Valle de Ezkabarte y el euskera

Este hermoso valle separado de Iruña-Pamplona por el monte Ezkaba, era desconocido para mí hasta que con motivo de pequeñas visitas a las iglesias románicas de Larunbe, Eusa… vas descubriendo el encanto de sus pequeños pueblos, de hermosas y recias casas, algún singular palacio, sus frontones, curiosos lavaderos y la amabilidad de sus gentes.

Como indicamos, este valle lo forman pequeños pueblos, como Larunbe, Eusa, Orikain, Orrio, Zildoz, Makirriain, Sorauren… cada uno con su idiosincracia y encanto. Las citadas iglesias-fortaleza guardan el testimonio de siglos de historia. Quizá la más valorada artísticamente sea la de Eusa, ya que las hermosas arcadas del atrio están labradas con gran maestría. No sólo la magia de sus canecillos y sus enigmáticas figuras, sino también sus juegos labrados en la base de los arcos y otros elementos, nos indican que además de la oración, aprovechaban los momentos de ocio.

En Larunbe, vemos que todas sus casas mantienen el nombre en euskera, Arozarena, Igertia, Iturberri, Iturrialde, Argiñarena, Azanzarena… así como los nombres de lugar: Astazubi, Zuberreta, Urgañeta, Bordalde, Akarreta, Bidebitarte… y vocablos de uso común, como muga, aida, esti (para que vayan los bueyes para atrás), astigarro, txirrines vencejos… Al preguntarles a unas señoras si sus antepasados hablaron euskera, una de ellas me indicó que su madre y abuelos sí, que eran de Hiriberri, pero entonces estaba prohibido y a los hijos no les podían enseñar nada.

Dado que suelo hacer pequeños artículos de los lugares que visitamos, al mirar sobre Eusa, que es el que tengo casi terminado, para situarlo bien en el valle he recurrido a la web del Ayuntamiento, donde hace referencia a un documento de 1570 sobre las fiestas del valle y cómo deben portarse los vecinos durante ellas. Son curiosas intrucciones sobre comportamiento de sacerdotes y fieles en los actos religiosos, como las misas por la nube, procesiones… En el mismo encontramos nombres y apellidos que hacen referencia a su origen, como Joanes hijo de Erroncal, entiendo que hace referencia a nuestro valle pirenaico, también el histórico nombre de Eneko, escrito Eneco.

Dada la fecha y contenido, a medida que iba leyendo las diez interesantes páginas que consta el documento, me chocaba que no hiciese referencia al euskera, hasta que al final del mismo indica: “A los ciento nueve asistentes les fue intimado, leído y notificado la sobredicha carta, dándosela a entender en bascuençe en alta voz, clara y abiertamente”.

Lo cual es reflejo de la realidad lingüística del valle en esa época, que su idioma propio era el euskera. El documento citado se titula Constituciones populares del Valle de Ezcabarte y está publicado por Francisco Javier Zubiaur en Dialnet.

Cuídemos nuestros pueblos, historia y cultura. Visitarlos, además de relajante y enriquecedor, también es una manera de contribuir a ello.

Beraz, esandakoa, zain ditzagun gure herriak, historia eta kultura.

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