Toca moverse en Rioja Alavesa

Desde hace años el sector vitivinícola alavés viene tomando diferentes iniciativas y reclamando una mayor diferenciación y protagonismo. Sin embargo, muy poco es lo conseguido al chocar una y otra vez contra una pared llamada DOC Rioja. Esto ha llevado al convencimiento de un buen número de pequeñas bodegas, más de 40, de que no se puede esperar más, que quedarse quietos es ir a peor y pintar cada vez menos. Que desde dentro de la DOC no es posible, es inútil. Que esta vez hay que moverse iniciando un camino nuevo y creando una denominación protegida –Arabako Mahastiak/ Viñedos de Álava–. Toca aplaudir y apoyar este valiente paso encaminado a desarrollar un modelo propio gestionado por y para las pequeñas bodegas alavesas. Igual que toca respetar a las bodegas que por diferentes razones y casuísticas no se sumen a esta iniciativa. Hay que seguir apoyando a todo el sector y a otras iniciativas que ahonden en la diferenciación.

Todo cambio tiene sus riesgos e incertidumbres, pero si analizamos el contexto actual vemos que hay motivos más que suficientes para iniciar un camino propio fuera de la DOC Rioja. En primer lugar, la representación se basa en el número de hectáreas y volumen de litros de venta, lo que hace que un pequeño grupo de grandes empresas bodegueras acaparen sus órganos de decisión. Este poderoso grupo impulsa un modelo productivo industrial que persigue incrementar la cantidad y los beneficios a gran escala, y esto a pesar de darse excedentes preocupantes en los últimos años. No sólo eso, decisiones como incrementar los rendimientos por hectárea o promover nuevas plantaciones los próximos años no hacen sino prever un futuro cada vez más incierto y oscuro para los viticultores, con posibles bajadas del precio de la uva; así como, para las bodegas pequeñas y familiares de Rioja Alavesa, cuestión que llevará a nuevas bajas entre las 200 existentes en la actualidad, que se sumaran a las cerca de 400 ya desaparecidas las tres últimas décadas. El dibujo se completa con una población cada vez más envejecida y una notable falta de incorporaciones de jóvenes y mujeres al sector. Y es que este modelo impuesto hace cada vez más inviables estas pequeñas y tradicionales explotaciones en nuestra comarca, mientras paradójicamente florecen otras nuevas y glamurosas impulsadas por grupos multinacionales del vino.

A todo lo anterior debemos añadir una DOC Rioja demasiado acostumbrada al ordeno y mando y totalmente cerrada a la posibilidad de crear denominaciones propias o subdenominaciones dentro de su seno, obviando la realidad de otras zonas como Borgoña, con 97 denominaciones, o Burdeos, con 58. Los intentos habidos hasta ahora en este sentido han chocado una y otra vez con una postura intransigente y de ninguneo hacia Rioja Alavesa. Por esta razón nos han parecido decepcionantes e irreales las declaraciones del Diputado General diciendo que la apuesta de la Diputación sigue siendo una denominación propia dentro de la DOC Rioja. Es nuevamente vender humo y chocar con la misma piedra. El Consejero de Agricultura de la Rioja se lo recordó a las pocas horas afirmando que no es posible de ninguna manera lo propuesto por Ramiro González, que o se está dentro con marca Rioja o fuera. Resulta también significativo que el Gobierno de una de las tres comunidades que forman la actual DOC ejerza de portavoz de ella, ninguneando una vez más a las otras dos, la vasca y la navarra.

Creemos por tanto que la iniciativa de crear una nueva denominación protegida es en estos momentos la mejor forma y la más viable para romper una dinámica unificadora y productivista que ahoga a nuestras bodegas. Es apostar por la calidad, por la diferenciación, por impulsar otro modelo más sostenible unido a la tierra, a sus 20 pueblos, a una elaboración propia, a su identidad e historia, a la cultura, al paisaje y al desarrollo socioeconómico de una comarca singular. Es, en definitiva, empoderarse y ejercer la soberanía en sentido amplio, y la autogestión. Es diseñar el presente y futuro por y para las personas de Rioja Alavesa. Es apostar por una estrategia agroalimentaria local y sostenible frente a la actual industrial y uniformadora. En este sentido desde EH Bildu hemos registrado una iniciativa para que se apoye esta decisión desde Juntas Generales y Diputación, y para que esta última junto con Gobierno Vasco y representantes del sector creen una Mesa del Vino que arrope este paso dado y otras posibles iniciativas futuras. Nuestras instituciones deben de estar a la altura y tener visión de país. Es el momento de apostar por el futuro de todas las pequeñas bodegas y viticultores riojanoalaveses, verdaderos protagonistas de una forma de trabajar y entender la tierra milenaria.

GARA