Olentzero, 60 años en Pamplona

Nació prohibido, por eso quizá tiene más mérito el éxito que hoy ha alcanzado. Este 24, hará 60 años de la primera fiesta de Olentzero, entonces sin el carbonero, que no salió en el desfile hasta 1959

olentze

Desfile de Olentzero por las calles de Pamplona en el año 1968.

“Más de una vez recuerdo que hubo pelotazos y tener que correr, y eso que éramos unos críos” “Mi amona de cría ya celebraba Olentzero; eso sí, los regalos que se daban eran nueces y castañas” “Para mí es una foto mítica , ante un mito en una época en la que mi imaginario se iba poblando de referencias mitológicas”

Han pasado 60 años y cada Nochebuena reúne en las calles de Pamplona a miles de espectadores (unos 60.000 se estiman), agolpados en las aceras. Pero la tradición de Olentzero nació prohibida en Iruña, de hecho el primer año no tuvo autorización del Gobernador Civil y sus promotores tuvieron que hacer el desfile por la calle San Fermín, en torno a los locales de la Escolanía de San Antonio. Porque los primeros impulsores del desfile, entonces sin carbonero, fueron los chavales de la AAAA de San Antonio (Juventud de San Antonio, después), un grupo formado en 1955 por exalumnos del colegio Capuchinos. Andoni Santamaría, un incombustible pamplonés ya fallecido, era uno de ellos, con José Antonio Saldise y Francisco Javier Abril, entre otros, como recuerda su hija Irantzu. Andoni y el capuchino José Luis Ansorena Miranda (padre Isidro de Sebastián) fueron, de este modo, dos de los artífices de que esta tradición lesakarra recalara en Pamplona. De su éxito actual tienen mucho que ver los Amigos de Olentzero.

“Aún cuando se proyectaba sacar el día 24 de diciembre por las calles de Pamplona el Olentzero (…) no pudo llevarse a cabo por haberlo prohibido la autoridad gubernativa”, recordaba en 1956 una crónica en la revista Portavoz de la Asociación de Antiguos Alumnos de la Escolanía de San Antonio, que se reproduce junto a estas líneas. Sí que el Ayuntamiento de Pamplona, como desvelan los archivos, había dado el visto bueno al desfile navideño. Los promotores de la petición recordaban que “es una costumbre típica del País Vasco, que según la versión que nuestra asociación le dará, estará integrada de la siguiente manera: sobre un carro de bueyes está montado el Misterio de Belén, alrededor de esta carroza bailan dantzaris (los del Ayuntamiento) al son de txistus y acordeones”. Seguía el desfile “un muñeco grotesco llevado en hombros, rodeado por el coro de la asociación que canta villancicos en vasco”. Todos los componentes de la comitiva “deben llevar indumentaria típica del país: blusa, pantalón basto, abarcas y boina negra”, concluía la petición. Sin embargo, la prohibición del gobernador impidió en 1956 el desfile por la ciudad y los impulsores improvisaron una kalejira en los locales de la calle San Fermín. Sería en 1957 cuando el Gobierno Civil permitió por primera vez “la conocida caravana de tipo vasco Olentzero” el día de Nochebuena. Se autorizaba la “parte que se puede denominar religiosa” (el Misterio de Belén, luego la Jaiotza), pero no hubo muñeco, y no lo habría hasta 1959.

CONTRA VIENTO Y MAREA Xabier Martínez de Álava es en la actualidad una de las caras visibles de la Asociación Amigos de Olentzero, en la que lleva 16 años, y uno de los artífices de que esta tradición navideña haya sobrevivido a pesar de las trabas, primero de la autoridad gubernamental y en los últimos años, de los equipos de UPN en el Ayuntamiento de Pamplona. Xabier recuerda aquel primer desfile de 1956: “Salimos tímidamente a la puerta del local, pero no pudimos desfilar por el recorrido previsto” y “la fiesta se celebró en el interior de los locales de San Antonio”. Como mandaba la tradición, se llevaban cestas de cuestación que “se donaban a las familias necesitadas”. En 1959 se introdujo la primera figura del carbonero traída de Lesaka. Los preparativos se realizaban en las cocheras del Irati, hasta 1965, en que se les permitió preparar el desfile en la trasera de la plaza de toros, con el conserje Vitorino.

EL DISEÑO DE REBOLÉ EN 1974 Durante años, el carbonero venía desde Lesaka. De hecho, el lesakarra Rafael Erreteniaga recuerda en la revista Olentzero cómo él mismo entonces se puso en contacto con otros lesakarras como Pedro Isasi, Bautista Irigoyen y algunos más: “El día de Nochebuena se trasladó en un camión hasta la plaza de toros de Pamplona un Olentzero que al mediodía había participado en el concurso de Lesaka”, hecho “ex profeso para llevarlo a Pamplona”. Muchas veces se quemaba, en el cuarto de leña de la Escolanía San Antonio.

La primera figura diseñada en Pamplona fue obra del escultor Áureo Rebolé en 1974, inspirada en la imagen de un bajonavarro que trajo Andoni Santamaría. La cabeza del actual, de los años 80, corrió a cargo de Mamen Clemente y Josu Iragui, y las andas, de Mari Ganuza. Pesa unos 12 kilos, y llega a 40 con las andas. En los años 70 comenzaron a aparecer en el cortejo los ioaldunak, traídos por Andoni Santamaría y Fermín Urtado. Recibían “un ajoarriero hermoso” al acabar el desfile. Y tan contentos.

primera autorización

En 1957, solo

la jaiotza

‘Caravana de tipo vasco’. Un año después de la celebración de la primera salida prohibida, en 1957 el Gobernador Civil de entonces autorizada la celebración en Pamplona “de la conocida caravana de tipo vasco Olentzero”, pero solo la parte religiosa (el Nacimiento o Jaiotza) “sin que la autorización sea extensiva a la salida del Olentzero”. Como puede verse en el documento, “a parte de no ser tradicional en esta ciudad, tal vez no encaje por su carácter profano, en el total significado de la fiesta a celebrar”, consideraba el Gobernador. No hay que olvidar que eran años del franquismo.

NOTICIAS DE NAVARRA