrentados de plantear el Estado Nacional. Por un lado, el centralista, por el otro, distintos proyectos descentralizadores que iban desde el municipalismo de sectores progresistas hasta el federalismo de los republicanos, con matices internos, a su vez. Todos, conviene subrayarlo, con la misma idea de España como unidad nacional común. . .”. Es decir, las Escuelas Nacionales, hoy llamadas Colegios Públicos, al servicio de la construcción del Estado gran-nacional Español. Idea hoy todavía vigente e incluso, en estos últimos tiempos, reforzada. ¿Se entiende la diferencia?.

Así pues, quiero enviar un ánimo especial a los padres y a las madres que matriculan a sus hijos e hijas en la ikastola, aunque tengan posibilidad de hacerlo en los colegios de la Red Pública Estatal. También, por supuesto, a los padres y madres de la Ribera y de la zona no vascófona, en la esperanza de que lo sigan haciendo, aunque se les presente la oportunidad de optar por las línea públicas del Estado español.

 

Publicado por Nabarralde-k argitaratua