Historias de ‘Martínez el Facha’

Las cinco hijas y los tres hijos del ministro franquista José Utrera Molina han enviado una carta a la Junta de Andalucía, que está investigando si el funeral de su padre terminó siendo un acto de enaltecimiento público del falangismo (aunque no es necesario investigar mucho; el vídeo con un grupo de energúmenos cantando el Cara al sol y gritando «¡Presente!» después de los nombres de Primo de Rivera, de Franco y del propio finado era muy explícito). En la misiva, la camada Utrera declara hacerse responsable de haber organizado un funeral falangista y «cristiano» a su padre, un asesino que, ya que se ponen tan piadosos, sólo podía aspirar a pudrirse eternamente en el infierno (destaca en su larguísimo y macabro currículum haber sido el responsable político de la ejecución de Salvador Puig Antich). Para rematar el mensaje, los hermanos y las hermanas Utrera se comprometen a «homenajear a Francisco Franco y José Antonio Primo de Rivera y, por supuesto, a seguir haciéndolo» en el futuro, junto con todos los compatriotas fascistas que encuentren por las Españas. Es interesante resaltar que una de estas hermanas es la esposa de Alberto Ruiz-Gallardón, exalcalde de Madrid y exministro de Justicia con el PP, que por algún motivo pasó mucho tiempo por el «moderado» e incluso el «progresista» de su partido, cuando en realidad sólo era un hijo, marido y yerno de franquistas. Resulta fácil imaginar la familia Utrera como una encarnación real de los personajes de ‘Martínez el Facha’, la genial caricatura de un clan fascista que el dibujante Kim publicó durante muchos años en el semanario El Jueves, con Ruiz-Gallardón en el papel estelar del yerno campanero.

El caso, sin embargo, es que no lo conseguimos. Un día es el PP defendiendo como ‘muy españoles’ y ‘mucho españoles’ el Valle de los Caídos en su integridad, residuos fecales incluidos; hoy es esta familia reafirmándose en el orgullo y la soberbia intolerables de un poder que todavía consideran suyo (porque al final es de eso de lo que se trata), y mañana será cualquier otra ofensa contra la democracia, las libertades ciudadanas y la más elemental idea de decencia. España no sólo no consigue superar la sombra del franquismo y el fascismo, sino que hay un sector que se complace en reivindicar su legado, y lo más grave es que lo hacen apelando a la libertad de expresión que ellos mismos querrían cancelar, y para siempre, para todos los que no son como ellos. El mismo Utrera Molina no tuvo vergüenza en presentarse a unas elecciones democráticas dentro de las listas del AP (el antecedente directo del PP) de Manuel Fraga, en busca de un escaño de senador que no llegó a obtener, a diferencia de tantos otros fascistas que han seguido y siguen ocupando cargos y honores en la democracia que detestan. Porque, además de fascistas, son parásitos y sinvergüenzas, y desconocen totalmente este sentido del honor que tanto exaltan.

La pena es que ‘Martínez el Facha’ ha acabado siendo no sólo una sátira sino también una anticipación de lo que nos esperaba. Esta democracia no está consolidada, sino infectada.

ARA