Homenaje a la familia Sagardia en el Día de las Desapariciones

Donamaría autoriza la exhumación de los restos

Por primera vez, se reconoce a la familia -madre y seis hijos- arrojada a una sima en 1936

El Ayuntamiento de Donamaría autoriza la exhumación de los restos

Mañana domingo, homenaje a las 11 horas

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Francisco Etxeberria (Aranzadi), ante la sima de Legarrea. (CEDIDA)

Coincidiendo mañana domingo 30 de agosto con el Día Internacional de las Desapariciones Forzadas declarado por la ONU, las asociaciones Amapola del Camino y Euskal Memoria han organizado un homenaje a la familia Sagardia Goñi en la propia sima donde se supone terminó sus días. Este homenaje, al que ya han anunciado su presencia los familiares de la malograda saga, así como autoridades municipales de la zona y personas sensibilizadas con la recuperación de la memoria histórica, permite restituir y sacar a la luz la cruel historia de esta familia que pese a los 79 años transcurridos desde su desaparición sigue llena de incógnitas sin que se conozca con rigor histórico lo que realmente ocurrió y, sobre todo, los motivos.

La historia tiene su origen en una familia local integrada por la madre, Juana Josefa Goñi Sagardía, embarazada de siete meses, y seis de sus siete hijos que “desaparecieron” de la noche a la mañana y durante los casi 80 años que han pasado desde entonces el más que rumor local habla de un crimen execrable: la familia presumiblemente fue arrojada a la sima de Legarrea, situada en término en Donamaría-Gaztelu, mientras el marido y padre, Pedro Sagardía Agesta, estaba encarcelado y el hijo mayor, José Martín (fallecido en abril de 2007 en Pamplona) trabajaba fuera del pueblo. La historia de la familia Sagardia Goñi ha tenido ahora más divulgación gracias a las investigaciones que se llevan realizando desde hace varios años, a la publicación del libro La Sima. ¿Qué fue de la familia Sagardia? de José Mari Esparza Zabalegi, a la demanda de exhumación emprendida desde la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra (Affna 36) y al interés de la propia familia, residente en Gipuzkoa y en pueblos navarros, por aclarar los hechos. Estas averiguaciones, los testimonios de la primas de aquellos niños arrojados a una sima y el análisis del sumario Causa 167 (abierto y cerrado en tres ocasiones entre 1937 y 1946) abre nuevas perspectivas para conocer lo que pasó realmente y cuáles fueron las causas de “uno de los crímenes más horrorosos cometidos al amparo de una guerra civil que armó a la población civil, la envalentonó y le dio pie a cometer atrocidades como ésta sin que, como parece, hubiera una motivación política al uso de aquel tiempo, salvo por el hecho de que tuviera un cuñado rojo”, apunta el autor del libro José Mari Esparza, que ha investigado y ampliado los retazos de la historia recogida en la publicación Navarra 1936 De La Esperanza Al Terror, de Altafaylla Kultur Taldea.

El homenaje organizado para mañana se suma al acuerdo municipal del Ayuntamiento de Donamaría-Gaztelu, aprobado el pasado junio, en el que, además de solidarizarse con la familia y anunciar su apoyo para que los restos puedan ser recuperados e identificados, autoriza el enterramiento en el panteón comunal del cementerio de Gaztelu. La alcaldesa de Donamaría, Maite Urroz, avanzó ayer, que ya se ha dado el permiso para acceder al interior de la sima, acción que se llevará a cabo cuando el Gobierno habilite fondos para ello.

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