Olentzero

Los ayuntamientos de las capitales y algunos municipios grandes de Euskal Herria, ignorando la historia propia, prefieren la Epifanía. Una celebración festiva de genuino carácter español que no se realiza en otros lugares, basada en una piadosa leyenda, los Sabios de Oriente, manipulados como Reyes Magos. Relegan a Olentzero, legendario y mitológico personaje vasco ya celebrado histórica y popularmente en Leitza, Sara, cuenca del Bidasoa y cuya implantación, de modo más ritual y formal, al parecer, se inicio en Lesaka hace 50 años. Coincide con la recuperación y divulgación de referencias identitarias en ikastolak. Instaurado socialmente a partir de los años 70 en un trascendental período de recuperación de tantas tradiciones culturales de nuestro país. Tiene una leyenda antiquísima de raíz y popular muy significativa vinculada al solsticio de invierno, a un ciclo temporal que finaliza, coincidente con la Natividad.

Olentzero u Olentzaro y otras variantes, según lugares, representado por la humilde figura de un carbonero es más próxima y querida entre la población infantil ya que tiene una gran talla humana. Incluso comparativamente la escenografía figurativa que lo acompaña es mucho más popular, costumbrista, vinculada a la tierra y la naturaleza que la ostentación que muestra el desfile, con ciertas reminiscencias militares, que acompaña a los mal llamados reyes magos. El carbón, la txapela, blusa, piel de oveja y abarcas frente al oro, la corona, capa y botas. Tiene un importantísimo componente participativo como fiesta popular con danzas y especialmente cantos que los asistentes acompañan. Además está en sintonía celebrativa navideña universal con más intensidad y tiempo para el disfrute. Hay que considerar la importante contribución que supuso en 1993 la difusión del disco Olentzero de Gontzal Mendibil popularizando su tradicional canción: «Olentzero joan zaigu/mendira lanera/intenzioarekin/ikatz egitera/…»

La cultura tradicional y popular como manifestación viva de un patrimonio etnográfico basada en el rescate de celebraciones, hábitos y canciones antiguas configura la rica expresión festiva de una identidad propia, singular y en este caso concreto excepcional. El modo como el pueblo vasco, sus capas sociales más vinculadas a las raíces autóctonas, de forma paciente, reivindicativa, con notables y generosos esfuerzos, riesgos personales y colectivos ha sabido mantener una historia propia, un antiquísimo pasado singular como algo genuinamente vigente, sumamente simbólico, irrenunciable, divulgando e introduciendo de modo progresivo e irreversible este personaje, merece un profundo y serio estudio.

Este personaje que otras muchas otras singulares culturas desearían poseer como referencia etnográfica propia de tal importancia y arraigo, es objeto de curiosidad y admiración en muchas nacionalidades y universidades. Observan un caso muy singular, excepcional, de autoafirmación celebrativa frente a un mundo donde incluso las sencillas expresiones culturales populares más enraizadas están amenazadas por una globalización alienante y exterminante. Es preciso un coraje cívico colectivo y radical no sólo para el mantenimiento sino la puesta en valor de nuestras manifestaciones festivas. Transmite el sentimiento de pertenecia a una cultura propia. No podemos someternos, y menos admitir, una autorepresión identitaria y celebrativa por la indiferencia, sino desprecio, de unas autoridades locales sin criterios culturales y escaso interés por la idiosincasia euskeldun. Asimismo debería controlarse que no se convierta sólo en un simple reclamo comercial vasco.

Es muy significativa la encuesta realizada en Iruñea por su Ayuntamiento para conocer las preferencias celebrativas entre Reyes Magos, Olentzero y Papá Nöel. Probablemente con la intención de exterminar la festividad por su connotación euskeldun, donde los resultados han sorprendido por tan abrumadora mayoría que desea Olentzero. Los etnicidas que gobiernan han suspendido inmediatamente la consulta. La misma tendencia social de otras muestras realizadas evidenciando inequívocamente una preferencia por lo propio. Los otros personajes son vistos como meros agentes comerciales de visita, aborrecidos después de tantos días en las calles. Incluso, a cierto plazo Olentzero debería ser la única celebración pública infantil en Navidad, como ya ocurre en los pueblos y en concordancia con Europa el día 6 de enero laborable.

