Ochenta años en ocho personajes

1936-2016, ochenta años contra el olvido

Mañana se cumplen 80 años desde aquel fatídico 18 de julio de 1936, cuando un fallido golpe de Estado militar desembocó en una Guerra Civil de tres años y una dictadura de cuarenta. Ocho décadas después, las biografías de ocho figuras clave del siglo XX explican bien un conflicto del que quedan causas pendientes

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Algunos historiadores expertos en la II Guerra Mundial coinciden en señalar que la Guerra Civil (1936-1939) no pasa de ser, como mucho, uno de los prólogos de la gran guerra que asoló Europa del 39 al 45. Sin embargo, de puertas para adentro, ni la historia contemporánea de la CAV ni del Estado se entienden sin aquellos fatídicos tres años de cuyo inicio se cumplen, precisamente mañana, 80 años. Ocho décadas que quedan bien sintetizadas a través de las biografías de ocho protagonistas.

Por lo que respecta a la CAV, José Antonio de Aguirre debe estar a la cabeza del relato de los rostros de la guerra y la dura posguerra. Militante del PNV, fue alcalde de Getxo con apenas 27 años y con 32 años, el 7 de octubre de 1936, se convirtió en el primer lehendakari del Gobierno vasco. Mucho se ha escrito sobre Aguirre, pero nadie mejor que su familia para explicar cómo era en las distancias cortas. Según contó su hijo Joseba -ya fallecido- en una entrevista, “era una persona que tenía un control de la situación tremenda. Nunca le vi perder los papeles”. Además, Joseba de Aguirre destacaba su “gran sentido del humor”. A nivel político, el profesor de la UPV Ludger Mees, que entre sus publicaciones se encuentra El profeta pragmático: Aguirre, el primer Lehendakari, lo consideraba como “un animal político”. Mees recordaba que dentro de su gobierno, y por encima de diferencias partidistas, se consideraban “aguirristas”. Era tal su carisma político que hasta en dos ocasiones el presidente de la República en el exilio Diego Martínez Barrio le propuso ponerse a la cabeza de este gobierno en el exilio. Aguirre, sin embargo, se mantuvo fiel al compromiso adquirido con el Gobierno vasco y fue lehendakari hasta que la muerte le sorprendió con apenas 56 años en París.

En el otro lado de la balanza hay que colocar a Francisco Franco. Militar de carrera, nunca ocultó sus simpatías por la derecha, y fue el organizador de la represión en Asturias tras la sublevación contra el gobierno de Lerroux apoyado por la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas). Su buen trabajo en la represión le valió ser nombrado jefe de las tropas de Marruecos. Tras el triunfo del Frente Popular, militares como Sanjurjo y Mola planearon un golpe militar, aunque dudaban de que Franco se sumara. El propio Sanjurjo aseguró días antes de morir: “Franco no hará nada porque es un cuco”. Al final se produjo el golpe contra la República y Franco se unió a él. Las muertes de Sanjurjo y Mola, llamados a estar por delante de él en el escalafón, le dejaron como máximo responsable del bando nacional. Tras la guerra llegó la dura posguerra y la dictadura. Cuarenta años en los que dirigió al Estado con mano férrea. Dicen de él que zanjaba las discusiones entre sus ministros así: “Hagan como yo, no se metan en política”.

Manuel de Irujo es un hombre clave en la historia del nacionalismo vasco en general y del PNV en particular. De Estella, nació en 1891, y se afilió al PNV en 1908. Con la Guerra Civil en curso, en septiembre de 1936 el presidente de la República Largo Caballero le nombró ministro sin cartera y posteriormente fue responsable de Justicia. En junio de 1937 presentó su dimisión como ministro “ante la situación de indefensión en que se ha dejado a Euzkadi por parte del Gobierno de la República”. Colaborador de Aguirre en el exilio, volvió a la CAV en marzo de 1977. Senador por Navarra y parlamentario foral, falleció en enero de 1981.

En Navarra también recuerdan muy bien a otro de los rostros de la contienda, el general Emilio Mola Vidal, impulsor del golpe de Estado de 1936 que, tras su fracaso inicial, dio origen a la Guerra Civil. Nombrado jefe del Ejército del Norte, dirigió la represión en los primeros momentos de la Guerra Civil en la CAV y fue clave en el asedio de Gipuzkoa y Bizkaia. Buena prueba de su talante es el edicto firmado por él en los primeros compases de la contienda: “Es necesario crear una atmósfera de terror, hay que dejar sensación de dominio eliminando sin escrúpulos ni vacilación a todo el que no piense como nosotros. Tenemos que causar una gran impresión, todo aquel que sea abierta o secretamente defensor del Frente Popular debe ser fusilado”. El 3 de junio de 1937 Mola fallecía en un accidente aéreo en la localidad burgalesa de Alcocero.

