Angel Rekalde, «El objetivo es reconocernos como pueblo»

Foto: Josu Santesteban

Con motivo de la reciente inauguración del nuevo local de Nabarralde en el número 3 de la calle Vidángoz, en el barrio pamplonés de la Rotxapea, Orbela entrevista a Ángel Rekalde, su director gerente.

¿De dónde parte la idea de Nabarralde?

En esencia, Nabarralde parte de una gente que está sensibilizada con la idea de país y con la pérdida de referencias. Nace, pues, como un grupo cultural dedicado a la recuperación de la memoria histórica, de la cultura, del patrimonio, del capital simbólico del país, de todos esos elementos de identidad que nuestro pueblo, el pueblo vasco, el pueblo navarro, ha ido perdiendo. La idea que subyace es que este país se reconozca a sí mismo y sea consciente del papel que ha ocupado en la Historia, del que le han arrebatado y de las posibilidades de recuperación de ese papel protagonista, sujeto histórico y sujeto político de libertades, de derechos, y también de su dimensión de estatalidad. Navarra ha sido el Estado de los vascos y deberíamos volver a ponerlo en marcha.

¿Navarra es Euskadi o Euskadi es Navarra?

Euskadi es un invento de Sabino Arana. Mucho antes de eso existía Navarra. Navarra es la patria de los vascos, para decirlo tomándole el pelo a Sabino. De hecho es así, los vascos en su momento construyen su propio país, al principio definido como Reino de Pamplona que, con el tiempo, será el Reino de Navarra, y Navarra ha sido territorialmente, políticamente, institucionalmente, el Estado de los vascos. Luego fue perdiendo territorio, mordida tras mordida. Nos han ido moviendo la linde, primero hasta más arriba del Ebro, luego nos quitaron la Rioja, luego nos conquistan por el Este y por el Oeste, hasta que nos dejan lo que podríamos denominar la Navarra residual, que lo que queda de la antigua Navarra. Euskal Herria era el pueblo de Navarra y Navarra era el Estado de Euskal Herria. Y en la medida en que estamos conquistados, el actual territorio residual lo han ido repartiendo como provincias.

Pero, actualmente, hay distintos niveles de conciencia de pertenencia al mismo pueblo vasco, dependiendo de las zonas…

En todo el país ha habido un retroceso de la conciencia, y ese retroceso de la percepción del propio país se manifiesta en muchos terrenos, por ejemplo en el lingüístico, en la medida en que el euskera ha retrocedido, pero se da también en el terreno de la subjetividad, porque hay quien se siente vasco y quien no. Es pura esquizofrenia, porque no se entiende que haya gente que se apellide Sanz o Itxaso y no se considere vasco.

¿Cuál es el objetivo de Nabarralde?

El objetivo es, específicamente, que la población, el país, los políticos, los grupos… en definitiva, la sociedad civil, ya que no las instituciones, tomen conciencia de estos referentes como pueblo, como unidad, como centralidad, como globalidad. Un pueblo integrado. Pretendemos, pues, la cohesión social, pero con vistas a la política, a la sociedad… a todo. Nabarralde promociona todos estos referentes. Además nos encontramos con un capital fácilmente asumible, aunque abandonado, en la Historia. La Historia es un escaparate que te permite ver cómo han actuado los pueblos, y para nosotros es una herramienta que nos permite demostrar lo que decimos. Por eso trabajamos tanto la Historia, no porque tengamos nostalgia. A Nabarralde le interesa el presente, y queremos recomponer nuestro país para que tenga un sitio en la Europa del siglo XXI.

¿Nabarralde puede funcionar nutriéndose sólo de la sociedad civil, sin apoyos institucionales?

Muy difícilmente. Nosotros tenemos cero apoyo institucional. Las instituciones nos ven con recelo porque tenemos una visión mucho más madura, precisa y correcta en relación con la realidad del país que otras posturas que se definen como nacionalistas. Nabarralde no reivindica ideario alguno. No decimos que nos sentimos vascos porque no nos hace falta: somos vascos, y en la Historia hemos sido vascos. El problema lo tiene quien no reconozca esta realidad, no nosotros.

En resumen…

Terminaría diciendo que Nabarralde existe como un ateneo, como un elemento de debate permanente, como una herramienta conceptual que pretende armar intelectualmente a este país para que se reconozca a sí mismo, sin sectarismos. Y, por supuesto, animamos a los lectores y lectoras de Orbela a que visiten nuestra web: www.nabarralde.com, y a que contacten con nosotros en nuestra sede del número 3 de la calle Vidángoz, en el teléfono 948 21 10 57 o en la dirección electrónica nabarralde@nabarralde.com

ANGEL REKALDE

Angel Rekalde nació en Tolosa en 1957. Licenciado en Sociología y Ciencias Políticas y doctorado en periodismo por la Universidad del País Vasco, es autor de una considerable obra de crónica, relato y ficción que incluye títulos como «Herrera, prisión de guerra», «Dorregarai: La casa torre», «Sombras del Alba», «Mugalaris» o «Memorias del mañana». Paralelamente a su actividad como escritor, desempeña desde los años 90 trabajos de comunicación, entre otros, en los campos del análisis del tratamiento periodístico del fenómeno político y de la drogodependencia y la juventud.

Publicado por Orbela, Nabarreria.com argitaratua