Es recomendable, sino imprescindible, una cierta armonización como síntesis de diversas iniciativas y referencias singulares de Olentzero, Es preciso reforzar el carácter espectacular utilizando para su cortejo los parajes y escenarios urbanos más representativos de cada lugar: ríos, frentes fluviales, puertos, paseos, puertas, plazas y edificios singulares, etc. Asimismo debe considerarse la participación de todo el repertorio festivo tradicional propio como zanpantzar, zaldiaoak, kilikiliak, txalapartariak, kompartsak, etc. Aconsejando a la población engalanar edificios, balcones y ventanas a su paso. Una celebración humanitaria amplia y solidaria que acuda a hospitales, asilos, residencias, prisiones y lugares donde se encuentren personas desplazadas.

Para ello es necesario, quizá con la creación de un Consejo de Cultura Popular y Tradicional, aunar esfuerzos entorno a las entidades ya existentes como Olentzeroleen Elkartea, Olentzero Etxea en Mungia, Ortzadar Euskal Folklore Taldea, Aranzadi, Eusko Ikaskuntza, Euskal Museoa de Bilbo y Baiona, Jose Miguel de Barandiaran Fundazioa, Etniker Euskalherria Taldeek, el folklorista Juan Antonio Urbeltz, estudiosos como Jose Anjel Irigarai, antropólogos, cantantes, músicos, escritores, poetas, escenógrafos, etc.

Celebración

En Donostia se organiza como verdadero acontecimiento festivo una serie de actos que se inician por la tarde del día 24 en la calle Loiola en una fiesta infantil con juegos, dibujos para niños y un reparto de 100 kilos de castañas asadas, deferencia de Super Amara. Posteriormente, a las seis desde este lugar se inicia un cortejo por el centro de la capital y plaza Gipuzkoa con 400 niños de diversas ikastolas vestidos para la ocasión ambientado y acompañado de ovejas, burros y carretas de bueyes que solemnizan el ritual celebrativo. Componen una inolvidable estampa figurativa de enorme impacto infantil con reparto de dulces, que finaliza hacia las siete y media en el bello kiosco de lo que, antes fue, un Boulevard, con la recogida de las cartas de los niños vascos.

En Gasteiz, Olentzero constituye un importantísimo acontecimiento navideño. El día 24 desde las cuatro de la tarde recoge previamente las cartas de los niños en la Casa Consistorial, de la plaza Berria. Posteriormente, desde las seis recorre, como debe ser, el anochecer para enmarcar la magia de la creencia infantil en un bello ceremonial por un largo itinerario desde el centro cívico Iparralde, céntricas calles, el Artium, el monumental conjunto de los Arquillos y finalizando de nuevo en el balcón de Udal Etxea. Desde allí saluda a los congregados que tras la intervención de la Academia Municipal de Folklore, Indarra, dantzariak y coros infantiles, masivamente interpretan la canción del personaje y se reparten castañas asadas. Miles de personas acompañan el acto.

En Iruñea tiene que luchar contra todos los problemas, fianzas y prohibiciones que impone el fascismo etnicida antivasco de UPN con el apoyo de CDN, todo eso si no son apaleados por las salvajes fuerzas de ocupación y hostigamiento, Guardia (in)Civil, las mismas que en Areso robaron y destrozaron en Nochebuena Olentzero para reprimir cualquier manifestación de la cultura autóctona vasca. En marzo de 2006 se ha multado, por incurrir en una falta tipificada «como muy grave», a los vecinos de siete barrios de Iruñea participantes en Olentzero, que son cada año fotografiados como si fuesen delincuentes y hostigados con una violencia injustificable por parte de una represora Policía Municipal, hay que padecerlos para conocerlos mandada por un brutal ex-militar de pésima reputación, Simón Santamaría, siguiendo las órdenes de la tiranía dominante de su desdichada alcaldesa Yolanda Barcina. Contra este peligroso tipo, emulador de Herodes, se manifestó el pleno municipal en octubre de 2007 y convocada por numerosos grupos sociales se ha celebrado una importantísima manifestación de 2000 personas el pasado 22 de diciembre.. Inusual significativa y ejemplar protesta contra un cargo público concreto.

