No solo los grandes cambios en el Gobierno foral y en muchos municipios, sino también importantes decisiones desde Madrid y Bruselas, oscurecen el futuro de infraestructuras faraónicas en Navarra. El Reyno Arena, el canal de Navarra y el TAV, carecen de un análisis coste-beneficio porque pondrían en evidencia su escaso o nulo beneficio socio-económico.
¡El gran despropósito del proyecto de TAV (por lo menos 887 m€) prevé 60 km de nueva plataforma (¡y de solo una vía!) en paralelo a la vía actual que acoge ya trenes Alvia a Barcelona y Madrid, sin conexiones con otras líneas de TAV o al ancho europeo, permitiría ganar tan solo de 15 a 30 minutos sobre el trayecto Pamplona-Madrid! Este proyecto generaría más deuda, menos frecuencia de trenes y menos estaciones, en particular en la Zona Media y un aumento considerable de tarifa como ya se ha demostrado en la línea de TAV Zaragoza-Huesca: 79 km por un coste de 221 m€ para solo una ida y vuelta al día a Madrid (y no a Barcelona), con 70 viajeros de media a solo 110 km/h de velocidad hasta Zaragoza, apenas un poco más que losescasos trenes de cercanías (con locomotora diésel) entre Zaragoza y Huesca, frente a un bus cada 30 minutos, además más barato.
Por tanto, las obras del TAV en el tramo río Ebro-Villafranca (14 km) con un coste ya de 71 m€ (8% del total previsto) no incluyen raíles, cables y señalización, lo más costoso. Al mismo tiempo, desde Madrid, Fomento reembolsa el coste de estas obras (y con retraso, generando más intereses para Navarra) y a la vez, impulsa el tercer rail que permitiría, por un décimo del coste del TAV, modernizar al ancho europeo lavía existente.
Ante tales riesgos jurídicos y coste exorbitante, junto a una crisis prolongada con una deuda pública rozando los 100% del PIB, las asociaciones medioambientales y colectivos sociales que representamos destacan que todavía estamos a tiempo de reformular la globalidad del proyecto, empezando con los fundamentos: un plan de inversión pública en infraestructuras, un plan independiente de movilidad global y un estudio de viabilidad ferroviaria (incluido para mercancías) dentro de un verdadero y transparente debate. Es la oportunidad de que la administración y la sociedad navarras cuiden verdaderamente el futuro de las generaciones próximas, apostando por un modelo verdaderamente sostenible y una inversión pública con suficiente retorno socio-económico, siendo urgente en el presente paralizar las obras en curso y las expropiaciones del tramo previsto Villafranca-Tafalla.