Asturiano de nacimiento y bilbaíno de adopción, Indalecio Prieto es una de las figuras clave dentro del socialismo español. Huérfano de padre desde la infancia, su familia se trasladó a Bilbao, donde con 16 años se afilió a la Agrupación Socialista. En pleno conflicto fue ministro de Marina y Aire con Largo Caballero y ministro de Defensa Nacional con Negrín. Falleció en México el 12 de febrero de 1962.

Dolores Ibarruri ‘La Pasionaria’, el cura Alberto Onaindia o Jesús Galíndez, de cuya desaparición todavía nadie ha respondido, son los otros nombres que completan este grupo de ocho personajes que son, para bien o para mal, historia.

2

Francisco Franco.

Nació en Ferrol en 1892. Fue el artífice de la represión contra los mineros tras la sublevación de Asturias en 1934. Junto a otros altos cargos de la cúpula militar, entre ellos Sanjurjo y Mola, se involucró en el golpe de Estado de 1936 contra el Gobierno democrático de la Segunda República, cuyo fracaso desembocó en la Guerra Civil. Tras la muerte ‘accidental’ de Sanjurjo y Mola, fue proclamado jefe supremo del bando sublevado. Tras la guerra dirigió con mano férrea la dictadura franquista hasta su muerte el 20 de noviembre de 1975.

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José Antonio Agirre.

Nacido el 6 de marzo de 1904 en Bilbao, cursó la carrera de Derecho en Deusto. A los 27 años fue nombrado alcalde de Getxo. Tras proclamarse la Segunda República, fue elegido diputado a las Cortes Constituyentes por Bizkaia. El 7 de octubre de 1936 se convirtió en el primer lehendakari del Gobierno Vasco. Ya en el exilio, en 1941 ocupó el cargo de profesor de Historia Contemporánea en la Universidad de Columbia, en Nueva York. En 1945, antes de terminar la Segunda Guerra Mundial, volvió a París, donde ejerció como lehendakari del Gobierno Vasco en el exilio hasta que falleció en 1960.

3

Dolores Ibarruri, ‘La Pasionaria’ Natural de Gallarta, donde nació en 1895, casada con un minero participó en las primeras huelgas mineras. Afiliada a la Agrupación Socialista de Somorrostro, en la escisión del PSOE se decantó por el Partido Comunista. Diputada en la Segunda República, durante la Guerra Civil fue uno de los iconos de los combatientes republicanos. Tras el triunfo franquista, se exilió en la URSS. Secretaria general del PCE (1943-1960) también fue presidenta de la formación (1960-1989). Volvió del exilio en mayo de 1977 a la muerte de Franco. Diputada en el Congreso, murió en Madrid en 1989.

4

Manuel de Irujo.

Estella (1891). Se afilió al PNV en 1908. Fue ministro de Justicia del Gobierno republicano presidido por Largo Caballero, aunque dimitió del cargo por la situación de indefensión que dejó la República a Euskadi. Tras décadas en el exilio, volvió a Euskal Herria en marzo de 1977. Fue senador por Navarra y parlamentario foral. Falleció el 1 de enero de 1981.

5

Indalecio Prieto.

Natural de Oviedo (1883) se trasladó a Bilbao siendo muy joven. Con 16 años se afilió a la Agrupación Socialista de la capital vizcaína. Trabajó como redactor de ‘El Liberal’, diario del que llegó a ser director y propietario. En plena Guerra Civil fue ministro del Marina y Aire con Largo Caballero y ministro de Defensa Nacional con Juan Negrín. Ya en el exilio fue secretario general de la Junta Española de Liberación. Murió en México en 1962.

6

Emilio Mola Vidal.

Nacido en Placetas (Cuba) en 1887. Fue el instigador del golpe militar que derivó en la Guerra Civil. Fue el jefe del Ejército del Norte, esto es, el encargado de “someter a las provincias traidoras” de Gipuzkoa y Bizkaia. Se destacó por la feroz represión que ejerció en toda la CAV. Murió en accidente de avión en junio de 1937 en Burgos.

7

Alberto Onaindia.

Natural de Markina, donde nació en 1902. Doctorado sacerdote fue destinado a Getxo. Amigo del lehendakari Agirre, era el capellán de los gudaris. Testigo del bombardeo de Gernika, tuvo que ir al exilio y murió en 1988 en Donibane Lohizune.

8

Jesús Galíndez.

Nacido en Amurrio en 1915, estuvo vinculado desde joven al PNV. Tras la guerra fue delegado del Gobierno Vasco en Nueva York donde desapareció en 1956, todo hace indicar que por orden del dictador dominicano Leonidas Trujillo, que instigó su asesinato.

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