Afortunadamente, superado este absurdo y enorme acto de terrorismo etnografico, las diversas asociaciones de Olentzeros agrupadas en Olentzeroak de acuerdo a los criterios de correcta representación y con un presupuesto contenido de 25.000 euro, se constituye, también al anochecer, a las 18 horas, una importante comitiva con 14 carros de tracción animal acompañados de otros 100 más, bueyes, yeguas, burros. El desfile pasa por las principales calles y Plaza del Castillo El acontecimiento es anunciado por un cartel que, con muy acertado criterio se edita como resultado del concurso convocado un año antes realizado entre los colegios de Iruñea, 22 han participado en esta 6ª edición con más de 300 obras, seleccionado por un solvente jurado. Además cuatro barrios Iturrama, Mendillorri, Arrosadia y Etxabakoitz celebran sus particulares Olentzero.

En Baiona desde hace 31 años se conmemora públicamente. Con buen criterio representativo, por la tarde, Olentzero llega en batteleku, antigua barca de pesca, por el río Errobi, junto al puente Marengo iniciando un itinerario a pie con makila, saco, farol, saco en la espalda precedido de grupos de animación festiva con joaldunak, gaiteroak, txistulariak y un burro con ayudante haciendo varias paradas. Una junto al Euskal Museoa, en cada una canta un coro finalizando en la Maire (Ayuntamiento) donde saluda desde el balcón que tiene la ikurriña. Los comerciantes ofrecen degustaciones de chocolate caliente, patrimonio gastronómico de la villa, a los numerosas criaturas que asisten a tan hermosa celebración basada en los modos más peculiares del lugar, con rasgos del folklore musical, dentro de la cultura vasca.

Discriminación

Donde peor se trata a Olentzero es en Bilbao. Su Ayuntamiento regido por el bravucón alcalde españolista Azkuna, bajo las siglas del PNV, pero más parece del PP, ser nacionalista es otra cosa mucho más comprometida, como cada año, discrimina una vez más la celebración de Olentzero. El Área de Cultura, mediante Arriaga Antzokia convoca anualmente en mayo, dos concursos públicos, de diseño, dirección y gestión. Uno era de Olentzero para 2007 y 2008 con una licitación de 76.010,00 €, por cada año; y otro para la Cabalgata de Reyes de 2008, mucho más del doble, 171.072,00 €. Desconozco los presupuestos discriminadores de otras capitales pero es un asunto que debería provocar ya una inmediata y enérgica reacción de los grupos culturales, los intelectuales y aquellos partidos políticos que se definen como vascos.

Es inadmisible esta discriminación para el disfrute entre la infancia vasca y los niños de la numerosa colonia española residente en la Villa con su cabalgata de Reyes. Ésta, con un espectacular y derrochador desfile de casi dos horas que se inicia a las 18 horas en la Gran Vía hasta el Ayuntamiento donde son recibidos por el alcalde. Una comitiva de aspecto circense y lujosos vestidos hechos para la ocasión, con siete carrozas cada una con 6.000 vatios de luz, 3.000 de sonido y 300 figurantes, regalando cuatro toneladas de caramelos, aptos para celíacos, un millón y medio aproximadamente.

