La muralla del castillo de Korres, a punto de derrumbarse

Un grupo de vecinos lleva más de tres años pidiendo ayuda a Diputación, sin recibir respuesta

Lo ocurrido en Galarreta, como anteriormente ha sucedido en Navaridas y en otros puntos de la geografía alavesa, no es más que una muestra de la desidia del actual Consejo de la Diputación Foral de Álava, que también dejará que se pierda el castillo de Korres, donde ya se han desmoronado algunos sectores, a pesar de los llamamientos de ayuda que se han hecho. Desde hace tres años, una asociación, Korresko Gaztelua, lleva intentando todo tipo de gestiones para que desde las instituciones se tomen medidas que eviten su destrucción pero hasta ahora, según confirma su portavoz, Gustavo Valencia, todo ha sido inútil, a pesar de que se cuenta con el respaldo del Ayuntamiento de Maeztu.

El castillo de Korres o de Portiella de Corres se sitúa sobre un cerro a 1,5 kilómetros escasos del pueblo, en el corazón del Parque Natural de Izki y única población habitada en ese espacio protegido, a una altitud de 870 metros, en un enorme rocadal. Una altura y situación que le permitía controlar el estratégico paso de Antoñana-Campezo. En lo que respecta a su etapa medieval, el castillo Portiella de Corres del que no hay noticias documentales, estuvo ya operativo en el periodo 1199 -1200, fecha de la ocupación de la Navarra occidental por las tropas del rey castellano Alfonso VIII. La zona tuvo un interés especial para Sancho el Sabio y fruto de ello se crearon los fueros de Antoñana en 1182, Trebiño y Arluzea 1181. En el año 1368, dentro del contexto entre las disputas al trono castellano de Enrique de Trastámara y Pedro el Cruel, la zona pasa nuevamente al reino de Navarra y presumiblemente el castillo fue ocupado por una guarnición navarra hasta 1377 en que pasa nuevamente a control castellano. En el año 1450 se nombra una guarnición de diez hombres en el castillo de Korres con un gasto que suma quince florines. El capitán que los manda es Martín de Céspedes.

Ante el mal estado que presentaba el castillo y la falta de medidas para consolidarlo, un grupo de vecinos y amigos de Korres comenzó una movilización en el año 2012. Primero fue una conferencia bajo el título Fortalezas medievales. Portiella de Korres: pasado, presente y futuro, que fue impartida el 1 de diciembre de 2012 en la cada del parque de Izki, a través de Iñaki Sagredo. Poco antes, en octubre de ese año, se había elaborado y presentado un informe en la Diputación pidiendo ayuda para acometer un estudio arqueológico que permitiera conocer el estado de la fortaleza. El trabajo fue preparado por la empresa Gestión Cultural Larrate y supuso una inversión de 13.504 euros, pero el diputado general denegó las ayudas para realizar la cata arqueológica.

Al año siguiente, viendo la negativa de la Diputación al proyecto 2012 y como conclusión a la charla debate que tuvo lugar en Korres en diciembre de 2012, en la que el público asistente animó a seguir trabajando en la puesta en valor del castillo de Korres, se decidió presentar un proyecto para 2013. En el mismo se cubrían determinadas carencias del anterior, intentando abarcar aquellos vacíos alegados por Diputación en estudio anterior. Sin embargo, cuando se fue a enviar a la institución foral, ni siquiera quisieron recibirlo. Entendían que ya se había dado la respuesta el año anterior, según el mismo portavoz.

Tras la negativa verbal de la Diputación se solicitó una reunión a la que acudieron representantes del Ayuntamiento de Maeztu, el concejo de Korres, la asociación Martin Ttipia y la empresa redactora del proyecto. En ese encuentro, y a la espera de encontrar una vía de financiación se decidió ir realizando otro tipo de acciones menores, como la limpieza de la zona y posterior elaboración de un estudio topográfico del entorno. Pero cuando se solicitó el permiso para la limpieza, los miembros de Korresko Gaztelua se volvieron a encontrar con otra puerta cerrada, esta vez por parte del parque natural, en definitiva, la Diputación.

En estos momentos hay presentada una solicitud conjunta de la Cuadrilla de Montaña Alavesa, el Ayuntamiento de Maeztu, el concejo de Korres y la asociación cultural Nabarrate al Gobierno Vasco, y se está a la espera de recibir la contestación. El portavoz de la asociación no puede evitar lamentar que después de las gestiones hechas ante la Diputación no haya ninguna repuesta positiva a las solicitudes. “El estado de conservación de algunos restos, como la muralla intermedia, con una altura de cinco metros, empieza a ser preocupante, ya que se han producido algunos derrumbamientos que harán que el agua y la nieve del próximo invierno acaben por demolerla”. Para reforzar la petición de apoyo, la asociación ha comenzado una recogida de firmas en cuyo texto recuerda que la creación de esta petición es el resultado de varios años de solicitudes registradas ante la Diputación de Álava por ciudadanos particulares, por instituciones locales (Junta Administrativa de Korres, Ayuntamiento de Arraia-Maeztu y Cuadrilla de Montaña Alavesa), por asociaciones culturales Martin Ttipia), reuniones con técnicos de instituciones, charlas y visitas de sensibilización sobre el castillo, además de la creación de una página web y campañas de recaudación de fondos.

Por ello piden a la gente de la calle que firme esta petición para demostrar que la cultura y el patrimonio son del pueblo, de los ciudadanos, “que nos preocupa y que queremos que no desaparezca, para que nuestros hijos puedan seguir encontrando algo de lo qué sentirse orgullosos. Que cualquier persona pueda venir a los montes de Izki, subir hasta la peña del castillo y poder recrear que allí, en un lugar tan inhóspito, vivieron antepasados. Que se pueda asomar al foso y disfrutar del paisaje, como lo hicieron los antiguos del lugar”. No es seguro que esta petición cambie las cosas pero al menos puede que los técnicos responsables se acerquen a ver los restos y decidan adoptar medidas urgentes. Aunque también puede ser notorio si se consigue un número de firmas importante, que haga pensar que un vestigio situado en un pueblo de veinte habitantes puede importar a muchos más y decidan priorizarlo. Las peticiones se están dirigiendo a Imanol Agote Alberro, director de Patrimonio Cultural de Gobierno Vasco, ante la falta de soluciones de la Diputación alavesa.

http://www.noticiasdealava.com/2014/07/14/araba/la-muralla-del-castillo-de-korres-a-punto-de-derrumbarse