El eje Cantábrico/Mediterráneo pasará por Navarra

Muchas son las menciones que estos meses leemos sobre el famoso TAV o TAP (Altas Prestaciones) de mercancías, provenientes tanto del nuevo Gobierno, como de la nueva oposición, de la Cámara de Comercio, de partidos: UPN, PP, Bildu, Geroa Bai, etcétera, y de articulistas en todos los medios de comunicación.

Y no entiendo tanto alarmismo en todas partes sobre el paso o no de este eje o corredor, como le llama nuestro vicepresidente económico señor Ayerdi por nuestra Navarra. Por supuesto que el corredor o eje Cantábrico/Mediterráneo pasará por Navarra. Siempre lo ha hecho; las autopistas y las infraestructuras energéticas de gran capacidad siempre han pasado por Navarra históricamente (en la industrialización española de los años 60 también fue así), y geográficamente no tienen más remedio.

¡Ahhh, pero ya entiendo el porqué de tanta polémica! Por donde no ha pasado nunca, ni pasará nunca ningún eje estratégico de comunicación y transporte de personas, mercancías y energía es por Pamplona, simplemente porque dicha ciudad navarra está fuera de toda ruta geoestratégico por mucho dinero que invierta nuestra Hacienda Foral de todos los navarros, estimados en unos 1.000 millones de euros la construcción de una línea de TAV entre Castejón y Alsasua, y desconocido el coste de mantenimiento. Semejante barbaridad y estupidez en pretender mover ríos y montañas para que un corredor o eje cambie de ubicación.

Huesca cuenta con TAV, pero su construcción y mantenimiento lo paga la Hacienda del Estado, por esas decisiones extrañas de la vida, y así puedan recorrer 70 km en 45 minutos (AVE) al doble de precio en vez de en 55 minutos (tren regional) a mitad de precio, solo una vez al día. Igualmente Huesca, en la villa de Canfranc, construyó una de las estaciones de ferrocarril más bellas de toda Europa a principios del siglo XX, que hoy se pudre día a día. Y hace unos 12 años, 200 millones de euros dieron paso al túnel de Somport, donde trabajan 300 personas con estación de bomberos propia incluida para unos 100 camiones al día, el 1% de los 10.000 camiones diarios de tráfico entre España y Francia. Y todo esto porque Huesca y Aragón se empeñan en allanar los Pirineos para tener un eje estratégico con Francia que no existe, ni ha existido, ni existirá.

A los navarros con Pamplona nos ocurre lo mismo, nuestra capital es maravillosa pero no se encuentra, ha encontrado ni encontrará en ningún eje geoestratégico, y por lo tanto nunca tendrá aeropuerto rentable, ni infraestructuras geoestratégicas energéticas ni de comunicaciones por carretera ni ferrocarril, por la misma razón que nunca tendrá puerto marítimo al no tener mar.

Que Pamplona se gaste 1.000 millones del dinero de todos los navarros para llegar 5 o 10 minutos antes a Castejón o a Vitoria es una barbaridad y una estupidez, muy rentable para las empresas que lo construyan y lo mantengan, pero para nada más.

Pero por supuesto que el AVE, el TAV y el TAP pasarán por navarra, no por Pamplona pero sí por Navarra. Pasará por la Ribera navarra y la gran pregunta es si llegará a parar, además de pasar.

Y esto es lo que nos jugamos para el futuro de Navarra, no si estamos en el eje, que sí, sino si aún estando, el tren de futuro geoestratégico va a parar en Navarra o pasará de largo.

Dejémonos de estupideces y barbaridades, y los esfuerzos financieros (esqueléticos) y políticos que nos quedan en Navarra, usémoslos con inteligencia y sabiduría. La estación del TAV y del TAP de Navarra solo puede estar en un lugar que es la Ribera de Navarra, única zona de Navarra ubicada en el eje geoestratégico Cantábrico/Mediterráneo. Presionemos y participemos para que Madrid y Europa decidan que así sea sino queremos ver pasar el tren, como ocurre con la famosa autovía Madrid/Tudela todavía sin final conocido después de 30 años. Y a la vez diseñemos lanzaderas ágiles, rápidas y rentables desde nuestra capital, Pamplona, a la Ribera, Alsasua y Vitoria (si dejamos de pelearnos con los vecinos vascos por cosas no importantes). Lanzaderas rentables, que es más importante que los 5 o 10 minutos de diferencia en tiempo, para que Pamplona y Navarra cojan el tren del futuro, los aeropuertos de Bilbao y Zaragoza, y los puertos de Santander, Bilbao o Barcelona.

Abandonemos de una vez la estupidez y la barbaridad del modelo de desarrollo navarro, diseñado en 1996, por el que todos los recursos de Navarra se jugaban en una sola apuesta llamada Pamplona con el propósito ridículo de competir con Bilbao, Burdeos y Santander. Modelo que ha supuesto la desvertebración de Navarra, la ruina para toda la zona navarra excepto Pamplona, el abandono de las potencialidades de desarrollo económico de la Ribera entera desde Viana a Cortes, de la Sakana y del Baztan. En esto nos jugamos no sólo un eje, sino el propio futuro socio económico de Navarra entera.

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