Más vale prevenir que lamentar

Recientemente, un estudio sobre el cenit de producción mundial de petróleo fue realizado por GAO (General Accountability Office). Este organismo es una oficina independiente del Gobierno de Estados Unidos pero que sí depende del Congreso norteamericano. Hace unos meses, un informe que GAO elaboró y que también fue publicado, concluía diciendo que la mayoría de los estudios sobre el futuro de la energía estimaban o preveían que el cenit de producción mundial de petróleo ocurriría entre 2005 y 2040. Este abanico de predicciones resultaba un periodo de tiempo muy amplio y ello era debido a que la sincronización del cenit dependía de múltiples factores de naturaleza incierta que, en función de cómo evolucionaran, determinarían el ritmo de consumo de las reservas de petróleo y, con ello, la capacidad de la oferta de satisfacer a la demanda de petróleo.

Por otro lado, técnicamente no es difícil conocer cuánto petróleo puede ser extraído en función de la tecnología, los costes y las limitaciones de índole ambiental, así como las condiciones políticas y de inversión potencialmente desfavorables que pueden darse en algunos países que tienen petróleo y, por tanto, a los que se dirigirá la demanda global de petróleo, en un futuro. A su vez, la evolución de la demanda mundial de petróleo dependerá del desarrollo económico, de las políticas que impriman los diferentes gobiernos con respecto a las exigencias ambientales derivadas, fundamentalmente, de la lucha contra el cambio climático y de la actuación del consumidor con respecto a la fiscalidad sostenible, al transporte y a la edificación sostenibles y al ahorro y a la eficiencia energética.

En suma, aunque personalmente considero que el cenit del petróleo o ‘peak oil’ se producirá, bien a finales de esta década, bien a comienzos de la siguiente, lo importante es asumir que a la era del petróleo -que hemos conocido desde haces más de 150 años- le queda muy pocos años para que expire. ¡Le queda menos tiempo de lo que dura la hipoteca de un piso!. Por otra parte, todos los expertos asumen que si se produjera un inminente cenit del petróleo se ocasionaría una disminución más o menos brusca de la producción mundial de petróleo y la consiguiente elevación de los precios de los hidrocarburos fósiles que nos podría conducir hacia una preocupante recesión mundial.

Sin embargo, si el cenit del petróleo se retrasara hasta después de los años 2020-con mayor razón después de 2030- se nos daría un impagable tiempo de respiro ya que, entonces, las diferentes tecnologías y las energías alternativas tendrían un mayor potencial de atenuar las consecuencias negativas que tendría el cenit del petróleo. En cualquiera de los casos que se produzca, no hay ninguna duda de que cuanto antes nos preparemos, anticipándonos al cenit del petróleo, mejor saldremos parados de la prueba que significa el paso a la era post-petróleo.

Lo más probable es que, en función de lo que decidamos ahora, será como lograremos el éxito o el fracaso de nuestro trascendencia como humanidad entera. Los vascos tenemos mucho que aportar. ¿Cuanto habríamos ya contribuido a ello si nuestras cajas de ahorro, en vez de dedicarse a la especulación del ladrillo, hubieran invertido y vehiculado los ahorros de los vascos en la construcción de una moderna red ferroviaria de ancho europeo, para pasajeros y mercancías, que conectase todas la comarcas de Euskal Herria?. Hubiera sido lo correcto. ¿Verdad?