Carta de auxilio para Carolina Punset

Hola Carolina, me llamo Cose Visente, y le escribo para pedirle ayuda. La inmersión lingüística que nunca tuve me impide escribir bien en español. Aun así, haré un esfuerzo para que me pueda entender escribiendo en su idioma la lengua común. Hace un tiempo que estoy sin trabajo, e intuyo que detrás de mi situación está el aldeanismo congénito que me sojuzga: mi lengua materna es el valenciano. Como dijo nuestra compañera María Cosé, es un defecto que tengo, y espero poder solucionarlo con su ayuda.

He decidido que de mayor quiero ser ciudadano del mundo, siguiendo su ejemplo. Como su padre sabe de ciencia y cosas así y tiene ese hablar como hipnótico y se dobla a sí mismo pues he pensado que, con su ayuda, podría dar con la solución y liberarme de este tormento. No sé, ¿se ha planteado abrir una clínica de desvalencianización? Creo que tendría mucho éxito. Un par de sesiones a la semana y estoy seguro de que a los pacientes se les quitan las ganas de vivir de hablar valenciano en un periquete y las ofertas de trabajo empezarán a caer del cielo. Es cierto que en 32 años el valenciano no me ha servido para nada, aparte de para pensar, hablar o escribir. Es como uno de esos viejos mecheros que conservamos en el cajón aunque tengamos vitrocerámica.

La verdad es que envidio a los que son cosmopolitas como usted, que cuando llegan a Valencia, como gente de mundo que son, no saben ni donde está su lugar de trabajo. El cosmopolitismo no hace prisioneros. Tras investigar un poco gracias a Google.es (punto ES) me he enterado de que el país europeo con menos paro es Alemania; el país americano con menos paro es EEUU; y el país asiático con menos paro es Corea del Sur. ¿Qué tienen en común estos tres países? En efecto, nadie habla valenciano en ellos.

He seguido con interés su intervención hoy en les Corts, aunque no entiendo muy bien qué hace en un parlamento aldeano y no en un parlamento repleto de ciudadanos del mundo y de banderas del mundo rojigualdas como, por ejemplo, el que hay en la Carrera de San Jerónimo en Madrid. Los nacionalismos son una mierda, viviríamos mejor si todas las partes fueran España y todos los ciudadanos del mundo que en el mundo hay hablaran español. ¿Por qué se empeñan en jodernos todos? ¿Por qué hablan raro en todas partes? Mire qué pasa en Suiza, en cada esquina hablan un idioma diferente. Tienen 4 ó 5, y ninguno de ellos es el español. Carne de paro y miseria. Les falta la mano de un ciudadano del mundo, naturalmente. Podría irse usted para allí. Muchos secundarían la moción.

Carolina punset

La legislatura que ahora empieza es un reto muy importante, y espero que esté a la altura de las circunstancias. El paleto del alcalde de Valencia ya nos dio un susto con la bandera del puerto, como dijo el Querido Líder. Yo estoy intentando aprender en esto de la ciudadanía del mundo (¡hostia, ahora entiendo lo de “Ciudadanos”!) pero ya se me han ocurrido algunas propuestas. Al lado del puerto, en la playa, he visto banderas de color verde, amarillo o rojo. Me parece populista y un dispendio excesivo. Podríamos cambiarlas por un color aleatorio. No sé, rojigualdo. El jefe de Simo Push, Pedro, creo que tiene una muy grande en su casa de la que podemos cortar pedacitos. Podría preguntarle. Seguro que le entiende porque él también es cosmopolita como usted y habla cosmopolitense castellano. Además se llama Pedro, y no Simo, Fráncesc, Hénrik o cosas raras como las que pululan ahora por las Cortes. Falta les hace a los del pesepeuve tener a dirigentes decentes como Doña Susillary, Don Paco Vázquez o Don Joaquín (¡ves, Simo, como no es tan difícil!) Leguina. Cosmopolitas de pura cepa.

También comparto preocupación por las cosas de Cataluña de las que usted ha hablado. Algunos la acusan de no tener ni puta idea de lo que pasa en Valencia y que por eso habla de Cataluña. Yo creo que se equivocan. Los que, como usted, tienen una mirada superior ven las cosas con perspectiva. Y claro, visto desde el mundo, ¿qué diferencias hay entre Cataluña, Valencia, Kosovo o Transnistria? A ojos de un aldeano, muchas; visto por cosmopolitas, menudencias en cualquier caso. Por eso, querida Carolina, espero que sea implacable e impida que Simo y sus amiguitos, que a su vez son amiguitos de unos que tienen amiguitos en ETA y un día favearon a Zapata no se salgan con la suya. Los de Compromís, además, son socios de la Esquerra. O algo. Se empieza pidiendo una financiación justa y acaba uno convocando referéndums y endiosando a Lluís Llach. De cajón.

Acabo ya, querida Carolina. Solo quiero decirle que su irrupción en la política valenciana ha sido entrañable, y un chorro de agua fresca. Usted ha llegado en cinco minutos de discurso más lejos que nadie del PP en más de treinta años de parlamentarismo valenciano. Por favor, cúrenos. Somos unos cuantos millones. Espero que tenga tiempo para todos.

Carta de auxilio para Carolina Punset