El grupo ‘Gaur’ y las ikastolas de Navarra

La capitalidad cultural europea de San Sebastián/Donostia 2016 ha enlazado a dos generaciones de artistas en la exposición Gaur Konstelazioak (1966-2016), del Museo San Telmo. Dedicada al grupo Gaur (1965-67), dialogando con otros artistas de generaciones posteriores. La imagen del puente, tan presente en los actos de la capitalidad cultural, símbolo de comunicación y convivencia, sugiere la estructura que une dos orillas, permitiendo el paso de un lado al otro.

Hace ya cincuenta años, los mismos que cumplen nuestras ikastolas, despuntó un grupo de artistas: Oteitza, Arias, Chillida, Ruiz-Valerdi, Basterretxea, Mendiburu, Puig, Sistiaga y Zumeta (sólo los dos últimos supervivientes), que tuvieron la inusual osadía de plantearse un manifiesto común y ofrecerlo al público (¡!). Junto a una exposición colectiva en una galería donostiarra adelantada a su tiempo, la del ataundarra Dionisio Barandiarán, en aquel 1966. En Gaur convivieron poéticas personales muy diversas, individualidades que supieron trabajar juntas.

En dicho manifiesto dejan muy claro su interés de tomar contacto de forma integral con su pueblo, con sus inquietudes, con sus necesidades. Para dignificarlo y sacarlo de la postración dictatorial. Reclamaron el renacimiento de la Escuela Vasca, “luz propia en un tiempo de encrucijada” que la Guerra Civil truncó. Tomaron posiciones a favor de la libertad de creación, del apoyo a la lengua y la cultura vernácula minorizadas. Pero, sobre todo, urgieron la revisión de los lenguajes y enseñanzas (el niño nuevo que presagiaba Oteitza).

Unos partían del informalismo abstracto, otros del racionalismo, el constructivismo, la figuración expresionista, o el arte pop. Todos en relación con un imaginario mítico rabiosamente contemporáneo. Resumido por Basterrechea en su Cosmogonía Vasca.

La experiencia fue valiosísima, hoy lo vemos con claridad. En su momento supuso una breve confluencia cultural, disidente y renovadora. Más que un grupo compacto, eran artistas que luchaban por recuperar la cultura local, conectada a la universal. Empeñados en retomar los lenguajes de las vanguardias artísticas de Europa y América, con las que el régimen autoritario había cortado de raíz.

En un contexto hostil y muy conservador, en el que los artistas no adscritos al régimen eran considerados subversivos, e incluso sospechosos…, era una auténtica temeridad intentar distanciarse del arte oficial. Con paso firme y convicción ellos lanzaron su carga de profundidad. Marcando un hito en el panorama artístico. Asentando en el bloque autárquico una cuña de vanguardia cultural.

Desde entonces Gaur se convierte en el grupo más importante y renovador. No sólo del panorama vasco, sino también del español. Porque vuelve a recuperar el diálogo, la libertad creativa, con un fuerte componente crítico y un gran respeto a las culturas autóctonas.

Lástima que las diferencias insalvables entre sus integrantes (caracteres discordantes, intereses, etcétera), de sensibilidades creativas o planteamientos teóricos antagónicos, acabaron muy pronto con aquella increíble aventura, gestada como un rayo de luz en medio de aquella grisura inhóspita.

Al ver reunidas 70 obras (pintura, escultura, obra gráfica, cine…) de aquel grupo visionario y fugaz, pero tan determinante para la historia del arte y la cultura universal, se toma conciencia de su relevancia verdadera. La exposición, comisariada por Fernando Golvano, presenta a los artistas enfrentados de dos en dos.

Su complemento perfecto es Kairós, el diálogo al otro lado del puente, con la obra de Badiola, Sala, PSJM, Ortiz, Jaio, Van Gorkum, Fajfril, Goldschmied & Chiari y Vieites. Autores de generaciones posteriores que han participado con dos obras cada uno, una de ellas creada ad hoc para dialogar con las del grupo Gaur.

Si algo ha caracterizado a todos los artistas que integraron aquel grupo de vanguardia, y a sus herederos, es la generosidad e interés por el buen funcionamiento de nuestras ikastolas y la defensa de esta escuela surgida del pueblo y que trajo la modernidad al sistema educativo. Todos ellos han participado de modo altruista en las múltiples ediciones del Artea Oinez, o en exposiciones, publicaciones, conferencias, talleres que se han desarrollado en las ikastolas durante estos 50 años de existencia.

La Federación de Ikastolas de Navarra se suma a la fiesta cultural donostiarra. Felicitando a los organizadores por su acertada visión de la convivencia como base sólida para construir una sociedad moderna.

Sin duda, Gaur Konstelazioa representa un laboratorio ilusionante de libertad, trabajo creativo y sentido crítico: atzo, eta gaur. Ayer y hoy.

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