‘What is left?’

Tenían que ganar las izquierdas en España y Rajoy es presidente gracias al PSOE. Tenía que ganar el sí a la paz en el referéndum de Colombia y la derecha colombiana logró movilizar el no hasta hacerlo ganador. El Reino Unido se tenía que quedar en la Unión Europea y el populismo británico consiguió el Brexit. Y Donald Trump nunca había de ganar las elecciones en Estados Unidos porque era imposible que ganara en la latina Florida y la obrera Ohio. Y no nos engañemos, el sí a la independencia de Escocia estaba sustentado por una parte del laborismo que se había vuelto ‘indepe’ pero fue insuficiente para derrotar el no, entre el que se encontraban los sectores más conservadores de la sociedad (rural y ancianos). Es evidente que la izquierda, el progresismo, la socialdemocracia, como quiera que se llame, pasa por un momento de crisis porque es incapaz de conectar sus valores con una parte muy importante (y según se ve mayoritaria) de la sociedad. Y quizás ha llegado el momento de dejar de escandalizarse por los exabruptos de Trump para preguntarse si después de la esperanza negra de Obama la mejor sustituta era una candidata de setenta años y política de la generación anterior, no la futura. O si tal y como estaba planteado el referéndum en Colombia, el no era un castigo a una organización de extrema izquierda que una negación a la paz. Y también quizás ha llegado el momento de hacer autocrítica nosotros, los medios de comunicación más pendientes del último twit que de los ciudadanos que no tienen, que vuelven a ser la mayoría. No se trata de mirar la sobredimensión cuantitativa en platós y digitales sino de comprobar si en lo que hay sobrerrepresentación es en eso que todos hemos acordado llamar su relato. Unos periódicos con cada vez menos ventas ensimismados con unos políticos con cada vez menos votos. Resultado: la nueva política también es de derechas. Y de qué manera.

EL PUNT-AVUI