La cuestión catalana

“Os dias de todos os perigos”. Este titular del diario portugués Público, casi inspirado por Fernando Pessoa, resume bien la mezcla de interés e inquietud que los acontecimientos de Barcelona suscitan en las capitales euro­peas. En agosto, el atentado yihadista en la Rambla. En septiembre, las imágenes de una Barce­lona pacífica y casi insurgente. Los días de todos los peligros.

Barcelona, la ciudad de los prodigios de 1992, se está convirtiendo en un potente proyector de algunas de las grandes preocupaciones y tensiones europeas. La amenaza terrorista. Los beneficios y la depredación del turismo masivo. El desbordamiento de la autoridad del Estado. La afir­mación de la autoridad del Es­tado con procedimientos expe­ditivos. Identidad, emociones y redes sociales. Véanlo en la pantalla Barcelona, la cuarta ciudad más visitada de Europa. Playa, fiesta, Gaudí y rebelión.

Francia

Preocupación en París, en plena batalla política y social por la reforma laboral
“Vemos el asunto como una cuestión interna española. Es un tema, por supuesto, de gran preocupación para todos nosotros, pero confiamos en la democracia. Seguimos el tema con gran, gran preocupación”, explicaban ayer por la mañana fuentes diplomáticas europeas, consultadas por la corresponsal de La Vanguardia en Bruselas, Beatriz Navarro. “Gran, gran preocupación”, mientras se mantiene, formalmente, la beata fórmula del “asunto interno”. Hay conversaciones informales en las instituciones europeas para evaluar la gravedad de la situación. El respaldo al Gobierno español está garantizado, pero en el lenguaje oficial de Bruselas los matices siempre serán importantes. El próximo día 28, cumbre de la Unión en Tallin (Estonia).

Por el momento, silencio oficial en la sala de prensa de la Comisión Europea, donde las preguntas sobre Catalunya fueron ayer muy insistentes. Sobre la cuestión catalana suelen preguntar los periodistas españoles. Ayer fue distinto. Preguntaron muchos periodistas de distintos países, molestos en su mayoría por el mutismo oficial. Muchas de las preguntas contenía un cierto tono favorable a la parte cata­lana. Las detenciones policiales no suelen tener buena prensa. Las protestas pacíficas gustan al público. En estos momentos, sostienen fuentes comunitarias, el relato del soberanismo catalán está cobrando impulso. La representación diplomática española en Bruselas está intensificando el contacto con los corresponsales para explicar el punto de vista del Gobierno español.

Italia

Consultas legales en Lombardía y Véneto, el 22 de octubre, para pedir más autonomía
Alta preocupación en Bruselas. Y fuerte inquietud en algunos gobiernos que deben afrontar situaciones de tensión social de distinto signo. Barcelona se está convirtiendo en un proyector de la desobediencia al Estado. No es una buena noticia para el Gobierno francés, que apoya de manera inequívoca a Mariano Rajoy. Las autoridades francesas no temen el contagio del independentismo catalán –la cuestión de Córcega es caso aparte–, pero les preocupa la desestabilización de España, en un momento clave para la reorientación del proyecto europeo. Las imágenes de Barcelona no pueden sino causar inquietud en el Elíseo, cuando la principal prueba para el nuevo presidente de la República es la aprobación de la reforma laboral. Los sindicatos están saliendo a la calle. En Francia se está peleando por el núcleo del contrato social.

En Italia, la cuestión de Catalunya comienza a despertar un enorme interés. Los titulares de la prensa italiana eran ayer los más alarmistas: “Spagna, la guerra catalana” (La Repubblica). “La battaglia catalana” (La Stampa). “Madrid punisce la Catalogna” (Corriere della Sera). En Italia se celebrarán el próximo 22 de octubre dos referéndums sobre la ampliación de la autonomía de la Lombardía y el Véneto, las dos regiones más ricas del país. Es un referéndum legal, de carácter consultivo, promovido por la Liga Norte, con el apoyo de Forza Italia. Reaparece la cuestión del norte, en una Italia sumergida en una gran confusión política, que celebrará elecciones legislativas la próxima primavera.

En París, batalla por los contratos de trabajo. En Barcelona, crisis independentista al rojo vivo. En Milán, clases medias –¿egoístas?, ¿cansadas del mal gobierno?– que piden más autonomía.

Cuestiones europeas.

El apunte

Puigdemont, en ‘The Guardian’

En un artículo en el diario británico The Guardian, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, acusó a Mariano Rajoy de “manipular la ley” para impedir el referéndum del 1 de octubre. “En toda Europa, el Estado de derecho se acepta como garantía de nuestros derechos y libertades, pero el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, está manipulando la ley”.

LA VANGUARDIA