Sin embargo, en contra de todas las capitales y pueblos de Euska Herria obliga a Olentzero a un fugaz y casi semiclandestino recorrido e inoportuno horario matutino a las 10:30 con tiempo habitualmente frío. Existe voluntad pero es muy pobre y denota desdén en demasiadas cosas. Lo visto no vale ni mucho menos la cantidad presupuestada. Tal como se realiza en la actualidad es rechazable socialmente y vejatorio etnográficamente. Parece el desahogo de una comunidad extranjera, residente a la que se concede misericordiosamente el que celebren su costumbre. Crea conflictos de circulación en una mañana de intensa actividad mercantil que irrita a demasiados automovilistas que no toleran ninguna interrupción y si tiene carácter vasco todavía menos.

A los comerciantes del centro ni les inquieta, más bien les molesta su paso, distrae el escaparate, lo desprecian, lo mismo que el euskara. La misma discriminatoria y miserable desproporción hace ETB con la transmisión. ¿Qué justificación tiene la participación de la Fundación Athletic y varios jugadores en este festejo y el desprecio por Olentzero? ¿Por qué no se atendió la propuesta que en su día hizo el cantautor Gontzal Mendibil para un Olentzero con más dignidad y calidad como espectáculo musical y representativo. Incluso en Barakaldo la celebración de Olentzero por la tarde de Nochebuena es más hermosa y emocionante con carretas de bueyes en un festejo completado con kalejira, erromeria y haur berbena, en euskara. Es preciso crear con urgencia un Consejo Ciudadano que reivindique un Olentero representado con la máxima creatividad, belleza y adecuación a todos los valores que compone su leyenda. Un itinerario que recorra, el día 24 al anochecer para crear una emotividad lumínica, el eje principal urbano, la Gran Vía y finalice en Arriaga Antzokia.

Difusión

Afortunadamente, la productora Baleuko y la distribuidora Barton Fims, en colaboración con ETB han realizado una película infantil Olentzero eta subilaren lapurreta (Olentzero y el robo del tronco) que muestra la ternura de nuestro personaje. En estos días ha sido proyectada en las televisiones de 25 países de diversos continentes. Esta iniciativa que difundirá por el mundo un aspecto singularísimo de Euskal Herria, como pueblo no dominado por la rutinización globalizada, debe servir de estímulo para otras creaciones en el mismo sentido.

Olentzero es, como otras fiestas, ritos y celebraciones propias de Euskal Herria, un acto cultural refrendado por una antigua leyenda y una reciente, pero importante, tradición histórica que rememora un hecho de enorme relevancia adquiriendo el rango de herencia cultural etnográfica. Como tal acontecimiento social integrante de la tradición popular vasca constituye un patrimonio cultural inmaterial. Posee una serie de valores que se consideran básicos para su consideración como fiesta de interés nacional:

1º. Continuidad histórica acreditada y respetuosa con esta tradición.

2º. Representar unos valores culturales propios y característicos del ámbito territorial donde se celebra.

3º. Arraigo con la colectividad que la celebra.

4º. Los personajes y elementos propios de la fiesta deben responder a una simbología característica muy vinculada con el hecho o conmemoración de dicha fiesta.

5.º La escenografía del acto deberá ser un elemento más que sirva para un mayor realce e identificación de la fiesta.

Es por tanto necesaria una inmediata reacción colectiva con un reconocimiento absoluto, unánime y generoso de las diversas administraciones de Euskal Herria en todos los aspectos, tanto los de adecuada representación y presencia prioritaria pública, como inicialmente, de equilibrada dotación económica.

La difusión y protección de la cultura popular y tradicional propia de especial arraigo y relevancia necesita, además del interés y apoyo social, también de un cierto amparo legal a todos los efectos. Y así debería estar, si fuésemos un país culto y sensible, catalogada y protegida por la Ley 7/1990, de 3 de julio, de Patrimonio Cultural Vasco, adecuada a la realidad, que ya en su Capítulo V. «Del Patrimonio Etnográfico» al menos lo permite, y por la Ley de Nafarroa, declarando Olentzero festividad tradicional de carácter nacional.

* Iñaki Uriarte Arquitecto