El boicot a los productos catalanes

Días atrás, Nació Digital informaba de un nuevo boicot español contra los productos catalanes. Su nombre es «Productos catalanas y vascos …, no gracias» y tenía una página web que parece diseñada para las tres efes gloriosas del ultranacionalismo español: Franco-Falange-FAES. Partiendo de una sarta de mentiras -el recurso del opresor es hacerse pasar por oprimido-, sus promotores han elaborado un listado de marcas catalanas y vascas para que los españoles las rechacen. Entre estas marcas, encontramos Nenuco, Jané, Nomen, Colacao, Avecrem, Borges, Vileda, Damm, Anís del Mono, La Sirena, Casas Sabaters…, todo tipo de vinos y cavas y también laboratorios farmacéuticos, tales como Esteban o Almirall. Lo más curioso es que, a menudo, por más que lo quieren, no pueden ofrecer alternativas españolas porque no la tienen.

 

Consultar esta lista, sin embargo, tiene efectos hilarantes , ya que, arrastrados por su odio a Cataluña, no piden sólo el rechazo el Barça, sino también el rechazo al Espanyol. Es decir, que ni siquiera diciéndose «español», como ellos, este club merece sus simpatías. Les falta coherencia, pero. Lo digo porque, siguiendo el mismo patrón, deberían boicotear la selección española, ya que, tanto por el número de jugadores que aporta como por su esquema de juego, quien juega no es «la Roja» sino el Barça. Pero, claro, sin Cataluña, España ganaría tantos mundiales como Andorra. Finalmente, piden a los españoles que compren libros de Planeta y que vuelen con Vueling, porque «se han declarado abiertamente en contra de la independencia». Y, en sentido contrario, recomiendan que se haga boicot a Nutrexpa y Casa Tarradellas porque son «independentistas declarados» y «el paradigma del aldeanismo».

 

Llegados aquí, sólo decirles que coman colas de pasa y que recuerden cómo se asustaron los empresarios españoles cuando vieron la reacción que tuvieron muchísimos catalanes pagándoles con la misma moneda. Y entonces, ¿qué esperaban? Es muy agradable que desde España contribuyan tan entusiásticamente a fortalecer nuestra conciencia nacional. Llet Nostra, por ejemplo, nació de esa conciencia nacional y hoy es líder en venta de leche en Cataluña. Se equivocan, por tanto, los promotores del boicot contra nuestros productos. Más que nada porque, si hay reacción catalana en el mismo sentido, puede que hayan ido por lana y vuelvan trasquilados.

 

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